Vale, admito que voy a ser un viejo horrible, que estaré lleno de manías y gruñiré todo el rato. Lo sé porque ya soy un viejo horrible lleno de manías que gruñe todo el rato, a excepción de la edad. Pero ¿no os pasa a vosotros que hay palabras que detestáis, y que al verlas aparecer os ponéis de mal humor?
A mí me ocurre en las novelas que estoy leyendo tranquilamente y disfrutando de los diálogos y pensando en la naturalidad con la que escribe el autor y de pronto aparece la palabra predilecto y me rechinan los dientes y se me cae toda la novela, enterita. Como si estuviera tomando sopa y apareciera una mosca nadando estilo crol de lado a lado del plato. Como si estuviera haciendo ojitos con una rubia y descubriera que es un rubio. Como si estuviera escribiendo un tercer ejemplo gracioso y de pronto no se me ocurriera nada gracioso.
El melocotón en almíbar era su postre predilecto. ¡Anda que no hay maneras de decir lo mismo sin parecer un niño repipi! Era su postre preferido. Era su postre favorito. Era el postre que más le gustaba. ¿Por qué decir predilecto? Íbamos bien, todo era creíble, y ahora no puedo mirarte a la cara sin pensar que eres un remilgado, un pedante y un papanatas. ¡Ya nadie dice predilecto, amigo! Vale, tampoco se dice remilgado ni papanatas, pero estamos hablando de predilecto. Y además yo digo lo que me da la gana aquí, que para eso el blog es mío. El caso es que predilecto debería estar prohibido; o su uso restringido a la caracterización de personajes remilgados, pedantes, papanatas.
¿Y a qué viene esto? Pues a que estoy leyéndome El faro, de P.D. James. ¿Y ha aparecido la palabra predilecto? No, aún no. ¿Entonces? Pues que por alguna razón incomprensible el hábitat predilecto de la palabra predilecto es la novela negra escrita por damas del crimen (o su traducción española, habría que decir, y a propósito: ¿en catalán es más habitual o menos moña el uso de predilecto o su equivalente?). Predilecto ya salió, para mi disgusto, en la novela de Rendell que contamos aquí y en la de P.D. James que contamos aquí. Así que estoy en guardia, preventivamente.
No sólo soy gruñón, en efecto; también rencoroso.
A mí me ocurre en las novelas que estoy leyendo tranquilamente y disfrutando de los diálogos y pensando en la naturalidad con la que escribe el autor y de pronto aparece la palabra predilecto y me rechinan los dientes y se me cae toda la novela, enterita. Como si estuviera tomando sopa y apareciera una mosca nadando estilo crol de lado a lado del plato. Como si estuviera haciendo ojitos con una rubia y descubriera que es un rubio. Como si estuviera escribiendo un tercer ejemplo gracioso y de pronto no se me ocurriera nada gracioso.
El melocotón en almíbar era su postre predilecto. ¡Anda que no hay maneras de decir lo mismo sin parecer un niño repipi! Era su postre preferido. Era su postre favorito. Era el postre que más le gustaba. ¿Por qué decir predilecto? Íbamos bien, todo era creíble, y ahora no puedo mirarte a la cara sin pensar que eres un remilgado, un pedante y un papanatas. ¡Ya nadie dice predilecto, amigo! Vale, tampoco se dice remilgado ni papanatas, pero estamos hablando de predilecto. Y además yo digo lo que me da la gana aquí, que para eso el blog es mío. El caso es que predilecto debería estar prohibido; o su uso restringido a la caracterización de personajes remilgados, pedantes, papanatas.
¿Y a qué viene esto? Pues a que estoy leyéndome El faro, de P.D. James. ¿Y ha aparecido la palabra predilecto? No, aún no. ¿Entonces? Pues que por alguna razón incomprensible el hábitat predilecto de la palabra predilecto es la novela negra escrita por damas del crimen (o su traducción española, habría que decir, y a propósito: ¿en catalán es más habitual o menos moña el uso de predilecto o su equivalente?). Predilecto ya salió, para mi disgusto, en la novela de Rendell que contamos aquí y en la de P.D. James que contamos aquí. Así que estoy en guardia, preventivamente.
No sólo soy gruñón, en efecto; también rencoroso.
22 comentarios:
Por favor, confírmame que Javier Marías no usa esa palabra. Sería la gota que colma el vaso para empezar a cogerle manía... Y sobra decir que dejaría de ser uno de los..... favoritos!
Poractivo, ¿qué coño es eso?, No os podéis imaginar el odio que tengo a ese palabro.
No sé quien se la invento, seguro que alguien de RRHH.
Anda guapo, que cuando te dan neuras, eres el más...
Qué tiene de malo "predilecto"? A veces no hay más remedio que usarla... "Me han hecho hijo "favorito" de Logroño" Pues no.
Y qué pasa con "predilección"???
"Siento "favoritismo" por el helado de chocolate" Pues tampoco.
Desde luego que no hay quién te aguante, jajaja, pobre Rebeca...
Aun recuerdo aquel paseo que nos dimos bajo la nieve por todo el centro de madrid hace unos febreros...Yo sólo decía, "mira Txiqui, que hermoso!!" Y tú : "Qué asco de nieve, hace frío, el suelo está mojado, nos vamos a resbalar, a ver si para de una vez..." y otras lindezas de ese cariz... o debería decir "tipo" ??? :))))
Angua, entiendo que no te hayas podido resistir a decirle a txiqui que en efecto él ya es viejo. A mi me ha costado lo mío. Pero ¿no te da ni un poco de pena?
La buena noticia es que lo reconoce, eso es que ya está en camino de corregirlo. Espero.
Jajajajajajajajaj
Mi objetivo en la vida es convertirme en Fernando Fernán Gómez. He empezado por el mal carácter, ahora sólo tengo que multiplicar por cien mi talento. Y teñirme de pelirrojo.
El frío es horrible, la nieve sólo se soporta cuando la miras desde la parte de dentro de una ventana, si puede ser al lado de una chimenea.
Que yo sepa Javier Marías no usa predilecto, aunque la verdad es que no caigo ahora mismo. Palabra muy digna, como todas, cuando se usa apropiadamente, pero cuando se pronuncia con la nariz alzada... ¡A la hoguera!
Otroyo, supongo que el que inventó proactivo es el mismo que inventó sinergia. ¡Mal rayo le parta!
Vale, acá inventaron la "defensoría" y el "empresariazgo" y no os voy a desvelar de qué palabra inglesa origina... (fíjate tú, qué uso del verbo "originar", y qué sonoridad, y qué bonita la palabra "sonoridad").
Sólo añadir que "proactivo" es un adjetivo muy útil en las entrevistas de trabajo y los talleres "motivacionales".
:-)
¡Rebeca, dale al abuelo Calvin su lexatil, que hoy no duerme!
:-))
Un abrazote
Vaya, nuestro autor predilecto esta de mal humor esta mañana. Yo no es que sienta predileccion por esapalabra, pero tampoco veo nada malo en ella (es lo que tiene ser de siensias)
Por cierto, aqui tambien esta nevando...de nuevo. :(
yo odio los sicomoros porque sólo salen en las novelas, ¿quién ha visto un sicomoro? no existen!!
y en cuanto al maravilloso (y deshumanizado) lenguaje de los departamentos de RRHH, añadid 'masa crítica' a la lista, que no sé qué significa pero creo que es otro giro para no pensar que las personas son personas... humanas
Hay que ver cómo aprovecha esta gentuza para meterse contigo, Palomares. ¡Pandilla de envidiosos todos!
Te diría que otra cosa que te hace falta para ser Fernán Gómez es sacar un poco más los ojos de las órbitas todo el rato.
No te veo de pelirrojo.
Y tenr un mazo de pelis a las espaldas; y dineros; y novelas; y canciones (mmhh.. no, pero estaria bien) Y casarte con la Gallina Caponata, jurjur (te corro a gorrazos si lo haces. Pobre Perzgil, que mal lo pasaba!)
!A la mierda!
Por favor, Ricardo, me has dejado "in albis":
¿qué tiene que ver la gallina Caponata con Maria Dolores Pradera?????????
Estás de coña, César, verdad??
Pues a mi la palabra predilecto me cae también como el culo. Cada vez que la escucho me viene la mente la imagen de un pijo lameculos enchufado, el preferido del jefe que, siendo tu mejor que él -me refiero a mejor que el pijo- el jefe te trata como si no valieras nada a su lado. Y eso me da un tremendo asco. Aun utilizando la palabra de coletilla de un plato. Siempre la relaciono con la estupidez y la soberbia.
Te comprendo, Palomares, te comprendo.
Pues a mí predilecto me resulta indiferente. Para parecerte a Fernán Gómez lo primero que tienes que hacer es dirigir un remake de 'El extraño viaje': piensa que sale una tía superbuena y que podrías dirigir el casting personalmente para elegir a la afortunada que aparecerá en tan magna obra. eso sí, a mí resérvame el papel que hacía Paul Naschy.
PD: se me va la olla, lo se.
Angua, no estaba de coña.
Yo no sabía que los padres no existen, que en realidad son los reyes magos.
Y hoy he descubierto con espanto que Enma Cohen no existe.
Sois todos malos.
Me voy al rincón a llorar.
Muchacho, un mal carácter no es más que el comienzo de un mejor carácter.
¿Pero esa manía por la palabra predilecto es de "un tiempo a esta parte" (frase que no me gusta) o de siempre?
Lo pregunto porque yo odio palabras o expresiones por temporadas. Hay algunas que son inamovibles, pero otras que no.
Carmona Dixit
Ricardito, la nieve cubre todo lo horrendo con un manto de alba hermosura, un descanso y alivio momentáneo para los sentidos que deberíamos agradecer; especialmente a los EE.UU. nos le viene nada mal tapar lo feo.
Desgraciadamente para nosotros este año la nieve no nos ha acompañado, y yo al menos, la extraño profundamente, dichoso tú que aun puedes verla acumularse sobre tu parabrisas.
César, nos te preocupes, como yo parezco el Hola pienso que todo el mundo es igual de cotilla. De todas maneras, Fernan-Gómez se enamoró de la revolucionaria de mayo del 68, no de la gallina.
Palomares, yo te quiero y te admiro a pesar de tu odio a la nieve...
Veis? Es tan fácil tener buen talante...por la red :)))
A mi me pasa lo contrario: hay palabras por las que siento predilec... simpatía.
Por ejemplo, me gustan ciertos arcaismos agudos, como otrosí, baladí y potosí.
O también ciertos insultos fuera de moda, como mequetrefe o mentecato.
Y últimamente me hado por buscar apellidos de cuatro sílabas (a poder ser con hache intercalada): Sahuquillo, Minglanilla, Vanaclocha, Sanahuja...
Dale, dos de mis apellidos de regalo, de un trotamundos a otra u otro:
SEPÚLVEDA
VILLAFRANCA
Cesar, lo siento de veras, ejjeje.
Angua, por mucho que la mona se vista de nieve, mona se queda, jijijijiji.
Urruticoechea (o con tx, pero por lo de la "h"), Goicoechea, Garaicoechea...Urralburu, Arenzibia...
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