De las tres grandes Damas del crimen ya hemos hablado aquí de P.D. James y de Patricia Highsmith, así que sólo nos falta Ruth Rendell. Por desgracia el libro del que vamos a hablar no es muy representativo.
Obsesión parte de una premisa inteligente. Minty, una mujer rarita, obsesionada, entre otras cosas, con la limpieza, cree ver al fantasma de su novio en el salón de casa. Su novio murió en extrañas circunstancias en un accidente de tren, y pronto nos damos cuenta de que tal vez no murió porque puede que fuera simplemente un aprovechado que iba tras el dinero de Minty. ¿Lo que ve Minty es un fantasma o es que su novio ha vuelto y se hace pasar por fantasma para sacarle un poco más de dinero? Durante cuarenta páginas Rendell juega con esta ambigüedad; y luego tira por la borda la novela y se lanza hacia un desmesurado despropósito. El novio es un rufián, sí, no está muerto. Pero Minty realmente ve una alucinación. Ni para ti ni para mí. Aparecen otros personajes obsesionados (de ahí el título; el español, porque el inglés es Adam and Eve and Pinch me), entre ellos una improbable pareja compuesta por un tipo con asco a la comida, que almuerza exactamente 7 cacahuetes, y su mujer obesa de 200 kilos. Y un diputado conservador gay que se casa con una gitana con dos niños, esposa del novio farsante de Minty.
La novela deja cualquier tipo de verosimilitud a un lado y se lanza a una pendiente llena de despropósitos que uno lee con incredulidad, sobre todo si no es el primer libro de Ruth Rendell que lees. Porque no hay en Obsesión ni una sola de las virtudes de Rendell: ni el retrato psicológico, ni la exploración de extrañas personalidades de forma realista ni la brutal cercanía de tramas que rozan el límite de la verosimilitud. Los personajes de Obsesión son increíbles, los diálogos forzados, la evolución del argumento caprichosa, y así van pasando páginas sin que mejore en absoluto hasta que el final se resuelve por pura obstinación de la autora.
En resumen: huid de este libro como de la peste, y si queréis leer algo de Rendell, que por otra parte es muy recomendable, escoged cualquier otro. Cualquiera. Y a ver si podemos hablar mejor de Ruth Rendell en otra ocasión.
Obsesión parte de una premisa inteligente. Minty, una mujer rarita, obsesionada, entre otras cosas, con la limpieza, cree ver al fantasma de su novio en el salón de casa. Su novio murió en extrañas circunstancias en un accidente de tren, y pronto nos damos cuenta de que tal vez no murió porque puede que fuera simplemente un aprovechado que iba tras el dinero de Minty. ¿Lo que ve Minty es un fantasma o es que su novio ha vuelto y se hace pasar por fantasma para sacarle un poco más de dinero? Durante cuarenta páginas Rendell juega con esta ambigüedad; y luego tira por la borda la novela y se lanza hacia un desmesurado despropósito. El novio es un rufián, sí, no está muerto. Pero Minty realmente ve una alucinación. Ni para ti ni para mí. Aparecen otros personajes obsesionados (de ahí el título; el español, porque el inglés es Adam and Eve and Pinch me), entre ellos una improbable pareja compuesta por un tipo con asco a la comida, que almuerza exactamente 7 cacahuetes, y su mujer obesa de 200 kilos. Y un diputado conservador gay que se casa con una gitana con dos niños, esposa del novio farsante de Minty.
La novela deja cualquier tipo de verosimilitud a un lado y se lanza a una pendiente llena de despropósitos que uno lee con incredulidad, sobre todo si no es el primer libro de Ruth Rendell que lees. Porque no hay en Obsesión ni una sola de las virtudes de Rendell: ni el retrato psicológico, ni la exploración de extrañas personalidades de forma realista ni la brutal cercanía de tramas que rozan el límite de la verosimilitud. Los personajes de Obsesión son increíbles, los diálogos forzados, la evolución del argumento caprichosa, y así van pasando páginas sin que mejore en absoluto hasta que el final se resuelve por pura obstinación de la autora.
En resumen: huid de este libro como de la peste, y si queréis leer algo de Rendell, que por otra parte es muy recomendable, escoged cualquier otro. Cualquiera. Y a ver si podemos hablar mejor de Ruth Rendell en otra ocasión.
14 comentarios:
¿Y Agatha Christie no está entre las grandes del crimen? Vale que la descripción de personajes no es lo suyo, ni el estilo es muy allá, pero el final de sus novelas siempre es sorprendente. O me lo parece a mí, que tampoco conozco a fondo la novela negra.
Agatha Christie es tan grande que de hecho a las tres damas ya citadas se las ha ido publicitando sucesivamente como "la nueva Agatha Christie". Es más, también a nuevas autoras como Donna Leon se le llama "la sucesora de Agatha Christie". Etiquetas. Viene a ser como las vocalistas de jazz, que son todas las nuevas Ella Fitzgerald o la nueva Billie Holiday.
Sin embargo Agatha Christie poco tiene que ver con las otras tres damas del crimen; de hecho pertenecen a subgéneros distintos. La tía Agatha escribía novela policíaca, centrada en el juego intelectual de resolver un crimen -el crimen como juego-, mientras que las otras tres sí pertenecen más a la novela negra -el crimen como una excusa para explorar el alma humana-. A grandes y groseros rasgos, porque aunque Rendell y P.D. James son bastante semejantes poco tienen que ver con Highsmith, que de hecho no sé si podría catalogarse como escritora de novela negra estrictamente.
Apunto en la lista de pendientes una entrada sobre Agatha Christie, que es una escritora terriblemente minusvalorada.
Cuanto sabe, Sr. Palomares. Y qué bien lo explica. Yo qué pensaba que iba a poner a caer de un burro a Agatha Christie... Yo también pienso que es una escritora minusvalorada.
Pues a mi me encanta la tía Agatha. Tengo muy buenos recuerdos de la lectura de sus novelas cuando era yo un adolescente imberbe. Lo cual no quiere decir que sus novelas sean sólo para adolescentes, que va. A ver si la recupero algún día de estos.
Por cierto, recientemente he descubierto unos libritos que empecé a coleccionar por aquella época, unos fascículos coleccionables encuadrados en una colección llamada "Club del misterio", y me he hecho el propósito de leerme los quince o dieciseis que llegué a comprar (a 75 ptas. por libro). Algunos ya me los leí en su momento, pero otros quedaron en el limbo de las librerías y las cajas de cartón. De momento, ya han caído "Cosecha Roja" de Dashiel Hammet y "Las aventuras de Sherlock Holmes" de Conan Doyle. Ahora estoy con "Cara a cara" de Ellery Queen. Con un poco de suerte, la termino esta noche y mañana empiezo con "El cuchillo" de doña Patricia Highsmith.
Sorry por el ladrillado de comentario. (A todo esto, a la Rendell no la controlo, será cuestión de ponerse).
¡Lo que sé y lo que me callo! ¡No te digo ná y te lo digo tó!
Ostras, El Club del Misterio de Bruguera. Ahora creo que algunos valen un dineral.
Buscando sobre el Club del Misterio he encontrado un listado de la colección aquí
Me ha hecho gracia comprobar que estás leyendo los libros por orden de aparición. ¡Eso es un tío ordenado!
Hay bastantes títulos que han aparecido recientemente en la colección de novela negra que sacó El País.
¿Por qué siempre hay una obsesa de la limpieza y nunca trae nada bueno?
Vale que las obsesiones no son buenas en sí, pero la de la limpieza da más miedo que la que puede dar, por ejemplo, alguien que la tenga tomada con las coliflores.
Pensándolo bien, a un asesino que despedaza coliflores en el lugar del crimen lo pillarían más bien pronto.
Carmona Dixit.
Muchas gracias, Palomares, por el enlace... la de novelas interesantes que me perdí en su momento por culpa de mis otras aficiones y mi economía de subsistencia.
Algunas de ellas las pillé en la colección de El País que citas.
Soy ordenado al leer las novelas, pero poco disciplinado al completar las colecciones.
¿Hay alguien que haya completado alguna colección alguna vez? Que salga para que le examinemos críticamente.
Y agatha Christie? Vaya, Luisru ha tenido mi misma impresion! Pos ya se sabe: cuando dos personas de un total de dos te dicen que estas borracho, es que estas...es que mejor consultes a mas personas a ver si estas borracho, sobre todo si no has bebido
feliz 2007! :D
Bueno, a pesar de la ETA y del susto, he vuelto a Madrid, feliz año a todos.
Qué bonito Atenas, la cuna de la democracia y de la cultura occidental, qué falta le hace a más de uno pasarse por allí...
Bien, es la segunda vez que Palomares promete una entrada para la misteriosa, única, mágica, increible y nunca bien ponderada A. Christie. A la tercera igual va la vencida.
Yo he completado la colección de cromos de Star Wars, los primeros; ni habíais nacido algunos, al menos el de la LOGSE :))
También El cuerpo humano en fascículos, el club de los 5, las mellizas en Santa Clara, Los tomos gordos de Flash Gordon y el príncipe Valiente, los Asterix, los tintines, los Lucky Luke y los Iznogud. En realidad creo que tengo todo lo que se ha publicado en castellano de Goscinny.
Tengo también todo lo de la señora Christie en castellano y en inglés, al igual que la obra completa de Burroughs (me refiero a los Tarzanes y los martes, venus, pellucidares, etc, no es moco de pavo, no)
En general cualquier cosa que me gusta la busco y colecciono compulsivamente.
Enferma yo? Venga hombre :)
Para mí, en tu lista falta Batya Gur, la "Agatha Christie" israelí, de quien recomiendo especialmente "El asesinato del sábado por la mañana".
Qué verdad. De Ruth Rendell me leí un libro cuyo título no recuerdo sobre el secuestro de un bebé, que me encnató, y después Obsesión, que me dejó como a ti. No he vuelto a coger un libro suyo en años, hasta que esta Navidad me he leído El Pájaro del Cocodrilo.
Qué gracia, justo ayer terminé Carne trémula, que me ha dejado un mal cuerpo de lo más satisfactorio.
Publicar un comentario