Pasan los años y aquí sigo, un poquito más viejo que ayer. Porque hoy es mi cumpleaños, no sé si lo saben. Así que he buceado en la memoria para hacerme un autorregalo. Y me he acordado de aquella escena maravillosa en la que apareció por primera vez para nosotros Tom Cruise (luego haría Cocktail y Top gun), una escena impagable en la que por desgracia no sale Rebecca de Mornay, que por entonces estaba para tomar pan y moja:
Pero no es esto lo que quería mostrarles, a mí Tom Cruise ni fu ni fa. El autorregalo consiste en una parodia de esa escena (ya saben ustedes que nos gustan mucho las parodias, o los homenajes, en esta casa) a cargo de la gran gran gran Heidi Klum, vieja conocida de este blog:
Heidi, te queremos (plural mayestático). Gracias por el regalo, Palomares, gracias, es inmejorable. No, te equivocas, se puede mejorar. ¿Ah, sí? Claro que sí, mi niño. Toma, para ti, ¡magia!
Mejor, mucho mejor. Felicidades, Palomares. Gracias, Palomares.