jueves, noviembre 26, 2009

Sergi Arola se pega otro tiro en un pie

¿Lo saben aquell que diu que sale Sergi Arola, dos estrellas Michelín, en un anuncio del Lidl y dice que para la cena de Navidad va a hacer tal y tal cosa y entonces sale el calvo del Lidl y es un anuncio del Lidl y Sergi Arola le llama amigo y le dice que la cena va a ser en su casa y que él (el calvo) es el que tiene que comprar los ingredientes? Y que al final sale Sergi Arola y dice: No se engañe, la calidad no es cara.

A mí Sergi Arola me cae fatal, la verdad por delante. Me parece un cretino con un ego descomunal. Me extraña por eso que un tipo con tanto ego pueda jugar con su imagen con tanta indiferencia, martirizándola. Arola, que vive esencialmente de realizar una cocina vanguardista al alcance de muy pocos, dice a toda España que la calidad no es cara. Será por eso que cobra 160 euros por el Menú Gastro, 125 por el Menú Sergi, 105 por el Básico, etcétera. Arola ya participó en un programa de televisión que le perjudicó más que le ayudó, Esta cocina es un Infierno, reality en el que dirigía un grupo de famosos en la cocina. Arola busca, supongo, convertirse en mediático de la misma manera que lo es Adriá, o Arzak o Berasategui. Y salir en un anuncio del Lidl, aparte de la pasta, es un paso más.

La cuestión es que si yo soy un cliente de Arola y le veo aparecer en el Lidl me daría la impresión de que me ha tomado el pelo; o que me lo toma ahora. Su credibilidad se debilita. Y la credibilidad es lo más importante de la imagen.

El movimiento también es extraño para Lidl, porque Arola no es un cocinero tan conocido para su público. Mi madre no sabe quién es Arola, y la tuya tampoco (a menos que seas Arola y me estés leyendo). Si hubiera sido Arguiñano habría tenido explicación: un cocinero creíble y popular que intenta convencerte de que algo barato no significa malo; táctica de libro. Pero Arola no va a convencer a nadie, me temo: a sus seguidores porque jamás en la vida se meterían en un Lidl. Al mortal común, porque no saben quién es.

Anuncio raro raro raro.



No es el anuncio de Arola, sino una parodia del anuncio de lanzamiento del Calvo del Lidl. Que al menos es para echarse unas risas.

martes, noviembre 24, 2009

¡Y tú que pensabas que lo habías visto todo!

Después del frikismo extremo del otro día (ayer) a lo mejor estáis pensando que nunca vais a ver algo parecido. ¡Ja, ja, ja, ja, me río de ti, pringao!

Visto también en Fffound, que no se dedica a estas cosas especialmente, pero que le está cogiendo el gusto:


Sé lo que os estáis preguntando: ¿qué se leerá en los subtítulos? ¿Y por qué me castiga el Cerdo Agridulce con esto?

Actualización:
Mierda. El gif no parece funcionar aquí, no sé por qué razón, y ahora lo que os preguntáis es: ¿qué hay de especial en esto? Miradlo aquí y luego volvéis.

lunes, noviembre 23, 2009

Dos mitos unidos

Encontrado en Fffound:

martes, noviembre 17, 2009

Cuando no tengas tiempo para postear, pon un vídeo

Eso sí, que el vídeo sea canela fina, caviar beluga, bocado de cardenal, teta de novicia:



No sé si es muy NSFW, pero merece la pena: el videoclip en el que contra todo pronóstico se juntaron colosos de la talla de Dyango y Pimpinela, una canción chanante tratada de manera chanante.

De verdad que me gustaría tener tiempo para comentar este vídeo plano a plano, pero me limito a llamarles su atención sobre:

1. La entrada con la paloma de papiroflexia que trae las imágenes del principio.
2. Lo mucho que sufre Dyango todo el rato.
3. El traje blanco reluciente del Barbas, con los pantalones blancos, el jeresy ese blanco, llevando al hombro la chaqueta blanca informalmente. ¡Lástima que lleve la barba negra!
4. Dyango fumando. Eran otros tiempos.
5. Cualquier escena en la que aparezca Ella con ese traje imposible azul, el sombrero rojo, todo.
6. La estatua, simbólica, en la que se recuesta ella en el minuto 2:45.
7. El juego que se trae la cámara con la Rubia todo el rato. ¡Chúpate esa, Spike Jonze!
8. Lo hijaputa que es la Rubia, que no sólo le pone los cuernos al Barbas, sino que quiere restregárselo y que sepa lo muy feliz que es. ¡Qué pérfida, por favor!
9. La frase: "Ese hombre robó" acompañada del puñetazo en la mesa de la taberna.
10. La manera que tiene Dyango de puntuar cada frase: Ese hombre. No quiso hacerte. Daño. No le guardes. Rencor. Compréndelo.
11. La Revelación final mientras la orquesta se vuelve loca de frenesí.
12. El zoom chanante a la cara del Barbas cuando oye la Revelación.
13. La chanante manera en que se va Dyango: "Bueno, pues me voy. Talué", justo después de la expresión: "ay, válgame" del Barbas.

Bola extra: Miguel Bosé antes de convertirse en la viva imagen de la modernidad (¿se acuerdan de aquellas faldas pantalón?), cuando volvía locas a las quinceañeras.



A destacar:

1. El vídeo entero.

martes, noviembre 10, 2009

Grabaciones de jovencitas desnudas cuando llega el repartidor de pizza

Lo más importante en la vida es tenerlo claro, especialmente cuando buscas en Internet. Hacía mucho que no poníamos búsquedas chulas aquí, de manera que compensamos ahora mismo con esta búsqueda chanante:


No sé si el tío sabe que hay vídeos concretos de esa naturaleza o que tiene muy claro qué es lo que le gustaría ver, pero me da igual. Sólo siento que no haya podido encontrar en el Cerdo agridulce lo que estaba buscando. Suerte en la próxima.

miércoles, noviembre 04, 2009

Ganchillo y muñecas

Mi abuela Antonia, que seguramente era la persona más buena que ha pisado este mundo, tenía un vicio horrible: el ganchillo. Hacía tapetes y colchas y todo tipo de cosas con ganchillo con mucha habilidad.

Una de sus especialidades era coger una muñeca Barriguitas, ponerla en una base formada por un rollo de papel higiénico y hacerle un vestido. Y un sombrero también. La muñeca se colocaba en el cuarto de baño, porque así no sólo funcionaba como elemento decorativo (ejem), sino que si se acababa el papel estaba a mano el que servía de base. Genial, ¿eh?

A mí siempre me pareció inquietante. Ir a mear (por ejemplo) y encontrarse con la muñeca Barriguitas y su vestido de ganchillo.

El caso es que paseando por el barrio he encontrado que ese vicio no era exclusivo de mi abuela. En una casa baja de la calle Alcalá hay en una ventana, a la altura de los transeúntes, una auténtica exposición:


¿Acojona o no?

Fíjense que en lugar de especializarse, como mi abuela, en las Barriguitas, la ganchillera lo mismo hace un vestido para una Nancy que una Barbie que una imitación de Blythe.

Inquietante, puede que más incluso que este globo ocular de ganchillo que apareció hace poco en Kikades:


Claro que lo de las muñecas está para que lo vea la gente de la calle, y eso, no sé por qué, lo hace más desasosegante.

lunes, noviembre 02, 2009

La crisis, esa puta

Los comerciantes no saben qué hacer para vender. Están dispuestos a hacer ofertas radicales:


Tan radicales que la misma tienda, en un escaparate distinto, a dos metros de distancia, pone otro cartel:


Luego cómo no va a haber deflación.
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