viernes, febrero 29, 2008

Un paso para el estrellato

Ayer estuve en una entrevista en Intereconomía (para los que os interese escucharla la emitirán mañana sábado a eso de las 10, 15 a.m.) y una de las cosas que me preguntaron fue que cómo marchaban las ventas. “No tengo ni idea” respondí, “el libro sólo lleva tres semanas a la venta y es demasiado pronto para saber nada”. Luego, a micrófono cerrado y hablando con el presentador estuvimos comentando lo difícil que es sacar un libro a la venta en este país y que se convierta en todo un éxito. La verdad es que yo no me puedo quejar. El departamento de comunicación de Esencia de Planeta está haciendo un esfuerzo tremendo para sacarme en todas partes y estoy la mar de contenta. Pero sé que eso no es suficiente. Sé que necesito mucho más. Un golpe de suerte. El boca a boca. Y, por supuesto, un buen merchandising.

El merchandising no sólo consiste en un buen diseño del producto y en un buen material en el punto de venta. También significa estar bien posicionado dentro de una tienda. Y ahí es donde comienzan los límites. Porque, como imaginaréis, a mí no me van a colocar al mismo nivel que a Pérez Reverte.

Hasta que llegó Mr. Píxel Man. Un ciudadano anónimo (bueno, anónimo no es, porque es un coleguilla mío) que ha emprendido una cruzada para convertirme en un best seller a cambio de dos pollos asados que le prometí un domingo. Mr. Píxel Man, como publicitario que es, conoce la importancia de la colocación del producto en el punto de venta y se ha propuesto colocar el mío al mismo nivel que los escritores más vendidos de este país. En sus propias palabras: “Es difícil luchar contra los poderosos pero juntos podemos ganar”. Así que, Mr. Píxel Man se propuso una gran misión. Primero: neutralizar a Pablo Coelho en el Carrefour de Alcobendas. Y allá que se fue. Armado de paciencia y con un buen montón de ejemplares de Sabrina bajo el brazo, Mr. Pixel Man empleó sus buenos quince minutos en empapelar dos estantes de novelas de Pablo Coelho con mis ejemplares.



Misión cumplida.

Luego, armándose de un valor sin parangón, Mr. Pixel Man decidió también neutralizar a Boris y a Juan José Millás en el Hipercor de Las Rosas. Ateniéndose a graves consecuencias (que le quitaran unos cupones descuentos para comprar Suavizante Concentrado), Mr. Pixel Man empapeló el stand de Los 20 más vendidos y no quedándose contento con ello, se hizo esta fotografía para demostrar su hazaña al mundo.


¡Toma castaña pilonga!

No sabemos qué otras complicadas misiones planean sobre la diligente mente de Mr. Pixel Man para la próxima semana en su misión para hacer un merchandising de alto standing para mi novela. En nuestra conversación me pareció que nombraba a Ken Follet, pero, ¿quién sabe?
Tiembla J. K. Rowling… Mr. Pixel Man ha llegado a la ciudad.


martes, febrero 26, 2008

Rebeca y los medios

Rebeca va encadenando algunas entrevistas, con eso de que ha sacado un libro o no sé qué. Aquí la tenemos respondiendo a las preguntas inexistentes de ADN.es. Yo creo que está loca, francamente:

martes, febrero 19, 2008

Hay que reírse más

Me pasa mi amiga Ángela este vídeo y yo lo comparto con vosotros porque me ha gustado mucho:



A ver si consigo reproducir esa risa para usarla en reuniones de alto nivel.

domingo, febrero 17, 2008

El Bob Beamon de los carteles

De pequeño no había atleta que me fascinara más que Bob Beamon, aquel norteamericano que pulverizó en los Juegos Olímpicos de México la marca del salto de longitud. Beamon venía saltando, según leo en la Wikipedia, en torno a los 8.20 metros. De pronto Beamon saltó 8,90 metros, superando por la salvajada de 55 centímetros el anterior récord del mundo. El impacto de la hazaña, dice la Wikipedia, fue tal que incluso se acuñó la palabra beamonesque para describir actos deportivos tan espectaculares como el que nos ocupa.

Luego empezaron a decir que si había sido la altura de la Ciudad de México y tal (ya saben, la proporción del oxígeno y todo eso), pero el caso es que el récord permaneció ahí durante muchísimo tiempo. Nadie se sentía capaz de superarlo, era sencillamente imposible. Carl Lewis ganaba el oro olímpico en el 84 y en el 88, sí, pero seguía a una enorme distancia de Bob Beamon (jódete, Lewis). Sencillamente no parecía posible superar aquel récord hasta después de mucho tiempo.

Hemos encontrado al Bob Beamon de los carteles. Ya vimos a un serio candidato a récord del mundo hace algunos meses aquí mismo, échenle un vistazo, pero esto supera todo lo que podíamos imaginarnos:



Bien, bien, bien. World record. Por 55 centímetros respecto a la anterior marca. Ya no es sólo por la peculiar ortografía de tantas y tantas palabras o por la exótica manera de lanzar comas al aire a ver dónde caen, sino por corregir todos los errores (lo de todos es un decir, ustedes me entienden) a bolígrafo, tachando lo que no corresponde y sustituyéndolo por lo correcto (ejem). Preocupado porque la gente pensara que este cartel no diera una imagen de profesionalidad, nuestro amigo ha puesto todo su esfuerzo en que cualquiera que leyera el cartel se llevara una buena impresión. Que no piensen que somos descuidados, dice el tipo. A ver si estamos más atentos, se te ha escapado una A en tarjets, se te ha escapado una e en intarnet, se te escapado una uve en mobil. Se te ha escapado un eramos en Libremobilec -tremenda palabra que adopto ipso facto-, si hubieras escrito que te ha escapdo se te habría escapado una a. Más cuidado la próxima vez.

El récord de Beamon tardó casi 23 años en ser batido. ¿Cuánto durará esta plusmarca?

martes, febrero 12, 2008

Ya está aquí

12 de febrero. Lanzamiento mundial. Ya en su librería.


Top Books

El Corte Inglés

Navlan

Librería Cámara

Casa del Libro





No os digo más, ya sabéis qué se espera de todos vosotros. Bueno, si digo algo más: varones que pasáis por el Cerdo agridulce: que no os asuste el rosa. Que aunque la novela tenga un color tan rosa los hombres también podemos disfrutarla. En serio, en serio, de verdad, de verdad. Os lo juro. Que me caiga muerto ahora mismo y no pueda escribir una frase más si miento.

Escribo otra frase para que veáis que no me he muerto y no he mentido.

Actualización: Qué bonito es ver un libro en la librería. Aquí en la Casa del Libro de Gran Vía:


















Aquí en El Corte Inglés de Sol:


















Y aquí en el VIPS:


















Por poner tres ejemplos.

lunes, febrero 04, 2008

Mira, mamá, esto lo he hecho yo

Hacer anuncios está tan difícil últimamente, hay que salvar tantos obstáculos, que cuando se evitan uno siente ganas de gritarlo por ahí, de vocearlo, de mostrarlo en todos y cada uno de los sitios posibles. Y aunque ustedes tal vez están hartos de verlos en televisión (ya se cansan pronto, que acaban de salir este fin de semana), no me resisto a colgar aquí los últimos cuatro anuncios de la ONCE en los que he participado. Les he quitado el sudor y la sangre para que estén más presentables, pero si se fijan en el ángulo inferior izquierdo tal vez puedan notar aún algunas manchas:



Otro:



Uno más:



Y el último de la campaña:



Como de costumbre, tienen un amplio espacio en los comentarios para que me insulten o jaleen, como sea menester.

viernes, febrero 01, 2008

Tata contraataca

Nuestra musa del 2007, Tata Golosa, se ha pasado por el Cerdo agridulce y nos ha dejado su nuevo vídeo en los comentarios de aquella entrada en la que le declarábamos nuestro amor incondicional /en esta otra la primera entrada que le dedicamos). Y digo "nuevo" e "incondicional" temblequeteando.



Qué desilusión, Tata. Esperábamos mucho más de ti, y no sólo una repetición de viejos triunfos. No nos vale que cambies Micrófonos por Pastilla (que además Micrófonos era mucho más surrealista, eso era delicioso). Nos duele que no aparezcan los tambores por ninguna parte. Que no haya más chicas bailando. Que el vídeo tenga una pinta más cutre que el anterior.

Qué decepción, Tata. ¿Por qué te repites? Puestos a repetir, haber hecho como nosotros, que repetimos con cosas que se repiten y que molan. Tomad todos nota: examen.

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