Mi director de marketing favorito es un personaje de ficción que me invento cuando veo un anuncio y me imagino el proceso que ha llevado a alguien a aprobar una idea. Mi director de marketing favorito tiene una mente sucia y tortuosa, ve cosas donde no las hay, tiene un miedo espantoso que le aprieta el estómago, razona de un modo turbio, es arrogante y egocéntrico.
Ya digo, es un producto de mi imaginación.
Veo anuncios y lo veo poniendo tal cosa en la pieza, dando indicaciones para modificar tal otra, encargándose de que tal personaje sea perfecto y no normal, ponme el logo más grande, pon ahí un ¿Te lo vas a perder?
Otras veces me imagino lo que habría dicho mi director de marketing favorito si le hubieran presentado una idea. Me pasa, por ejemplo, con esta marquesina de Air France que está por todo el país (sí, todo era un largo rodeo para llegar aquí):
(En España está en español, aclaro. Pero es que así se ve mejor)
Y pienso: ¿qué habría dicho mi director de marketing favorito?
Pues mira, habría dicho:
¿Por qué lleva una chistera y no una boina francesa? A ver si la gente va a pensar que Air France es inglesa.
¿Por qué es todo rosa? Los hombres no van a mirar el anuncio.
¿Por qué París está en... o sea, por qué está colocado en... es decir... qué quiere decir...? ¿Por qué París está tan cerca del coño de la modelo? A ver si van a pensar que estamos diciendo que París es el coño del mundo.
O que está en el quinto coño. Nosotros acercamos gente, no alejamos.
Y a eso me dedico, sí, a pensar estas cosas. Cada uno se divierte como quiere, dejadme.