miércoles, septiembre 17, 2008

¿El coche o el anuncio?

Hasta ahora pensaba que no había visto nada más raro que esto en publicidad:



Bueno, este anuncio no es lo raro. Lo raro es que meses más tarde en Cruzcampo se vieron en la necesidad de sacar este otro:



Un anuncio que explica un anuncio anterior, "por si no quedó claro". Huele a post-test que tira para atrás. Sacan el anuncio y luego le preguntan a la gente qué ha entendido. Y como parece que no se han quedado con la copla, pues se explica paso a paso en el siguiente anuncio, admitiendo que lo anterior fue tirar el dinero. Chanante.

Pero resulta que estos días de atrás han ido apareciendo otros anuncios que me han parecido aún más raros. Este, por ejemplo, que me trae loco:



O este otro, de la misma campaña:



O este, que me deja de pasta de boniato:



¿Ustedes lo entienden? Yo no, no lo entiendo. En publicidad nos gusta a veces ser sutiles para parecer más listos, y en ocasiones que el anuncio resulte incomprensible para algunos espectadores no es necesariamente malo, pero la verdad es que al ver estos anuncios yo no sé qué pensar. Menos mal que hay unas declaraciones de una responsable de Vanity Fair en la revista profesional Anuncios, que lo aclara todo: "[la campaña] girará en torno a la idea de que para conocer Vanity Fair tienes que leerla, tenerla en tus manos, ese será el mensaje paraguas que aguantará toda la campaña, que la revista es tan especial que eres tú el que tiene que acercarse a ella".

De ahí la sonrisa del camarero, claro.

En fin, yo estoy tranquilo, porque estoy esperando a que emitan, como en el de Cruzcampo, el anuncio que explique el anuncio. Y entonces todo tendrá sentido, digo yo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

El de la explicación de Cruzcampo sobraba. Tampoco es cuestión de tomar al personal por idiota.

Y el de Vanity Fair... no estoy de acuerdo con la responsable de la revista. Lo que me parece es que tanto la orquesta, como el pájaro, como la comida, "tenía que estar aquí" (refiriéndose a la edición española de la publicación), pero no estaba. Hasta ahora.

Anónimo dijo...

la explicación de la de vanity fair me repatea. ASí que es tan especial que es un favor que nos hacen el dejar que la leamos después de dejarnos el dinero en ella?
Ese es el mensaje que a mi me llega. Quizá es porque no soy muy receptiva a las revistas de moda. Todo puede ser.

Anónimo dijo...

Dos cosas:

Ya que hablamos de anuncios incomprensibles, ¿alguien podría explicarme POR DIOS si es que soy lerdo por no entender los anuncios de la cerveza Mixta o es que estoy en lo cierto y son en efecto horrorosos?

Y 2, dile a tu media naranja que el otro día vi a una signorina (muy agradable de ver por cierto) en el metro de Madrid leyéndose su libro con fruición.

Cayetana Altovoltaje dijo...

Siempre tendremos a Palomares para explicarnos las explicaciones de lo inexplicable.
Vanity Fair es la revista más aburrida del mundo y debe morir.

Palomares dijo...

Carmona, me juego lo que sea a que el segundo de Cruzcampo es la consecuencia directa de un estudio de investigación, una de las cosas más aberrantes y que más daño hacen a la publicidad. A ver si un día me pongo a hablar de los test.

Altovoltaje, Garbanza, la verdad es que no sé si la revista está bien o no, creo que ya ha aparecido por casa porque Rebeca es compradora compulsiva de revistas.

Palomares dijo...

Y un comentario aparte para Grendel y el Caso Mixta.

Me estoy jugando el futuro de mis niñas, pero bueh, yo me debo a mi público, como las folclóricas.

Los anuncios de Mixta parten de una situación de mercado en el que Shandy es el líder de su segmento; hasta el punto de que la marca Shandy fucniona como genérico, igual que pides un colacao o una cocacola.

El objetivo, creo yo, es que la gente recuerde el nombre de Mixta, ofrecerse como alternativa. De ahí el uso de reglas mnemotécnicas, la fijación con la X de Mixta. Amstel lo hico con Amigo Mío Sólo Tú Encuentras Leña (AMSTEL).

En cuanto a los anuncios concretos, son tan inexplicables como dicen a veces: IneXplicable con X de Mixta. La razón de que sean tan raros es que los creativos son argentinos. La razón de que parezcan tan cutres es que los han rodado los propios creativos (obvios problemas de presupuestos). La razón de que haya algunos francamente malos es que se han enamorado del cutrismo kitsch, y eso tiene mucho peligro.

Hans dijo...

Yo debo ser tonto del culo: no veo NADA en los de Vanity Fair. Lo que tampoco entiendo es la aclaración de la Cruzcampo Light, que era absolutamente obvio.
Definitivamente, los publiporteños son raros.

Anónimo dijo...

Me gustaría a mí saber qué investigan, ¿el cociente intelectual inferior a la media de los consumidores de Cruzcampo?
Ya nos dirás lo de los test. Perra vida la vuestra.

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