Las cosas en mi casa funcionan así: cuando tengo ansiedad, recurro al chocolate con leche marca Nestlé Extrafino, un gran vaso de leche en cada tableta. 0,97 euros en el AhorraMás. Habrá quien se ponga a fumar o a golpear paredes o a yo qué sé, pero yo no; yo me como una tableta de chocolate con leche. Y si no tengo me bajo al chino y la compro (a un euro cincuenta céntimos). Y un día puedo bajar, comprar una tableta y de pronto darme cuenta de que estoy ante la tableta de chocolate con leche más valiosa del mundo:
Porque si no no se explica tanta medida de seguridad. Puro Fort Knox, la jodía. Falta a lo mejor una de esas cosas con láser y células fotoeléctricas, a lo mejor. Por uno cincuenta. No quiero ni pensar qué llevaría si en el chino vendieran un Rolex.
Y pienso si no debería venderla en vez de comérmela. Pero habla mi ansiedad. Y me la como. Qué rica. Como en la infancia. En la infancia sí que había buenos anuncios:
Y buenos bigotes. Y le podías quitar en un ataque de ansiedad una tableta de chocolate a un niño sin que te acusaran de maltrato.
Y buenos bigotes. Y le podías quitar en un ataque de ansiedad una tableta de chocolate a un niño sin que te acusaran de maltrato.
4 comentarios:
El chino cree que vende chinas. Yo las tabletas las meto al congelador. Sabe mejor, si cabe (si encuentra sitio entre el pan).
¿Rolex? ¿Para qué va a querer vender un Rolex el chino? ¿Acaso los Rolex se comen? Él sabe bien lo que se hace. El chino conoce nuestras debilidades. Sabe dónde nuestro impetu podrá más que nuestro civismo. Sabe qué es realmente valioso. Por eso lleva tanta seguridad la tableta de chocolate con leche Nestle (un gran vaso de leche en cada tableta, no nos olvidemos...).
El chino no te ha vendido una tableta de chocolate. Te ha vendido una colección de dispositivos de seguridad.
El chocolate estaba de muestra, como las fotos que vienen con los marcos de fotos.
Qué joputa el bigotón...
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