En estos tiempos de terrible paro no está mal constatar que aún hay profesiones con un futuro brillante, en la que parece que la demanda es constante y creciente. Por ejemplo, la de Mirador de Culo de Político. Se trata de ofrecerse a mirar el culo de un político durante la totalidad de un mitin, para aparecer como público al fondo en los extractos del mitin que pongan en el telediario.
Se exige buena presencia (definiendo buena presencia de manera distinta dependiendo del partido que te contrate). La parte dura del trabajo (si no hubiera parte dura cualquiera podría hacerlo, incluso Marichalar) es soportar las dos horas de chapa sin mover un músculo. Si ya exige un enorme esfuerzo de voluntad parecer interesado en lo que te cuentan o al menos no bostezar, imagínate si lo único que estás viendo es el culo escurrido de Zapatero o de Rajoy. Precisamente por la dificultad del empleo, predigo que en breve se disparará la cotización de los Miradores de culo de político sonrientes, que probablemente sufran además una gran especialización.
4 comentarios:
Pero como en todos los sitios cuecen habas (menos en la mili que sólo cocían patatas), ya tenemos que quejarnos de garbanzos negros (me está saliendo muy hortofrutícola el comentario) que han surgido casi nada más nacer esta nueva profesión del futuro.
¿Os acordáis que aquel pobre hombre, aspirante a Mirador de Culos de Políticos, que se dormía durante un mitin de Bush? ¿O era una niña? ¿Es que no les enseñan ya nada útil en las escuelas?
Siempre hay vagos, desde luego. Y listillos que fingen mirar el culo cuando en realidad están mirando el cogote.
Era un niño.
Yo me pido ese puesto de trabajo, pero en Italia. Concretamente, con las aspirantes a política que vienen del mundo de la moda, del mundo de las escorts y hasta del porno, ya sabéis, esas cosas que pasan en la bota.
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