¿Lo saben aquell que diu que sale Sergi Arola, dos estrellas Michelín, en un anuncio del Lidl y dice que para la cena de Navidad va a hacer tal y tal cosa y entonces sale el calvo del Lidl y es un anuncio del Lidl y Sergi Arola le llama amigo y le dice que la cena va a ser en su casa y que él (el calvo) es el que tiene que comprar los ingredientes? Y que al final sale Sergi Arola y dice: No se engañe, la calidad no es cara.
A mí Sergi Arola me cae fatal, la verdad por delante. Me parece un cretino con un ego descomunal. Me extraña por eso que un tipo con tanto ego pueda jugar con su imagen con tanta indiferencia, martirizándola. Arola, que vive esencialmente de realizar una cocina vanguardista al alcance de muy pocos, dice a toda España que la calidad no es cara. Será por eso que cobra 160 euros por el Menú Gastro, 125 por el Menú Sergi, 105 por el Básico, etcétera. Arola ya participó en un programa de televisión que le perjudicó más que le ayudó, Esta cocina es un Infierno, reality en el que dirigía un grupo de famosos en la cocina. Arola busca, supongo, convertirse en mediático de la misma manera que lo es Adriá, o Arzak o Berasategui. Y salir en un anuncio del Lidl, aparte de la pasta, es un paso más.
La cuestión es que si yo soy un cliente de Arola y le veo aparecer en el Lidl me daría la impresión de que me ha tomado el pelo; o que me lo toma ahora. Su credibilidad se debilita. Y la credibilidad es lo más importante de la imagen.
El movimiento también es extraño para Lidl, porque Arola no es un cocinero tan conocido para su público. Mi madre no sabe quién es Arola, y la tuya tampoco (a menos que seas Arola y me estés leyendo). Si hubiera sido Arguiñano habría tenido explicación: un cocinero creíble y popular que intenta convencerte de que algo barato no significa malo; táctica de libro. Pero Arola no va a convencer a nadie, me temo: a sus seguidores porque jamás en la vida se meterían en un Lidl. Al mortal común, porque no saben quién es.
Anuncio raro raro raro.
A mí Sergi Arola me cae fatal, la verdad por delante. Me parece un cretino con un ego descomunal. Me extraña por eso que un tipo con tanto ego pueda jugar con su imagen con tanta indiferencia, martirizándola. Arola, que vive esencialmente de realizar una cocina vanguardista al alcance de muy pocos, dice a toda España que la calidad no es cara. Será por eso que cobra 160 euros por el Menú Gastro, 125 por el Menú Sergi, 105 por el Básico, etcétera. Arola ya participó en un programa de televisión que le perjudicó más que le ayudó, Esta cocina es un Infierno, reality en el que dirigía un grupo de famosos en la cocina. Arola busca, supongo, convertirse en mediático de la misma manera que lo es Adriá, o Arzak o Berasategui. Y salir en un anuncio del Lidl, aparte de la pasta, es un paso más.
La cuestión es que si yo soy un cliente de Arola y le veo aparecer en el Lidl me daría la impresión de que me ha tomado el pelo; o que me lo toma ahora. Su credibilidad se debilita. Y la credibilidad es lo más importante de la imagen.
El movimiento también es extraño para Lidl, porque Arola no es un cocinero tan conocido para su público. Mi madre no sabe quién es Arola, y la tuya tampoco (a menos que seas Arola y me estés leyendo). Si hubiera sido Arguiñano habría tenido explicación: un cocinero creíble y popular que intenta convencerte de que algo barato no significa malo; táctica de libro. Pero Arola no va a convencer a nadie, me temo: a sus seguidores porque jamás en la vida se meterían en un Lidl. Al mortal común, porque no saben quién es.
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No es el anuncio de Arola, sino una parodia del anuncio de lanzamiento del Calvo del Lidl. Que al menos es para echarse unas risas.