El caso de Ferrero es uno de los más fascinantes del marketing y la publicidad. Que una empresa que produce unos anuncios tan delirantes haya conseguido colocar su producto como ejemplo de la clase y el buen gusto entre las amas de casa -mi madre, por ejemplo- es una cosa. Pero es que además han grabado a fuego en el inconsciente colectivo símbolos tan poderosos como estos:
Ambrosio, el mayordomo-chófer, es uno de ellos. Hay tres mayordomos en el mundo: Jeeves, el de Tenn (siempre he pensado que se llamaba Bautista) y Ambrosio. Y apuesto a que cuando pedís el bombín y el bastón en casas ajenas llamáis a Ambrosio. Cuando pedís el bombín y el bombón. Y eso que puede hacer 20 años que Ambrosio no sale por la tele. (¿Ambrosio=Ambrosía? Cosas más raras he visto yo en publicidad)
Las frases: Las recepciones del embajador son famosas por su buen gusto internacional. Y la francesa diciendo: Mesié, con Ferrero Rocher nos ha realmente conquistado. Que lo he puesto en otro idioma porque en español es inencontrable (¿cómo es posible? ¿CÓMO ES POSIBLE? ¿Embajador=Wikileaks=Persecución estadounidense? Cosas más raras he visto), pero se hacen ustedes a la idea.
La música esa ratonera característica y el gesto de asentir para que el sirviente acerque los Ferrero (los últimos no llevan ni música ni gesto, pero para mí SÍ los llevan).
No, el pelo de Luis Miguel no. La pirámide de oro formada por Ferreros Rocher. ¡La pirámide formada por Ferreros! ¡UNA PIRÁMIDE DORADA DE FERREROS! Una cosa te digo: eso es un símbolo del tamaño de una catedral como ya no se hacen en publicidad. En serio lo estoy diciendo.
En fin, de todo esto hablaremos en profundidad algún día en el Cerdo agridulce, porque hay que añadir el amplio catálogo de Kinder Bueno y Kinder Schokobon y demás y no queremos entretenerlos a ustedes, porque todo lo que antecede era en realidad una introducción para mostrar un cartel que nos ha enviado la muy diligente Miralasuricata (visiten ustedes su estupenda web, Siete dioptrías):
La hostia. Sólo si las letras fueran doradas habría sido mejor.
9 comentarios:
Sólo comentaré que hoy asistí a una comida cuya anfitriona era italiana y a la de los cafés nos presentó una mini-pirámide ferrero roché. Me acordé mucho de usted.
¿Ha comido usted con Antonia Dell'Ate?
O como se escriba.
Informe más, por favor. ¿Puso la música? ¿Inclinó la cabeza para asentir al llegar el momento?
Jejeje. Anda que estarán buenos los bombones de porexpan. Pero de esto sé yo un rato. En las ferias he visto yo señoras intentando esconderse en el visón latas de conservas de exposición. Eso sí, menudo chasco al cogerlas y ver que estaban vacias. Un año, los del sucedaneo de caviar nos mandaron los botes de cristal pintados de negro porque estabamos hartos de que nos los birlaran a la mínima oportunidad. Pues ni por esas. Digo yo que debe quedar bien ponerlo en el frigo para que lo vean las visitas y parezca que sois muy finos y comeis "cavial". Lo malo es que te pidan que lo abras...
El colmo del buen gusto!
Os habéis fijado en el detalle de que Isabel habla de los bombones pero que se los come otra? "Yo eso no me lo meto en la boca, ni loca", seguro que dijo.
(Soy Neme).
Yo es que creo que no hay nada tan rapaz como una señora con visón. Nosotros que hemos estado en muchos saraos intelestuales de repartir croquetas hemos comprobado que son terroríficas.
Hola, Neme! Probablemente cobraba extra por comer. O a lo mejor se le deshacían las costuras.
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Este caso demuestra que si de algo tenemos ganas los españoles es de aparentar mas de lo que somos, aunque sea con unos bombones que estan al alcance de todo hijo de vecino.
Me gusta mucho su sitio. Excelente contenido. Por favor siga publicando cotent tan profunda.
Este fue siempre bastante que hay un montón de ahí a la espera de la derecha.
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