Nos pasa una cosa a los publiciteros, y es que tenemos mucha fe en la gente. En que la gente va a entender lo que les contamos. O que va a atendernos. O que lo que les decimos es tan interesante que se tomarán la molestia de analizarlo o archivarlo o hacer algo por su parte. A veces la fe en la curiosidad del ser humano es increíblemente fuerte:
No había más pistas. Mucha fe, ya digo.
1 comentarios:
Hay gente dispuesta a creer que la fe mueve montañas. Si eso no es tener fe, que baje Dios y lo vea.
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