¿Te imaginas?
Tú,
yo,
el pavo,
el sombrero,
las copas a un euro.
Y los micrófonos.
Cómo habría sido el día de después. Resucitar y sentir que igual la copa de Hendricks no era de Hendricks sino de Brummel. Pero, ¡eh! ¿Y lo que nos reímos?
Echo de menos los tiempos en que este me parecía un buen plan.
1 comentarios:
En las distancias cortas es donde Chiqui Palomares se la juega.
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