Ya todo el mundo ha hablado de la campaña electoral pitufa de Arias Cañete o de la de los abrazos de Valenciano, así que me la voy a ahorrar y voy a contaros tres cosas minúsculas que me llamaron la atención porque soy un enfermo que se fija en detalles como esos.
A Pablo Iglesias le llaman Pablemos, que me parece un apodo genial. Yo es que soy muy de apodos a los políticos. Mola más Pasionaria que Dolores, o Isidoro que Felipe González, Felipe que Felipe González. Me encantó que en los guiñoles del Plus Aznar bautizara a Zapatero como Zapatitos y desde entonces yo le decía eso mismo, Zapatitos (también le llamaron en su momento, dentro del PSOE, Bambi). A Rajoy yo creo que le beneficiaría que le pusieran un apodo en condiciones o algo (algo que no sea el Maricomplejines que le decía Jiménez Losantos). Ya lo he contado muchas veces, pero una vez estuvo en una manifestación (la de No a la guerra) y la consigna que más me gustó era una que gritaban y decía:
¡Mariano!
¡Rajoy!
¡Tu nombre es asqueroso!
El caso. Que lo de Pablemos está muy bien puesto, ya saben ustedes que este chico proyecta la imagen de ser el centro del Universo (no hace falta que les recuerde que está equivocado: el centro del universo es sin duda un lugar maravilloso excavado en la roca llamado Fraggle Rock). En sus carteles salía con más gente, pero...
Él en color y los demás en sepia. Me parece una preciosa metáfora de lo que parece el partido (habrá que ver ahora que están en la cresta de la ola cómo se comportan) y me imagino las reuniones viendo los bocetos. ¿Y quién diría lo de "Vamos a poner a Pablo en color"? El pelota del grupo. Yo creo que Jiménez Villarejo. Un pálpito que tengo.
Miren esto otro:
Creo que es la primera vez en mi vida que veo una pegatina electoral pegada en un árbol. ¿No es gracioso que sean precisamente los de Equo los que la pusieron? ¿Querrán decir algo? ¿Será biodegradable la pegatina?
Pero lo que más me ha llamado la atención es una campaña que animaba a votar y ha pasado, que yo sepa, completamente desapercibida. Y no puedo entender por qué.
Fíjense en la marquesina y discúlpenme la calidad de la foto:
No está mal. Tú decides quién dirige Europa. Ricardo, Pensionista. Muy bien. Pero yo no venía a hablar de Ricardo, sino de...
(expectación)
Jens y Sedsei. Diseñadores.
¿Pero qué espantajos salidos de Solomon Kane son estos? Con sus tatuajes, sus sombreros, su pelo sin lavar, su profesión de guays… Que por cierto, a ver si dejamos de poner profesiones guays en los anuncios. Basta de diseñadores, arquitectos, publicitarios y tatuadores de perros. La gente se merece ver gente normal con profesiones normales. Se merece ver menos fantoches.
Pero en realidad tampoco quería hablados de Jens y Sedsei (¿Sedsei no es el nombre del Caballero del Zodíaco Andrómeda?), sino de este otro anuncio. Es que estaba colocando el toro.
Wegene y Rudi. Pareja.
Pero qué cojones…
Aparte del sucio truco de sacar una negra y un minusválido en el mismo anuncio para así matar dos pájaros de un tiro (¡dos minorías representadas en un solo anuncio! ¡Bingo!), ¿a qué viene eso de pareja? ¿Es que es de eso de lo que trabajan? ¿Es para que no pensemos por qué está ella encima de él? ¿No es un poco raro poner al de la silla de ruedas en un bosque?
A mí la verdad es que toda esta gente me da pocas ganas de votar. Porque entre la amplia representación de seres humanos que había en las marquesinas no había ni una, repito, NI UNA, supermodelo en bikini. ¿Por qué no habéis puesto supermodelos en bikini?
¿Sabes lo que falta en publicidad electoral? Imaginación. A ver qué os costaba haber hecho por ejemplo estos carteles para animar al voto que he hecho yo en un rato.
Uno:
Tres:
Cuatro:
Y cinco:
Igual el texto hay que retocarlo un poco, pero de imagen está niquelado.