miércoles, abril 13, 2016

El caso de la mano perdida, de Fernando Roye

La editorial Sinerrata me proporcionó gentilmente un ejemplar de El caso de la mano perdida, de Fernando Roye. El resumen de lo que voy a contaros ahora es que me ha gustado y que deberíais comprarlo.


Como sucede en El secreto de las abejas, de Carlos Laredo, El caso de la mano perdida es una novela policíaca protagonizada por un peculiar guardia civil (es curioso cómo hemos ido recuperando a los agentes de la Benemérita como protagonistas de las novelas negras de nuestro país en lugar de como siniestros enemigos; el mérito primero, desde luego recae en Lorenzo Silva y su Bevilacqua). Pero los parecidos terminan ahí. Fernando Roye propone una historia más dura, ambientada en los primeros años del franquismo -hay incluso un cameo del Generalísimo- en el que no hay tanto humor y en cambio hay una crítica social que roza la amargura. Como sucede en otras obras de este subgénero que han empezado a llamar "rural noir", el paisaje es en gran medida metáfora de lo que sucede y marca el estilo de la novela; El secreto de las abejas transcurría en Galicia; este, en cambio, se ubica en un pueblecito de Sierra Morena.

El sargento Carmelo Domínguez, el "sargento hechizado" es un personaje que me parece redondo. Un padre de seis hijos, marido chapado a la antigua, que intenta trabajar lo menos posible y que tiene extrañas intuiciones -que quizá sea lo que menos me gusta de la novela; alguna deducción no está del todo razonada y hay que atribuirla a una "intuición"- que le permiten resolver los casos a los que se enfrenta.

Es también interesante el personaje que hace de Watson (para entendernos), el tiernísimo agente Benito Viedma, un joven con la cabeza llena de pájaros aficionado a las novelas policíacas, que supone un buen contrapunto con el veterano sargento.

Hay ya una segunda novela del sargento Domínguez y tengo mucha curiosidad por ver cómo evoluciona el personaje.

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