lunes, junio 22, 2009

Falcones contra Rus

El reto de Kalia Oxy Action (o como se escriba) estaba lanzado. ¿Quién firmaría más libros, Ildefonso "Soy Ken Follet con acento catalán" Falcones, o Rebeca "Ay, dame argo, payo" Rus? El día anterior Falcones había firmado la friolera de cuatrocientos y pico libros. Con mérito lo de friolera porque estábamos a 40 a la sombra. Era nuestro turno.

Rebeca llegó a la hora convenida, tranquila y tal. O eso decía ella. La cosa empezó bien. Nada más sentarse en la sauna de la caseta de Planeta (es una rabia que no den albornoces), una chica se acercó a que le firmara el libro:

Jajaja. Rebeca 1 -Falcones 0.

Iba llegando gente a buen ritmo y a Rebeca aún no le había dado una luxación. Batir a Falcones estaba dentro de nuestras posibilidades. Pero ya saben ustedes cómo son los escritores, exceptuando a Rebeca y a su seguro servidor: unos buitres (o falcones, ejem). Comenzaron los trucos sucios, como en cualquier guerra encarnizada que se precie. Aprovechando un descuido, alguien puso en la caseta de Planeta un paquete de libros al lado del de Rebeca.

Ahí, a mala hostia, ahuyentando posibles clientes.

Como a gente rastrera y sucia no nos gana nadie, nosotros usamos nuestros propios trucos marranos:



Un maromo de buen ver que, subido a unos patines, promocionaba las novelas de Rebeca y su compañera de firma, Vampirella.

Vampirella sin muchas ganas de firmar

Entonces Falcones hizo aumentar la temperatura de Madrid 10 grados con su potente Rayo Aumentador de la Temperatura de las Ciudades, para que la gente no se quedara por la zona y huyeran a los baretos cercanos. Pero nosotros contraatacamos:

Una orden nuestra y el tipo se desnudó.

Lo cual produjo más calor, claro, especialmente entre las féminas. Aún así Rebeca seguía firmando dale que te pego, así que Falcones envió a un sicario para derribar todo el tenderete, armado con un calcetín relleno de arena, así que yo me enfrenté a él valientemente, como se puede ver en este vídeo grabado por un espectador:




Yo soy el que no es un pollo.

El caso es que con el lío perdimos la cuenta de los libros que llevaba firmados Rebeca, y ahora no sabemos si pasó o no de 460. Así que ha sido un empate, técnicamente hablando.

Y eso fue la firma de libros, más o menos.

Para el año que viene esperamos volver a estar y enfrentarnos a Falcones y Follet a la vez. conociendo la manía que la industria armamentística le tiene a Rebeca, lo más probable es que nos enfrentemos a algún otro desafío descomunal, como por ejemplo, batir a Michael Crichton.

-Pero si Michael Crichton está muerto.

Y una porra. Eso es un truco para que cuando el año que viene revelen que está vivo, sus libros se vendan más. Y para que firme más. Lo mismo ha hecho Larsson.

3 comentarios:

Rebeca Rus dijo...

Ja, ja, jua, jua... Palomares vales todo el sueldo que NO te pago.

Hans dijo...

A ver si compro lo tuyo, Becky, que acabo de terminar con el Larsson (soy EL PRIMERO que lo compró en Zaragotham ;-D)

Alex dijo...

Rebeca, tengo tu libro en la lista de próximas adquisiciones literarias...peeero, al ver el "maromo promocional" me parece que no se lo voy a regalar a mi mujer, ¡las comparaciones son odiosas!. Exijo libros sin-maromo ya!

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