Hay un programa en La Sexta que me fascina. Se llama Crímenes imperfectos. Son documentales en los que se relata cómo la policía resolvió crímenes aparentemente irresolubles. Hay reconstrucción de las escenas, entrevistas a testigos y una moraleja final (que el crimen no renta porque te van a pillar seguro). Viene a ser como el CSI pero con muertos de verdad.
He pensado en él cuando vi la noticia de la modelo de Playboy asesinada. La cosa es especialmente horrorosa porque "la víctima había sido golpeada, todos sus dedos habían sido cortados, y todos sus dientes habían sido arrancados por la fuerza", se supone que para impedir la identificación. Sin embargo la han identificado y cualquiera de vosotros que sea tan cínico como yo dirá que lo han hecho por sus tetas.
Y tendrá razón.
Ha sido por las tetas. Por sus implantes de silicona, que parece que tienen número de serie. A ver quién es el guapo que se pone a escribir novela policíaca realista después de esto. O a ver quién es el criminal que planea el crimen perfecto después de esto.
He pensado en él cuando vi la noticia de la modelo de Playboy asesinada. La cosa es especialmente horrorosa porque "la víctima había sido golpeada, todos sus dedos habían sido cortados, y todos sus dientes habían sido arrancados por la fuerza", se supone que para impedir la identificación. Sin embargo la han identificado y cualquiera de vosotros que sea tan cínico como yo dirá que lo han hecho por sus tetas.
Y tendrá razón.
Ha sido por las tetas. Por sus implantes de silicona, que parece que tienen número de serie. A ver quién es el guapo que se pone a escribir novela policíaca realista después de esto. O a ver quién es el criminal que planea el crimen perfecto después de esto.
5 comentarios:
Definitivamente: como no tengas un alto horno en el patio trasero de tu casa, el crimen perfecto es bien jodido de perpetrar.
Yo también me enteré a través del suceso de que las tetas de silicona van seriadas. Esperaba que llevaran al menos macrochip.
Yo de hecho ya he decidido que a partir de ahora sólo asesinaré a mujeres que usen una talla de sujetador menor de 90, para asegurarme de que no tienen implantes.
Digo yo que sabiendo ya estas cosas, con lo trabajoso que es quitar piño a piño, dedo a dedo, pasar los implantes por la Thermomix tampoco es que te vaya a llevar el día entero. Y después tirarla al alto horno, claro.
Antes era todo mucho más sencillo. Garrotazo y a la zanja. Y luego a vivir la vida...
Pues ya se había visto en CSI: reconocían un cadáver por lo mismo, por las tetas.
(A mí lo que me encanta del programa ese es la estética noventera. Los peinados, las gafas, los pantalones sobaqueros... Eso es lo que acojona, y no los asesinatos.)
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