En esta casa somos muy fanes de las declaraciones de amor escritas en la pared, ahí para que todo el mundo se entere. También somos fanes de las declaraciones de amor en los videomarcadores de los estadios de fútbol, pero más de las que están escritas en la calle, porque estas están al alcance de todo el mundo. Bella mujer que lees El sabor del cerdo agridulce en tu casa, cómodamente vestida con una negligé que marca tu macizismo, si no has leído una declaración de ese tipo dirigida a ti en el muro enfrente de su casa, piénsate si de verdad tu novio te quiere y si no merecería más la pena echarte en brazos del (atractivísimo) redactor de estas líneas. Y manda fotos de lo de la negligé.
A lo que íbamos. Que siempre me acabáis liando. Que somos muy fanes de las declaraciones escritas en las paredes, y más cuando son como esta, que incluye muchas cosas que nos gustan, como los puntos suspensivos y las comillas:
Romanticismo del bueno, del que se pide en la tienda no importa el precio: Ponme cuarto y mitad de Bécquer... Con el bonito detalle del corazón en la i de Quiero, que eso siempre da puntos extra.
Mola. Y más cuando justo enfrente hay otra, escrita con el mismo rotulador pero por distinta persona, si algo sabemos de caligrafía. Pero el mismo romanticismo:
Puntos suspensivos también, pero no comillas. Bien el amooo, muy expresivo.
Pollo, Carmen:
No es por despertar "sospechas"... pero... os habéis preguntado... ¿qué hacían juntos y por qué compartían rotulador los que tanto os quieren?
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