Duelo a muerte entre Ipanema y Lactel para hacerse con el control del Cerdo Agridulce

Así es.

Hay un despiadado combate entre las dos historias que hemos cubierto últimamente para captar nuestra atención. Por una parte, la panadería Ipanema, reina del marketing de barrio, cuyos ingeniosos trucos para captar clientes nos ha hecho dedicarles varios artículos (el último este). Y por otro, Lactel, la marca heredera de nuestra Lauki de siempre, que cambia de nombre al tran tran (aquí el último).

Hete aquí que cada una busca nuevos argumentos para salir en el Cerdo agridulce. Ipanema, por ejemplo, ha puesto un televisor gigante en el escaparate:



De momento lo que ponen son PowerPoints con cosas de sus productos y familias felices:


Pero lo lógico es que tarde o temprano empiecen a emitir cortometrajes o espectáculos producidos por ellos, que es el futuro de la publicidad, como ustedes saben si son modernos. Puro entretenimiento para el espectador, porque será la única manera de atraerlos lo suficiente como para que nos presten atención. Porque en el futuro habrá sólo esas dos formas: atraer al espectador con algo que le interese para que acuda voluntariamente a nosotros, o sobornar al Cerdo agridulce para que nos saque en el blog. Cosa que aún no ha pasado pero confíamos en que ocurra.

Y en lo mismo está Lactel, que tras su rocambolesco cambio de nombre interruptus no sabe cómo llamar nuestra atención. Bueno, sí lo sabe:


Puleva, sí. No Lauki. Puleva. En esa empresa hay alguien con un trastorno de personalidad múltiple.