Estaba a punto de dar matarile a este convaleciente blog cuando el Amor, con A mayúscula, ha intervenido y me ha obligado a resucitarlo.
Resulta que ha aparecido en el barrio una pintada de amor, y ya saben ustedes que a nosotros las pintadas de amor nos pirran:
Me encanta la ambigüedad de esta pintada, que ni dice a quién va destinada ni quién la firma. De ese modo, todas las princesas del barrio se sentirán identificadas, y todos los tímidos del barrio podrán atribuirse la pintada cuando estén medio borrachos y a punto de intentar dejar de ser pagafantas.
Eso sí que es un acto de amor. Amor al prójimo, generoso, sin compensación, amor incondicional. Viva. Y bravo.
11 comentarios:
Si es que aún hay héroes! Un dia que andaba cabizbaja hacia el trabajo me encontré con una pintada que decía "sigue que vas bien->" ¿te quieres creer que me alegró el dia?
Seguro que durante la Revolución francesa también había pintadas como ésa.
Que romanticismo... De hecho esa pared me suena... ¿A ver si voy a ser yo la princesa?
Besos!!!
pobre blog no lo mates, lo queremos, nos aburrirermos mucho...
Apoyo la moción de anónimo. Lástima que no tengamos dónde atarnos, en plan Tita Cervera y su ¡no a la tala! Eh!, podríamos encadenarnos al teclado del ordenador y escribirsin cesar ¡no al blogicidio!
No sé, habrá que pensarlo.
Un beso!
Qué buen recibimiento a este humildísimo artículo!
Muchas gracias a todos por los comentarios. De momento no creo que el Cerdo agridulce se cierre. No cerrará hasta que no escriba y publique un artículo que llevos años dilatando por su explosividad social: El verdadero rostro de don Pimpón.
¡Está en borrador desde hace al menos tres años! Me debo un artículo a mí mismo.
Y, como los Lannister, yo siempre pago mis deudas.
MM, lo de atarse al ordenador no está mal, pero igual solo saturamos el servidor.
Lo de don Pimpón yo lo veo más para libro eh, que despues de Me llaman fuco lois, uno queda con ganas
¿¿¿Qué??? Hay una novela de Palomares y yo no lo sabía??? Por qué???
No me lo puedo creer. Porque ahora estoy en el culo del mundo (no digo dónde, por no ofender), pero cuando vuelva a Madrid me la compro!
Y eso se avisa, Palomares!!!
Es que pensaba que todo el hemisferio occidental lo sabía. Se llama Me llaman Fuco Lois, y está editada por EDAF.
¡Ya estoy de vuelta en Madrid! Voy a la búsqueda del libro, bien!
Un beso!
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