martes, marzo 27, 2012
lunes, marzo 26, 2012
Gente amargada de la vida
Me envía mi señor padre este hermoso ejemplo de gente que el caso es protestar:
Fíjense qué mala follá no dejar tocar el piano a alguien que toca bien el piano. Llega ahí Oscar Peterson y le dicen que ni se le ocurra acariciar libidinosamente las teclas.
Y apoyan el ruego-prohibición con las imágenes de dos pianos, no vaya a ser que no sepamos de qué objeto estamos hablando.
Fíjense qué mala follá no dejar tocar el piano a alguien que toca bien el piano. Llega ahí Oscar Peterson y le dicen que ni se le ocurra acariciar libidinosamente las teclas.
Y apoyan el ruego-prohibición con las imágenes de dos pianos, no vaya a ser que no sepamos de qué objeto estamos hablando.
lunes, marzo 12, 2012
Esencialmente, mi jefe es un cabrón, pero yo soy majete
Repasando fotos antiguas hechas con el móvil antiguo (ya veréis cómo lo notáis), me he encontrado con este bello ejemplo de lo fácil que es echarle las culpas al jefe:
En imprenta, un clásico Disculpen las molestias que les pueda ocasionar (por no permitir fiar), que a mí me recuerda poderosamente a la letanía de los que piden en el Metro. Firmado La dirección. Y en un informal tono, pero también firmado por La dirección (?), un Nos han prohibido fiar, echando la culpa de la decisión a otro que resulta ser él mismo; pero con letra manuscrita, como si tuvieran otra personalidad.
En imprenta, un clásico Disculpen las molestias que les pueda ocasionar (por no permitir fiar), que a mí me recuerda poderosamente a la letanía de los que piden en el Metro. Firmado La dirección. Y en un informal tono, pero también firmado por La dirección (?), un Nos han prohibido fiar, echando la culpa de la decisión a otro que resulta ser él mismo; pero con letra manuscrita, como si tuvieran otra personalidad.
viernes, marzo 02, 2012
Qué hacer con las manos cuando estás cantando
Las manos sobran cuando estás cantando, esto es así y lo sabemos todos los que somos cinturón negro de karaoke. Como cuando estás tumbado en la cama besuqueándote con una moza, con la intención de follar (spoiler), que siempre hay un brazo que parece que está de más, que ni sirve para agarrar culo ni para nada que no sea, como mucho, que la bella en cuestión apoye su cuello allí (ese brazo que se acaba quedando dormido, con lo incómodo que resulta eso).
Yo, de hecho, pienso que el micrófono es ante todo un invento para darle al cantante la oportunidad de hacer algo con las manos (pensad un segundo en Julio Iglesias, un poco no duele). Le pasa al bajo también, aparte de servir para que el chico simpático que no toca bien la guitarra pueda estar dentro del grupo.
Ahora si alguna vez os preguntan por qué el de Oasis o Jimmy Somerville cantaban con las manos en la espalda, podréis responder adecuadamente: Porque las manos sobran al cantar y no sabían qué hacer con ellas. ¡Gracias, Cerdo agridulce!
A lo que iba. Por pura casualidad me he encontrado este vídeo que demuestra que no es fácil saber qué hacer con las manos una vez que empiezas a cantar. Atiende:
Es el efecto negrata cantante de hiphop imitado por unos chicos muy cuquis. También es que les falta algo de coreografía, porque cada uno va a un poco a su lado, desde el estilo histriónico (soy muy fan del tipo que está en el centro, junto al oriental pelirrojo) al estilo No voy a follar en la vida del de la izquierda (ya te aviso que si lo consigues de todas maneras te va a sobrar una mano. Aunque a lo mejor eso ya lo sabes, ejem). Una vez agotados todas las posibilidades de movimiento de manos, a los pobres sólo les falta lanzarse en algún momento a dar palmas y bailarse un zapateado.
Yo a estos chicos les recomiendo que se busquen algo que hacer con las manos, por ejemplo fijándose en el mitiquérrimo Charles Aznavour y su pañuelo en un vídeo que gusta casi tanto en este casa como el de Tom Jones bailando enloquecido que ponemos cada trimestre:
Estos chicos del coro, que son muy listos (son de Oxford), se han buscado en cambio algo que hacer con sus manos con una elaborada y absurda coreografía que sin embargo mantiene sus manos ocupadas, es decir, que es una buena idea:
Otro día mostramos más ejemplos de qué se pueden hacer con las manos mientras se canta. Prometido.
Yo, de hecho, pienso que el micrófono es ante todo un invento para darle al cantante la oportunidad de hacer algo con las manos (pensad un segundo en Julio Iglesias, un poco no duele). Le pasa al bajo también, aparte de servir para que el chico simpático que no toca bien la guitarra pueda estar dentro del grupo.
Ahora si alguna vez os preguntan por qué el de Oasis o Jimmy Somerville cantaban con las manos en la espalda, podréis responder adecuadamente: Porque las manos sobran al cantar y no sabían qué hacer con ellas. ¡Gracias, Cerdo agridulce!
A lo que iba. Por pura casualidad me he encontrado este vídeo que demuestra que no es fácil saber qué hacer con las manos una vez que empiezas a cantar. Atiende:
Es el efecto negrata cantante de hiphop imitado por unos chicos muy cuquis. También es que les falta algo de coreografía, porque cada uno va a un poco a su lado, desde el estilo histriónico (soy muy fan del tipo que está en el centro, junto al oriental pelirrojo) al estilo No voy a follar en la vida del de la izquierda (ya te aviso que si lo consigues de todas maneras te va a sobrar una mano. Aunque a lo mejor eso ya lo sabes, ejem). Una vez agotados todas las posibilidades de movimiento de manos, a los pobres sólo les falta lanzarse en algún momento a dar palmas y bailarse un zapateado.
Yo a estos chicos les recomiendo que se busquen algo que hacer con las manos, por ejemplo fijándose en el mitiquérrimo Charles Aznavour y su pañuelo en un vídeo que gusta casi tanto en este casa como el de Tom Jones bailando enloquecido que ponemos cada trimestre:
Estos chicos del coro, que son muy listos (son de Oxford), se han buscado en cambio algo que hacer con sus manos con una elaborada y absurda coreografía que sin embargo mantiene sus manos ocupadas, es decir, que es una buena idea:
Otro día mostramos más ejemplos de qué se pueden hacer con las manos mientras se canta. Prometido.
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