La vida, en general, no lleva subtítulos.
Os voy a contar una pequeña historia de hace algunos años. Rebeca Rus y yo nos íbamos de vacaciones por primera vez juntos (Cretácico superior) y elegimos Irlanda. Bajamos del ferry en Dublín y nos fuimos en busca del metro ligero, el DART, porque nuestro alojamiento estaba en las afueras de Dublín y nos habían dicho que había que coger el DART.
En aquellos tiempos no había muchas posibilidades de aprender inglés para gente modesta como nosotros. Lo que hubieras aprendido en la EGB. No es como ahora, que puedes encontrar muchas maneras de aprender en condiciones: por ejemplo, esta lista de cursos de inglés conversacional. Quiero decir con esto que nuestro nivel de inglés era justito. Nivel de haber aprendido desmenuzando canciones de los Modern Talking (#truestory)
(Se les entendía mejor que a Van Morrison)
El caso.
Cogimos nuestras maletas y preguntamos a un señor cómo se iba a la estación del DART.
-¿A dónde vais? -nos preguntó.
Le entendíamos regular, francamente. Qué acento más raro tenía. Le explicamos que a la residencia de la universidad, que nos alojábamos allí, teníamos que tomar el DART y bla bla bla (intentamos pronunciar blah, blah, blah).
Nos dijo dónde estaba la estación del DART, pero nos dijo que mejor cogiéramos el autobús.
-Better dan de DART an de yuniversiti is onli faiv moils egüei.
Decía moils y no mails. Se recreaba en el moils. Claro, era irlandés.
Le dimos las gracias y fuimos a la estación del DART. Él nos acompañó diciendo que mejor cogiéramos el autobús. Mucho mejor el autobús. Estaba sólo a dos moils. Que cogiéramos el autobús. Era más barato. Las moils. El DART nos iba a dejar lejos. Coged el autobús. Ahí ya fue cuando nos dimos cuenta de que habíamos preguntado una dirección a un hombre que iba como una cuba. A lo mejor quería decir mails pero le salía moils, incluso.
Y venga a darnos la brasa (the brass). Y nosotros que apenas le entendíamos porque farfullaba como tu tío Antonio en las bodas, pero en inglés.
Total, que al final cogimos el puto autobús para que dejara de taladrarnos la cabeza. Y nos hicimos dos moils a pie porque la parada estaba a to take by the ass de la residencia. Pero vamos, que bien.
Ahora no nos pasaría. Habríamos ido sabiendo más inglés y nos habríamos dado cuenta de que ese hombre iba como una cuba. Y le habríamos evitado tras la primera frase. En fin. Que aprendáis inglés, niños. No os conforméis con ver series con subtítulos. Porque la vida muy raras veces lleva subtítulos.
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