lunes, junio 25, 2007

Homenaje a García Márquez

Las relaciones entre Literatura y realidad son estrechas y no siempre fáciles. Tendemos a decir eso de que la realidad supera a la ficción, y sabemos que en muchas ocasiones la ficción es inspirada por los acontecimientos reales. Por eso es más bonito cuando sucede al revés y es la realidad la que se inspira en la ficción. Por ejemplo, en el pueblo de mi cuñada, un pueblecito abulense donde se homenajea sin pudor los Cien años de soledad:

Al igual que en la novela de García Márquez los habitantes de Macondo perdían la memoria y recurrían al astuto truco de poner carteles a todos los objetos para poder recordar su función (Esto es una vaca, da leche, hay que ordeñarla todos los días), en Serranillos alguien entiende que es necesario especificar que una puerta es una puerta. Al contrario que en la famosa ilustración de Magritte, esto sí es una puerta. Bueno, vosotros ya sospechábais que era una puerta, así que igual esconde algún juego intelectual oculto cuyas sutilezas no captamos. Cuando yo era niño (el Abuelo Cebolleta contraataca) en el pueblo de mi padre había una vecina que siempre me decía: Hijo mío, no leas tanto, que los que leen tanto se vuelven tontos. No le faltaba razón a la señora, vistas las consecuencias, pero a lo que iba es que yo siempre pensé que era un caso obvio de desprecio a la cultura y ahora sospecho que no, que la señora hablaba en clave y estaba haciendo referencia al Quijote: ya sabéis, que se volvió loco de tanto leer novelas. Ella quería que yo le contestara con algo de Raymond Carver y yo no me daba cuenta. O algo.

O puede que la cosa de la puerta sea nada más un sentido homenaje a García Márquez, son cosas que pasan en los pueblos. Como ocurría en el de Amanece que no es poco, en el que el escritor argentino terminaba su novela y zas, resultaba que era un plagio de una obra de Faulkner. Y claro, le pillaban, como explicaba el maestro: "Pero hombre de Dios, cómo se le ocurre plagiar a Faulkner, con la veneración por Faulkner que hay en este pueblo".

6 comentarios:

Cayetana Altovoltaje dijo...

¿Pero tú no usas gafas? Pues quítatelas, sitúate a un par de metros de la puerta y dime si la ves o no. Yo no la vería. De todos modos, es más bonito pensar que en ese pueblo veneran a García Márquez que no que están todos presbíticos perdidos.
Grandiosa película Amanece que no es poco. Creo que es lo mejor que ha parido el cine español, después de Bienvenido Mr. Marshall.

tirkha/MAP/Miguel Angel dijo...

Este, como visitante habitual del susodicho pueblo me permito presentar mis dudas a la teoría del homenaje a García Márquez. Todavía si se tratara de un homenaje a Sabina (por lo del alcohol) lo entendería...

Anónimo dijo...

Jejeje, !que interesante la afirmacion de esa señora!. Yo debo tener mis momentos bipolares de esos en los que le doy toda la razon y creo que seria mejor que todos fueramos unos ignorantes pros y duros, y otros en los que la ignorancia me saca de quicio y creo que es el peor mal de la humanidad. en general me decanto por esto ultimo, pero a veces me desquicio y sueño con lo primero.

Anónimo dijo...

qué va, qué va, qué va...

yo leo a Kirkegaard


:)

Anónimo dijo...

Es que la ignorancia no debe confundirse con la bondad. Dijo Buñuel:
"Son pobres, y encima queréis que sean buenos".
Y para homenajear al guionista de "Amanece...", una anécdota:
durante 8 años he tenido el gusto de decir a mi padre, sin que él supiera de qué iba el tema:
-¡Señor Alcalde, todos somos contingentes, pero usted es necesario¡

Hans dijo...

'Amanece que no es poco' es la mejor película española desde la muerte de Franco.
Y por cierto, se dice 'fúlner'. Pronuncia bien, carape!
("Qué complicación, qué complicación, qué complicación si se te para el corazón...")

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