Bajo su apariencia angelical, esas bestias son animales salvajes:
Inquietante la manera en que mueve las orejas el bicho, ¿no? Me ha recordado este vídeo, por lo que no ha sucedido pero podría haber sucedido, a la historia aquella de Bokito, el gorila que se escapó del zoo de Rotterdam y le hizo algunos cariños a una mujer que le visitaba asiduamente y con la que había desarrollado una encantadora relación a base de sonrisas:
Me pregunto si los movimientos de oreja del koala serán lo mismo que las sonrisas del gorila. Desconfiad de los koalas. Desconfiad. Que hacen cosas muy chungas, recordad:
Mofli tiene sueño, Mofli se ha dormido. Ya. Claro.
lunes, julio 27, 2009
2 comentarios:
Una elementa que se llama Petronella Yvonne de Horde y visita a un gorila en el zoo CUATRO VECES POR SEMANA merece que la ataquen y mucho más.
Sus historias inspiran fabulosas búsquedas encadenadas por intrenés que mi empresa patrocina gustosamente. Vean qué gracioso esto. ¡Viva el marketing!
Eh, no te burles de las Petronellas. Mis dos madres se llaman así.
Me han encantado esas gafas, igual me compro unas, por si tengo que ir a juicio, como las gafas que se pone Homer en aquel episodio en el que le convocan como jurado.
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