Me envían un anuncio para aprender una nueva profesión, y lo ilustran con esta bella imagen:
¡Ese trabajo tiene pinta de ser apasionante! Fijaos en el tío, derrumbado sobre el escritorio. Él podía estar en la playa, pero prefiere estar ahí, rodeado de papeles y con dolor de tripa. Y ved a la mujer. Podría parecer que tiene cara de mala hostia y que odia su puesto, pero no, en realidad está concentrada.
Es lo que tienen los tiempos de crisis. Ya que con sonrisas y gente feliz no conseguimos vender, vamos a intentarlo de otra manera. Con amargados. Por probar no se pierde nada.
P.D. Sí, yo también me he fijado en que la chica tiene los pechos más grandes que la cabeza.