Ser mujer hoy en día es una labor ardua y tremendamente estresante.
A la conciliación laboral y familiar, al techo de cristal, al techo de cemento, al techo de granito y a los otros miles de techos de materiales super-resistentes e indestructibles con los que nos enfrentamos, hay que añadirle, además, un tipo muy determinado de esclavitud.
Me estoy refiriendo, por supuesto, a la esclavitud (o tiranía) de nuestro aspecto.
Ya lo decía Bridget Jones: ser mujer se parece bastante a cuidar un campo de patatas. Siempre hay que algo que arar, podar, sembrar, abonar, etc. A lo que yo añado, y es una labor tan interminable como las labores del hogar o como la peor telenovela venezolana. Vamos, un coñazo.
Como madre trabajadora ya bastante duro es para mí estar al día con el exigente calendario de cultivos, abonos y poda que la sociedad me exige. Yo lo intento, en serio, pero siempre hay algo que no está a la altura. Y cuando no tengo las uñas con el esmalte descascarillado, me han salido unos pelillos indeseables o tengo los poros obstruidos o las cañerías no fluyen como deberían.
¡Es que son demasiadas cosas!
Pero jamás, jamás de los jamases imaginé que tenía tan abandonadas mis partes… ejem, bajas. ¡¡Ehhhhhhhhh…!! no me malentendáis. Soy una chica limpia, de las que se duchan y lavan a diario, y cuido mucho no parecer un miembro del casting del Planeta de los Simios cada vez que voy a la piscina. Pero de ahí a preocuparme por los últimos looks en depilación del pubis va un paso más largo que aquel famoso que dio Armstrong.
Y todo esto viene a que la semana pasada me quedé loca al ver en el kiosko el último número de la revista Elle ( Nº 283. Abril 2010). En la mismísima portada aparecía el siguiente titular:
PUBIS. Los últimos looks en depilación.
Como podéis imaginar tuve que comprarla. Tenía que saber. ¡Y no pude esperar a llegar a casa! En la madrileña calle de Alcalá tuve que sentarme en un banco y bucear entre los anuncios de bolsos inasequibles y de cremas inútiles para dar con el artículo de marras.
¡Arggggggggg!
Según la revista Elle no sólo lo estoy haciendo fatal al no ponerme una mascarilla semanal ahí mismo una vez por la semana (para y cito palabras textuales “reforzarlo, darle brillo y que gane suavidad) sino que, peor aún, jamás le he dedicado ni un segundo de mi pensamiento a la estética de aquella zona. Vamos, que tenerlo limpio y ligeramente podado no es suficiente.
No, no, que va.
Aquí es necesaria una estrategia de diseño y cuidado que exige la intervención de un estilista, un asesor experto en partes pudendas y un pariente de Torquemada.
Y, como es típico en todas estas publicaciones femeninas, la contradicción es la norma a la hora de enfocar este tema. Aunque el artículo empieza con un discurso en defensa de la libertad de elección de la mujer y de que hay partes que deben escapar al conformismo imperante, termina estableciendo una lista de trabajos para cuidar nuestro pubis devotamente para reconocer que “en materia de depilación, como en tantas otras cosas, la moda manda”. Y la moda hoy impone looks naturales que sólo exigen depilaciones quincenales, mascarillas, pinzas y tijeras para perfeccionar el lugar.
Pero, oye, ¿quién sabe? Lo mismo el año que viene la moda impone depilaciones integrales y semanales, bisutería, mangas ranglan y mechas a dos tonos para darle profundidad y brillo a la melena.
Y yo me pregunto ¿es necesario todo esto? ¿Están hablando en serio cuando me proponen que le dedique tanto tiempo de mis pensamientos y de mis días a una cosa tan nimia? Y ¿cuándo pienso en las cosas que importan? ¿Cuándo me puedo relajar? ¿Cuándo puedo sacar tiempo para leer una novela? ¿O estar con mis hijas? Realmente... ¿esto es importante de verdad? ¿Dónde acaba la frontera entre la higiene y la vanidad absurda? ¿Qué va a ser lo próximo que van a intentar imponer? Y sobre todo, ¿cuándo puñetas voy a inmunizarme contra esta esclavitud/tiranía y a hacer lo que realmente me apetezca y no lo que diga Elle, Vogue, etc? Como Julia Roberts.
Ni depilación ni desodorantes, ella declara, así que imaginamos que tampoco usa mascarillas. Y sólo estamos hablando de la parte de arriba...
Ya decía Jane Austen en el mil ochocientos y tantos que “todo lo que consigue la mujer al intentar lucir más elegante es satisfacer su propia vanidad, nunca aumentar la admiración de los hombres”. ¡Cuánta razón tenía ya entonces la tía!
16 comentarios:
Lo he meneao, lo sepas. Siempre he dicho que el porno, a partir de los 90, ha hecho un daño irreparable a las mujeres de nuestra generación porque ha creado en los hombres unas expectativas irreales de lo que pueden encontrarse cuando una mujer se quita la ropa interior. Las mujeres... TENEMOS PELOS EN EL COÑO. Perdón por la vulgaridad, pero es que me suliveyo toa. Quisiera yo ver a alguno hacerse la brasileña con cera en los webecillos. Joer ya.
Pues gracias por el meneo.
El porno tampoco nos ha beneficiado a los hombres, la verdad. Antes cualquiera podía ser una estrella porno y ahora hay que ir al gimnasio, además de llevar un buen calzado. O ser Torbe, claro.
Ja, ja, gracias Cayetana. Pues mira, ayer mismo, en Sé lo que hicistéis... sacaron un vídeo de uno depilándose en directo y le faltó llorar (que no aullar). La monda, a ver si lo cuelgan ya en Youtube.
Acabo de eliminar el anterior comentario de un tal Anónimo. Ya sé que el tema da para mucho juego y para muchas risas (por eso, lo hemos publicado), pero, en absoluto da para insultar y perder la educación.
Venga, lo confieso: el artículo de la Elle lo escribí yo. El briefing era éste: haz que Rebeca vuelva a postear.
Bieeeeen!!!!!!. Rebeca está de vuelta y como siempre para matarme de la risa.
Que razón tenéis tanto tú como Cayetana. Por favor que prohiban el porno, el Elle, la depilación y a los hombres si me apuras (menos a Palomares)...
Y por favor, aunque el post ha merecido la pena, no te hagas tanto de rogar para el próximo ¿eh?
jajaja,totalmente de acuerdo Rebeca. Tentada estuve de comprar el Elle pero me negué: intuía que no lo iba a estar haciendo bien. ;)
jajaja, que buena publicacion... ser o no ser no?? :)
La foto de la Roberts es de verdad de la buena? jajaja.
"...reforzarlo, darle brillo y que gane suavidad"... ¿pero eso no era el lema de la Real la Academia Española?
Jajaja, lo que me he reido leyendo el post.
Tienes toda la razón del mundo.. se nos exige demasiado y ya se pasan.
Lo de ciertas revistas es muuy fuerte, mejor tomarselo a coña, por que si no..
¿En serio que hay que ponerse mascarilla ahi abajo? Yo no me la ponog ni arriba ¿??
Saludos!
Parece que El País se ha hecho eco de este post.
Es que Rebeca es una lideresa de opinión.
Como Palomares sabrá ya, llevo media tarde poniéndome al día en la lectura del 'Cerdo agridulce' y comentando bastante aquí, allá y acullá. Sin embargo, me abstendré de opinar aquí, que un caballero no habla de estas cosas. Eso sí, Doña Caye, como siempre: se puede decir más alto pero no más claro. Ea.
Excelente el post y ya lo dije por ahí que esto es solo moda, que cada día las grandes compañías de cosméticos son las únicas beneficiadas con todo esto.
Soy hombre y justo hoy le decía a una de mis fans jejeje que no se depile permanente porque luego no podrá cambiar de look, en lo personal soy de la idea de ver un día la vulva de mi mujer con un corte a lo brasileña, otro día como vino al mundo y otra porque no como el África pura para perderme en su basta vegetación y jugar al explorador.
Bueno ya basta esa es mi idea y que cada una haga lo que quiera con su coño.
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