Por ejemplo, en nuestro barrio abren una nueva panadería de lujo que va a hacerle la competencia a Valpan y a nuestros héroes del márketing y la promoción, Ipanema -de Ipanema hemos hablado tanto aquí que debería tener etiqueta propia, pero como no la tiene se puede leer algo aquí, aquí o aquí.
Granier es una franquicia de panes artesanales. Es curioso cómo de pronto aparecen en Madrid este tipo de tiendas como setas -Le Pain Quotidien, por ejemplo-. Hemos prestado muy poca atención al pan en Madrid hasta que ha empezado a ser realmente deleznable; entonces nos hemos dado cuenta de la importancia de un buen pan y pagamos un ojo de la cara por ellos. O los hacemos en casa, como Ligasalsas. El caso es que inauguran la tienda y ya en el exterior nos dicen lo que ofrecen:
Todo cosas ricas, como vemos. Producto, producto, producto. Y cuando se abre la puerta se puede ver esto:
Yo veo panes así y me entra el hambre instantánea y me digo: ¿por qué no me he traído la chaqueta con el táper de albóndigas en salsa?
El Departamento de Marketing de Ipanema ha contratacado de inmediato. ¿Cómo? Pues así:
Poniendo los trofeos de ajedrez que han ganado en el campeonato del barrio.
Se acercan emociones fuertes.
La batalla va a ser ÉPICA.
