Tú imagínate que tienes una empresa de construcción. Y llega el momento de ponerle nombre. ¿Ponemos nuestro nombre? Construcciones Palomares. Construcciones Facundo. Eso está muy visto. Busquemos algo especial. Que se note que somos distintos. Y aquí está la línea que separa los niños de los hombres.
Una mente cobarde la llamaría "El Acueducto", por ejemplo. Que nos lleve a algo monumental. Algo de construcción. Qué bien construían los romanos.
O puedes ser una mente audaz, desafiar las convenciones, ser un bucanero del marketing, a mí la Legión, etcétera y ponerle un nombre distinto:
Sí.
Construcciones El Churro.
Que ya sé que Churro puede entenderse como algo mal hecho o de poca calidad, pero bueh. ¿Quién puede resistirse a unos churros con chocolate? Yo no. Pues entonces.
Tienen página web y todo. Que está En construcción, naturalmente.
2 comentarios:
Y así fue como Antonio (¿Antoino?) montó un negocio con el objetivo de neutralizar su mote de toda la vida, "El Acueducto", con otro de mas empaque.
Jajajajajajaja!
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