martes, febrero 26, 2013

Taylor Swift en plan chuleta


A Taylor Swift imagino que ya la conocen ustedes, pero por si acaso no, hay que decirles que es una chica pizpireta jovencísima que se está forrando gracias a hacer cancioncitas inofensivas como esta:



Es de una inocencia conmovedora, y yo no tendría nada en contra de ella si no fuera porque en ese vídeo aparece de vez en cuando este sujeto:

 

Al que me encantaría dar una paliza, la verdad. Que cierres la puta boca, coño.

El caso. Que Taylor se ha especializado en canciones y vídeos tirando a moñas. Aquí, por ejemplo, la vemos compitiendo consigo misma por el amor de un maromo. Nótese que la buena es la casta rubia y la mala es ella misma de morena:


Qué monada de chica.

Claro, lo poco agrada y lo mucho empalaga, como dice mi madre.

Y tanta inocencia y tan ser tan cuqui acaba pasando factura, así que los asesores de Taylor han decidido, leo en los papeles, crearle una imagen más adulta, eufemismo que suele significar que va a enseñar más cacho y a posar el FHM. O teñirse. El caso es que está más macarra y como muestra no hay más que ver los póster que van pegando de su nuevo disco (sí, todo era una introducción para esto:



La verdad es que tampoco es que sea superrebelde la chica. Qué difícil es ser rebelde con flequillo. Los shorts parece que van a volver a ser tendencia este año; nos alegramos. El caso es que igual es un tema de actitud, de marcar paquete. Porque todo el cartel es muy de marcar paquete. No me refiero a Taylor, que se hace aquí uno de esos escorzos caravagiescos que tanto nos gustan aquí, sino al texto que la acompaña. 6 Premios Grammy, dice. Y luego lo importante, lo que demuestra que es una estrella.

Vamos a verlo con zoom manual, que es como se ven las cosas:
 

68 millones de discos vendidos, que se dice pronto. Ahí, uno detrás de otro. En un tiempo en el que mira que es raro comprar un disco.

Y 61 millones de seguidores entre Facebook y Twitter. Qué curioso que esto se considere ya una medida de éxito. No es de extrañar que tanta gente compre seguidores ficticios, con tal de engordar la estadística. Yo igual me compro un millón o dos.

Y cien mil millones en YouTube. Suena a cifra dicha a voleo, la verdad, al buen tuntún, suena al chiste de Faemino y Cansado, que se va a poner las pantuflas y no puede porque se encuentra dentro de una cien mil millones de pesetas.

El disco, nos avisa el cartel, está a la venta en todas partes. EN TODAS PARTES. Nada menos, ¿eh? Te lo encuentras en la Fnac y en la charcutería de los Hermanos Rebollo. Baja, Modesto, que sube Taylor. 

Yo no sé si Taylor ya es macarra en sí misma (esos brazos en jarra son muy sospechosos), pero que sus carteles ya lo son no me cabe ninguna duda.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y lo que es más importante para ser rebelde de verdad. Tener los arrestos para pisar con tu cartel a uno de Andy&Lucas. Ahí es ná!

Palomares dijo...

Jajaja! Sí, es verdad. Macarra, macarra.

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