viernes, octubre 03, 2008

Estupideces para chicas

Así definen el género Chick Lit en el número de este mes de la revista Qué Leer.

Y ¿qué puedo decir yo? ¿Qué estoy indignada? O, mejor aún, pongo cara de chula y disparo un “Are you talking to me? Are you talking to me?” mientras empuño un arma.


Poner mi cara encima de Robert de Niro y os haréis una idea de cómo me siento hoy.


Expresiones del Especial de Qué Leer como la que titula este post o que las nuevas escritoras post-feministas provocan “furor uterino entre las lectoras” me enervan. Otras expresiones como que “si Emma Bovary levantara la cabeza y se topara con las protagonistas de las novelas de las citadas Keyes, Fielding, Bushnell […], volvería a darle un trago a su botellín de cianuro” han provocado que hoy esté buscando en Ebay una Avtomat Kalashnikov modelo 1947. ¿O existen ya las bombas atómicas unidirigidas?

La verdad es que como aspirante a escritora de este género empiezo a estar un poco cansada de tener que estar luchando constantemente contra manidos estereotipos, prejuicios y estupideces del estilo. ¿Qué pasa? ¿Que porque no escribo sobre la paz mundial, sobre lo insoportable que es la existencia del ser humano, sobre el Holocausto o mis personajes no están al borde del suicidio mis novelas carecen de la seriedad suficiente como para ser clasificadas dentro de la Literatura Con Mayúsculas? ¿Qué pasa? ¿Qué como soy mujer y mi protagonista es una mujer que no se toma demasiado en serio a sí misma mi novela ya no es una novela seria? Ya he hablado anteriormente en este blog sobre las diferencias que se hacen muchas veces entre unos libros y otros dependiendo de si el autor es hombre o mujer, así que no me voy a extender más sobre el tema, aunque no es por falta de ganas.

La verdad es que es duro, mucho, intentar defender un género en el que los críticos y los periodistas literarios sólo quieren ver mujeres superficiales, consumistas, obsesionadas por los kilos de más y eternamente enganchadas a la idea de encontrar un príncipe azul. Ninguno de ellos quiere ver que el género chick lit es mucho más que eso. Es una actitud ante la vida, una radiografía más o menos acertada, nunca crítica, de la mujer del siglo XXI con sus cosas buenas y también sus fallos. Una radiografía en la que se le intenta quitar la seriedad a los dramas de la vida diaria porque esta nueva mujer, ante todo, sabe reírse de sí misma, sabe no tomarse demasiado en serio (algo que debería extenderse un poco más entre el resto de la sociedad).

Sí, es verdad: no escribimos sobre el hambre en el mundo, los conflictos armados internacionales o sobre complicadas tramas políticas. Pero nuestros temas también son serios, porque son Nuestros Problemas. Los del día a día, los que sufrimos todas (y también todos) cuando cogemos el transporte público, cuando vamos a nuestro trabajo y nos enfrentamos a una carrera profesional, cuando tenemos que enfrentarnos a la falta de dinero, a la soledad, a las facturas o al primer amor. Cuando discutimos con nuestra mejor amiga o con nuestra madre, cuando queremos comprar una casa y no nos llega el dinero para pagar la hipoteca, cuando hay un obstáculo que nos impide conseguir nuestros sueños,…

Pero, una vez más, no interesa contar la verdad. El chick lit vende cada vez más en todo el mundo, tiene más adeptas, más autoras y más editores dispuestos a subirse al carro de cifras. ¿Es eso un sinónimo de mala calidad? Bueno, pues es como todo. Habrá novelas buenas y malas en el género. No todas las novelas del género fantástico están a la altura de la obra de Tolkien, ¿no? Sin embargo, en el caso del género en el que estamos hablando parece como si se nos juzgara a todas por los 3 o 4 títulos, por los mismos roles, por los mismos estereotipos, por las enormes bragas de Bridget Jones y por la obsesión de Carrie con hacerse con toda la colección de Manolos de Nueva York. Basta ya, señores. No todas las novelas escritas por señoras y dirigidas a señoras están centradas en el consumismo exacerbado. No todas las autoras respondemos a este estereotipo:


Y algunas usamos subordinadas y muchos adjetivos. Y otras no. Bueno, podría seguir así hasta el infinito. Pero ¡es que es muy triste que una publicación dedicada al mundo de la literatura sea tan tajante y utilice un tono tan peyorativo con todo un conjunto de autoras y novelas! Sobre todo, porque Qué Leer debería tener como objetivo principal difundir la cultura, rastrearla, estudiarla y prograpagarla. Nunca atacarla. O reducirla a una serie de clichés.

Otra cosa bien distinta es lo que viví ayer en la televisión. Como algunos sabéis, tuve la oportunidad de participar en el programa Espejo Público de Antena 3, y pude comprobar en persona que en este caso, sólo puedes centrarte en una pequeña parte de tu trabajo para llamar la atención del público en general. Entonces te ves obligado a entrar en los clichés por narices, en televisión el tiempo es oro, el mensaje debe ser atrevido, directo y corto-super-corto. Llamar la atención es el único objetivo, incitar a la compra, provocar el interés. Quizás me hubiera gustado abordar más el género, explicar las estructuras, citar a otras autoras, hablar de mi libro (como Umbral) y mucho más, pero sé que eso no le interesa al espectador medio y que mis segundos de fama son efímeros y tengo que aprovecharlos como sea.

En breve, pediremos permiso para subir a este blog el vídeo del programa y podréis opinar sobre la entrevista (no se admiten críticas sobre el aspecto físico de una servidora, que tiene menos fotogenia que un rinoceronte con varicela).

Hasta que llegue ese momento y mientras intento calmarme, seguiré buscando en Ebay una Avtomat Kalashnikov modelo 1947 o, en su defecto, una buena navaja suiza.

38 comentarios:

Anónimo dijo...

Como lectora del género, yo también estoy indignada.
"Furor uterino" "objetivo, el príncipe azul y el matrimonio", y Madam Bobary, ejemplo de personaje femenino, no como Bridget Jones, que no es más que una parodia de mujer, según la autora del artículo. Por que claro, la Bobary sí que tenía problemas, no como las mujeres de hoy en día...
Reconozco que me gusta el chic lit, el bueno, claro, aunque no es mi género favorito, la CI-FI, pero desprestigiar todo un estilo y una forma de narrar de esa manera, y ningunear a todas las autoras a la vez, y llamarnos subnormales a las lectoras, me parece alucinante. Eso sí, de reclamo una portada a todo color que parece presagiar al menos que la autora del artículo sa va a haber leído alguna de las novelas de las que habla, cosa que yo dudo seriamente, la verdad.

Yo también estoy indignada, Rebeca.

Angua

Anónimo dijo...

Me escapé a las diez y media de mis compromisos laborales como cuando Peter Griffin y sus secuaces están el en bar y Joe empieza a llorar: marcha atrás y a cámara lenta. A las once y cuarto llego y enciendo la tele creyendo que me lo había perdido. ¿Os dieron mientras esperabais canapés o un café al menos?

Cual es mi sorpresa cuando veo que el reclamo no es el Chic Lit, sino la literatura erótica-romántica destinada a mujeres. Como no he leído la novela de tu compañera no me ubiqué del todo, hasta que me di cuenta de que aquello era el gancho.

No sé, creo que los entrevistadores se centraron en un solo tema y mucho se quedó en el tintero. Pero bueno, es Espejo Público, no se le pueden pedir peras al olmo.

Al realizador, si lo conocéis, dadle una colleja de mi parte.

Por cierto, Rebeca, que saliste muy bien. Y muy relajada y resuelta.
Ole por ti.

Anónimo dijo...

Por más que me lo propongo siempre acabo escribiendo Chic en vez de Chick.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, Rebeca. Como estoy haciendo un master de género tengo previsto hablar en mi blog sobre cuestiones como las que abordas. Ya os lo enseñaré. Qué difícil es el mundo para las mujeres aún en el s. XXI.
(y no es por hablar de mi blog, como tú de tu libro, que nunca vienen mal tampoco, la verdad, pero la semana pasada dediqué un par de entradas al mal quehacer de los periodistas televisivos en cualquier tema en general. Indignada continúo y mucho más que seguiré)

Palomares dijo...

Lo que más gracia me hace de este tipo de artículos es cómo critican los clichés de las novelas ("la mujer, sometida a unos estereotipos vacuos y bla bla bla") usando argumentos cliché: no hay artículo de estos que no hable de los manolos, la báscula de Bridget Jones y los cuentos de hadas.

Anónimo dijo...

Tienes más razón que una santa, el artículillo del Qué Leer es como para hacerse adicta al Kalashnikov. Claro que qué se va a esperar de periodistas que perpetran artículos sobre temas de los que no saben nada, pues eso, topicazos hilvanados sin pena ni gloria.

Y respecto al asunto de la literatura políticamente correcta... Anda que no hay megabodrios "sobre el hambre en el mundo, los conflictos armados internacionales o sobre complicadas tramas políticas"...

Es lo que escribí en Autoras en la Sombra, que lo que vivimos cada día, como tú bien dices: "lo que sufrimos todas (y también todos) cuando cogemos el transporte público, cuando vamos a nuestro trabajo y nos enfrentamos a una carrera profesional, cuando tenemos que enfrentarnos a la falta de dinero, a la soledad, a las facturas o al primer amor"...; de todo esto, no solo es de lo que habla el chick-lit, sino Turgueniev, García Marquez, Philip Roth, Galdós o Baroja.

Creo que me estoy convirtiendo en una agnóstica de los géneros (literarios).

Respecto a tu entrevista no pude verte, pero en ese tipo de formatos televisivos poco se puede hacer más que incorporarse al show que el programa quiera montar ese día.

A ver si cuelgas el video y podemos ver a la escritora (nada de aspirante) de chick-lit con menos fotogenia de la historia del chick-lit. ;-)

Kaguya-Hime

Pedro dijo...

¿Qué leer?
Cualquier cosa menos Qué Leer.

Como dice Palomares, clichés para atacar presuntos clichés.

Ánimo, Rebeca.

Anónimo dijo...

A mí me encantó Sabrina 1 - El Mundo 0, y era la primera novela de ese género que leí. El mundo ya es demasiado gris como para amargarnos las lecturas. Gracias Rebeca porque tu novela me hizo sonreir.

Istar dijo...

yo estoy indignada como lectora del género. Yo leo de todo y la verdad me divierte mucho leer este tipo de novelas lo cual no quita que lea clásicos u otro tipo de libros sin considerar unos mejores que otros, pero es que además conozco gente que no ha leido en su vida y que ahora debora este tipo de libros: yo solo digo que por eso le dieron el principe de la concordia a la j.k, rowling.

Istar dijo...

yo estoy indignada como lectora del género. Yo leo de todo y la verdad me divierte mucho leer este tipo de novelas lo cual no quita que lea clásicos u otro tipo de libros sin considerar unos mejores que otros, pero es que además conozco gente que no ha leido en su vida y que ahora debora este tipo de libros: yo solo digo que por eso le dieron el principe de la concordia a la j.k, rowling.

Unknown dijo...

Ese artículo ataca al género no a algunos libros del género. No discrimina porque para la autora no hay libros buenos y libros malos sino géneros buenos y géneros malos.

Palomares dijo...

En efecto, Lady, el artículo es un vapuleo del género y no de un libro en concreto. Para los que no hayan leído el artículo y el post de Rebeca pueda haberles llevado a confusión, no hay ninguna referencia a Sabrina o Rebeca -vamos, que no es que hayan atacado a nuestra escritora favorita y por eso estamos enfadados-. El artículo se limita a despreciar el género en su conjunto con ese estilo prepotente y perdonavidas habitual del gafapastismo oficial. Hace no mucho los blancos favoritos eran -son- la ciencia ficción y la novela negra -que ya tiene más prestigio-. Ahora le ha tocado el turno a la chick lit.
Supongo que en el XIX le zurrarían a los folletines en conjunto, sin distinguir entre Fantomas y Dickens.

Anónimo dijo...

A mi Tolkien, con perdón, me parece aburridísimo y detestable. Esta muy bien escribir harto de grifa ¿pero tanta?
Y el "cabeza pensante" que escribió este artículo, se nota que está necesitado que al menos el 0,001% de las lectoras de chick lit le lean a él.
Vamos seguro que él necesita un útero más que nadie y que si Bovary levantar la cabeza vomitaría el cianuro para decirle a este individuo 4 cosas.

Lara (Cosasmolonas.com) dijo...

Bueno, en realidad quien escribio el articulo era una chica...

Anónimo dijo...

A mi Tolkien, con perdón, me parece aburridísimo y detestable. Esta muy bien escribir harto de grifa ¿pero tanta?
Y la "cabeza pensante" que escribió este artículo, se nota que está necesitada que al menos el 0,001% de las lectoras de chick lit le lean a ella.
Vamos seguro que ella necesita un útero más que nadie y que si Bovary levantara la cabeza vomitaría el cianuro para decirle a esta individua 4 cosas.

Tanto monta, monta tanto.....

Lara (Cosasmolonas.com) dijo...

Jajaja

Bueno, cuando insultan la novela romantica siempre presuponemos que es un hombre, pero casi le tiene más mania las mujeres.
Un día en la FNAC casi le doy un capón a una treintañera que miraba los libros y decia, muy en alto, que assscooo mira que assscooo, yo creo que se sentia bien menospreciando el género y diciendo yo estoy por encima de todo esto. Y es que aquí hay cosas malas, cosas buenas, y cosas buenisimas, como en todos los géneros.

Anónimo dijo...

A mi lo poco que he leido de tu novela sea chick lit o sea lo que sea me ha parecido malo, pero malo, malo. No tiene ni gracia, ni ritmo ni nada. Así que no te escudes tras los supuestos prejuicios y esfuérzate un poco más o asume que no escribes bien, independientemente del género.

Palomares dijo...

Querido Anónimo: gracias por tu mensaje para enseñarle a Rebeca cómo debe escribir, menos mal que alguien se lo dice porque ya se me estaba poniendo chula.

Me confunde un poco una contradicción interna en tu mensaje: dices que llevas leído un poco de la novela (lo cual implica que sabes leer) pero al mismo tiempo ignoras, como ya hemos dicho, que el famoso artículo no habla en absoluto ni de Rebeca ni de su libro, es un simple ataque al género (que lo ignores hace pensar que no sabes leer). Vamos, que Rebeca no se escuda porque no la atacan en absoluto.

Gracias por el consejo, en cualquier caso, y por haberte molestado en entrar en esta santa casa a insultarnos, muy amable por tu parte. La salida está ahí, llama cuando llegues a casa.

Anónimo dijo...

Sé leer y me da igual que Rebeca hable del artículo: ella habla del artículo y yo hablo de Rebeca, ¿pasa algo? Y sí, opino que en sus palabras de defensa para el género chick lit hay una defensa tácita de su propia obra. "Como desprecian el género sin conocerlo se pierden las obras maestras, que las hay". Insisto: habrá cosas muy dignas en chick lit (los Dickens y los Tolstoi) pero no es el caso de Rebeca, mala suerte.

Ah, y no he insultado a nadie. Decirle a alguien que no escribe bien no es un insulto.

Palomares dijo...

Ah, perdón. Debo haber malinterpretado este hermoso piropo: "me ha parecido malo, pero malo, malo. No tiene ni gracia, ni ritmo ni nada".

Asumir que Rebeca defiende que en el chick lit puede haber obras maestras porque piensa que la suya lo es resulta, cuando menos, excesivo. Pero de alguien que tiene la arrogancia de venir aquí a dar consejos paternalistas amparado en el anónimato ("esfuérzate más o asume que no escribes bien") no es sorprendente.

Que reitere que la defensa de Rebeca es del género y no de su obra supongo que te resbala, pero ya que estamos sí que pasa algo si estamos hablando de una cosa y tú aprovechas que el Pisuerga pasa cerca para criticar con tan malos modos la novela de Rebeca: que pienso que es mear fuera del tiesto y no lo voy a consentir, porque es una cobardía.

Una lástima que no te haya gustado el libro; hay gente a la que no le gusta y gente (me atrevo a decir que mucha más) a la que sí. Lo que no es de recibo es a) las formas, b)la oportunidad, c) el lugar.

Dicho de otro modo: yo no me meto en la página de Ken Follet para, cuando están hablando de los bestseller, ponerle a parir a él. Y espero la misma mínima educación de los demás.

Anónimo dijo...

Pero cómo es posible que aparezca un tipo aquí, desde el anonimato, y le dé caña a Rebeca por criticar un artículo, que tampoco se ha leído (no sólo es el libro lo que se permite poner a caldo sin haberle dedicado 5 minutos) aparecido en una revista supuestamente literaria.
Y eso que se ha molestado en buscar el blog, y que habla de "Rebeca" como si fuera su prima y hubieran ido al cine juntos ayer...
"Yo hablo de Rebeca..." Pero tú qué tienes que hablar, si no te has leído la novela, ni el artículo, ni nada de nada? Pasito atrás, y respira, que nadie, ni ella, compara a Rebeca con Cervantes o Tolstoi, ni falta que le hace.
Pásanos tu arte para que estemos en igualdad de condiciones y evaluemos tus ritmos de escritura, y tu estilo narrativo. Comenta dónde te publican, y enlázanos tus blogs.
he sido elegante? me quedo con ganas de ser más elegante, Txiqui...
Angua

Anónimo dijo...

El comentario "me ha parecido malo, pero malo, malo. No tiene ni gracia, ni ritmo ni nada" se refiere al libro, es una opinión. A Rebeca no la insulto.
Lamento que una simple opinión te escueza tanto porque lo cierto es que el tono es adecuado y en absoluto grosero pero está claro que aquí solo se reciben bien las críticas positivas. Lo siento pero me molesta que Rebeca diga que si una novela no es profunda, densa o llena de amargura parece que ya no es respetable. Personalmente no critico Sabrina por eso, al contrario, es su falta de pretendido ingenio, ligereza y frescura lo que me inspira rechazo. Precisamente porque me merece un gran respeto el humor detesto verlo mal hecho.

Anónimo dijo...

Angua: no soy un tipo, soy una tipa. Y la verdad, tu estilo me da taanta pereza que no tengo nada que decirte.

Anónimo dijo...

ja!
Pues si pretendes no decir nada, eso, no lo digas, pero se ve que eres "doña erre que erre", además de perezosa. Lo tienes todo, guapa.
Sigo sin entender cómo, sin haberte leído la novela, hablas de su "pretendido ingenio, ligereza y frescura", lo pone en la contraportada?
Yo he trabajado con los dos, Txiqui y Rebeca, y te aseguro que me ha tocado criticar lo que escriben, desde un punto de vista estratégico, no siempre positivamente. Ambos saben aceptarlo, pero claro, nunca les he dicho que algo no me gustaba por pereza, o de oídas.
Son formas diferentes de criticar. La proactiva, y la patosa. Si me permites un consejo profesional,tú deberías trabajarte un poco el tema del estilo troll, te falta madurez escénica.

Angua

Anónimo dijo...

¿Madurez escénica? ¿A qué te refieres?

Lo de lo tienes todo, guapa... qué Maripuri te ha quedado.

Y si explicarme y aclarar interpretaciones malintencionadas es ser doña erre que erre... pues vale.

Y troll lo serás tú. Fea (¿feo?).

Anónimo dijo...

Lo que yo te decía, puritito troll.
Los trolls son feos, todos, los chicos y las chicas, y tú no eres una excepción.

Y madurez escénica quiere decir rodaje, soltura, desenvoltura, y clase. Lo que un troll feo con madurez escénica tiene. Pero eso se soluciona perseverando, y ya se ve que tú, de eso, sabes un rato. De perseverar, de otra cosa, no sé yo. Trollecita mía.
Por cierto, pasas algo que hayas escrito para hablar sobre lo tangible, o seguimos con este diálogo tan brillante que te estás calzando? Yo, ya puestos, en el lodo me manejo bien, pero tú igual te estás rebajando mucho para tu nivel...
Angua

Anónimo dijo...

No sé si escribiré bien o mal, pero lo que es provocar se me da de lujo, nunca había visto éste cotarro tan animado... Y he conseguido sacar lo peor de algunos, ¡cuanta hiel!
Noto que queréis más, pero paso. Ya me he cansado de jugar con vosotros. ¡Adiós!

P.D. No os paso nada que haya escrito porque no tengo aspiraciones literarias y además con tan mediocres jueces...

Anónimo dijo...

Uy, lo peor de mí no lo sacas tú ni aplicándote una semana :)

Y sí, lo de lo trolls es, precisamente, provocar. Continúa así y te querrán en todos los foros. Como dijo una vez Txiqui, qué es un blog sin un troll? Un jardín sin flores.
Aire, guapa.

Angua

Anónimo dijo...

No pienso meterme en más foros.
En éste he entrado porque os conozco personalmente y me caéis mal y me apetecía meterme un poco con vosotros.

Anónimo dijo...

No me digas! como si no nos hubiéramos dado cuenta!
¿te crees que somos idiotas? "Rebeca" por aquí, "Rebeca" por allá, "eres chico o chica", "pretendido ingenio, ligereza y frescura"

La envidia es muuuy mala, y le hace daño al alma. Háztelo mirar.

Angua

Palomares dijo...

¿Te caemos mal y eres mujer?
¿Mamá? ¿Eres tú?

Rebeca Rus dijo...

Joooooo... se va una un momento a la vida real a hacer de madre y os montáis una fiesta privada sin mí.

Anónimo, no te lo tomes a mal, es que no estamos acostumbrados a que entre gente en nuestro blog a insultarnos sin venir a cuento y pretenda, encima, darnos lecciones sobre una cosa de la que no tiene ni idea.

Conclusión (que acabas de confirmar): has entrado aquí a malmeter. Pues, malmete, hombre (o lo que seas), que siempre mola tener archienemigos.

Críticas como la tuya me las tomo con mucho humor, ya que no tienen ni valor, ni base, ni argumentos, sólo mala leche y, como dice Angua, ¿envidia, quizás? Me parecen mucho más constructivos los mails que me llegan de lectores reales que me sugieren hacer este cambio o mejorar esta otra cosa. Pero, no te voy a pedir un esfuerzo intelectual así de grande.

Te recomiendo que tú también te lo tomes por la vía del humor, al que respetas tanto,y pienses en la gracia que nos hace nosotros que hayas invertido tu tiempo en buscarnos, insultarnos y darnos pie para unas risas a tu costa. Y más gracia nos haría, si además hubieras invertido tu dinero en comprar la novela y contribuido así a pagar un poquitín de nuestra hipoteca.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Palomares dijo...

Se me acabó la paciencia.

Como ya está claro lo que pensamos todos y qué se puede esperar de cada uno, la discusión deja de tener sentido, así que voy a pulirme cada nuevo comentario.

PopiAdMan dijo...

Habemus troll en este jardín forero con tan lindas flores!

Anónimo dijo...

Ias [es como hola :P] creo que le das muchas vueltas al asunto u.u ... en vez de preocuparte por los que critican el genero, burlate de ellos por no entenderlo. Viven en una burbuja, siguiendo los pensamientos de los otros. Uno dice horrible, todos igual... no te condenes ^^, disfruta escribiendo, que es la verdadera pasion :D

besos, cariños, saludos, mas besos

Anónimo dijo...

Ole manifiesto!!! con dos narices. en mi caso soy ingeniera, con master y una opo sacada con 27 años y cuando hablo de este tipo de literatura -que me la bebo, por lo que si estoy de acuerdo en cuanto a los matices de calidad que dices- o se deja asomar mi libro por el bolso me tildan de superficial, materialista, niñata... de todo he oido.
Por cierto, mi profesión sólo la he puesto para ilustrar el comentario, pero como si hubiera optado por ser domadora de elefantes, lo que defiendo es las diferentes facetas que todos tenemos en la vida. ah! y estoy enganchada a la saga crepúsculo aunque la media de edad del lector me quede 15 años por debajo. ea

May dijo...

Rebeca, aunque llegue tarde (he conocido ahora este blog), me reitero en lo que te han dicho: tú ni caso. Me da la impresión de que el autor o autora de ese artículo no ha leído ni una sola novela chick-lit y se ha limitado a repetir los comentarios negativos que corren sobre el tema.
Como se ha dicho aquí, Bridget Jones es una parodia de la mujer moderna, y la propia Helen Fielding lo reconoce así. De hecho, todas sabemos que, antes de ser una novela, comenzó como una serie de columnas cómicas que acabó convirtiéndose en el Diario.
Del mismo modo la Becky de Sophie Kinsella es una parodia de la mujer adicta a las compras, y quien piense que no hay hombres como ella es que no vive en el mundo real.
En cuanto a madame Bovary, la novela es maravillosa, pero la protagonista era como para estrellarle algo en la cabeza a ver si bajaba al mundo de los vivos. Si Emma Bovary hubiera vivido ahora, teniendo que llevar una vida propia y asumiendo sus propias responsabilidades, el cianuro se lo habría tomado después del primer día de trabajo.
Siempre me pareció una niñata histérica que lloriqueaba porque el mundo no era una nube rosada.
En cuanto a la Anónima, sólo querría saber cómo puede opinar que una novela no tiene ritmo habiendo leído sólo un poco de ella. Para juzgar el ritmo de una novela yo al menos necesito leerme la mitad. Si no fuera porque ella misma ha reconocido que se había metido aquí únicamente a molestar podría pensar que tiene un cerebro privilegiado... o un serio problema de megalomanía.
Y, nada, Rebeca, a seguir escribiendo. Y piensa que los insultos de algunas personas demuestran lo mismo que los halagos de otras: que lo estás haciendo muy bien.

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