jueves, marzo 12, 2009
No me mola Twiter porque siento la necesidad compulsiva no de contar cosas sino de comentarlas, y claro, se me quedan muy cortos 140 caracte
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10 comentarios:
También le tengo algo de manía a los relatos ultracortos e hiperbreves, que me parecen en general destellos sin mucha chicha. Detesto el cuento del dinosaurio, por ejemplo.
Resulta curioso porque la mayor parte de mi trabajo consiste precisamente en condensar historias o información para que quepan en treinta segundos (quien dice treinta dice veinte). Igual es un efecto de reacción, claro.
¿Te refieres al cuento del dinosaurio de Monterr
oso? Pues la verdad, yo tampoco le veo
la gracia.
Sí.
"No digamos ya con los textos inanes que sin embargo hacen fortuna, como el ya insoportable cuentecillo del dinosaurio de Monterroso, que encima ha dado lugar a toda una corriente imitativa aún más insoportable, la de los llamados 'microrrelatos' o algo así, con los que muchos escritores chistosos se sienten ufanos y cómodos. Cuestan tan poco…" (Javier Marías)
Como no sabía de qué hablabais, le pregunté a San Google...(que esté en el cielo)
...con el fin de aclarar quién cojones es el tal Monterroso ese y su tan "famoso" mini-cuento.
Seguidamente pinché el link del cuento de marras. Tras varios intentos pinchando sobre 'texto completo' sin fruto alguno caí en la cuenta de que el relato en cuestión era eso, simplemente una linea.
Tras superar la vergüenza inicial y sin pretender hacer una profunda reflexión, la verdad, yo tampoco le veo la gracia, chico. Será que no capto la sutil ironía.
jajajjaajajajajaajaaa.
¡qué grande!
Como la tarea que deja la maestra de hacer un cuento donde vayan incluídos religión, nobleza, sexo y misterio, y el alumno escribió:
¡Santo Dios! -exclamó la Reina-, estoy embarazada, ¡y no sé de quién!
Pero bueno...
@Al, ya leí su bló, y me atrevo a decir que algunos tienen bastante ingenio.
Saludos.
Héctor, gracias por el atrevimiento. :-)
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