lunes, septiembre 24, 2007

No dejes que la realidad te estropee una entrada

Estábamos nosotros en Albendiego, un pueblecito de Guadalajara, respirando el aire fresco de agosto en aquella zona, cuando empezamos a oír que la noche siguiente había actuación en el pueblo, que estaba en fiestas. Teniendo en cuenta que el pueblo tiene unos treinta habitantes -creo que me paso por lo alto-, era como para tener miedo, pero los paisanos estaban realmente emocionados: ¡Que viene la Vane!, nos decían. Mañana por la noche, la Vane, nos decían. Esto es una tradición de las fiestas del pueblo, la actuación estelar de la Vane, nos decían, aunque no con estas palabras porque casi nadie dice estelar en estos tiempos.

De inmediato a mí se me representó una imagen mental de la Vane. Cómo sería para que tuviera a todo el pueblo así de alborotado:

No sé cómo se llama, pero seguro que no es Vane.

Pero la verdad es que las cantantes de orquesta-charanga que van a los pueblos no están tan buenas, son más bien del estilo jamonar, rizos rubios teñidos, tres tallas menos de toda la ropa y tres tallas más de cuerpo, en fin, no disimulen que saben de qué estoy hablando. Cuál fue nuestra sorpresa cuando al día siguiente nos encontramos el pueblo totalmente empapelado con estos carteles (bueno, había tres carteles):


Yo, honestamente, fue verlo y acordarme de ustedes: pedazo artículo para el Cerdo Agridulce, pensé. Fíjense qué cartel, qué pose, qué texto, qué foto, qué nombre, qué sé yo. Hice un plan: fotos de la Vane en plena actuación, tal vez un vídeo. Fotos de los desalmados padres que la llevaban de pueblo en pueblo en actuaciones que comenzaban a las diez de la noche. ¡Vaya horas para una niña! Por no hablar del hecho de vestirla así, claro. Cuando llegara a Madrid tendría que googlear a la Vane, a ver si había salido de Lluvia de estrellas o de Menudo es mi niño o algo así y era famosa para todo el mundo menos para mí. Y ya empecé a escribir mentalmente el artículo, porque aunque ustedes se crean que yo estas tonterías las escribo en diez minutos antes de acostarme, se equivocan, aquí hay un sufrido trabajo de campo y mucha elaboración mental. Y estaba yo pensando en el enfoque que tendría el artículo, que constaría de varios comentarios jocosos sobre el cartel -impagable la descripción de "más alta que Joselito"- y luego una reflexión sobre qué estamos haciendo con nuestros hijos, el poder de la televisión, la supervivencia de Bertín Osborne, bueno, esas cosas.

Pasó el día mientras yo iba pergeñando el artículo y llegó la noche. Y con la noche, el desastre. Era todo mentira. No había niña. Tampoco había jamona que cantara las canciones pachangueras de estas de pueblo en fiestas. Había, en cambio, una chica de treinta años que cantaba playbacks de las coplas señeras, y con mucho movimiento de la bata de cola se movía en el escenario exagerando cada verso. Aquí la prueba, acompañada de un maromo para Tatuaje:

La Vane es la de la izquierda

Y poco más. Mi gozo en un pozo, el artículo deshecho de principio a fin por la crueldad de los del pueblo -cuántas molestias para engañar a cuatro forasteros, como sean tan concienzudos con todo conquistan el mundo-, veinte coplas sobreactuadas ante la indiferencia de los vecinos, que tampoco es que bailasen mucho ni nada, la que podía haber sido una estrella de la canción -la Vane de seis años- pura y malévola fantasía de los organizadores.

Pero, ¿y si mantenía la última parte en la ignorancia? Pensadlo, el artículo está casi escrito, hay un cartel, qué más pruebas quieren. ¿Quién iba a pillarme? Nadie del pueblo va a leer el Cerdo agridulce. O puedo decir que yo me acosté pronto, ¿cómo iba a a imaginar que la niña no era niña sino señora, que la grasia mi arma, ele, no era tal sino alguna especie de broma privada que nadie que no fuera del pueblo podía entender? ¿Tenía derecho la realidad a estropearme un artículo estupendo? Si en los periódicos de verdad lo hacen, ¿por qué no yo?

Y nada, al final, ya lo veis, decidí no escribir ese artículo y en cambio contar lo que sucedió de verdad. Luego, por la mañana, aprovechando que estaban todos de resaca, degollé a todos los habitantes y reduje el pueblo a cenizas. Pero eso es ya es otra historia.

14 comentarios:

Pedro dijo...

Me postulo como presidente del club de fans de la Vane.

Y aventuro que quizás el cartel es original de hace 25 años, cuando la Vane era una "auténtica niña", y en realidad era más alta que Joselito y menos rubia que Marisol.

Lo que pasa es que los años no pasan en balde, y la pobre Vane ha ido creciendo, sin que por ello mengüe su arte ni una pizca.

Y la gente de Albendiego sigue confiando, año tras año, en la Vane para amenizar sus fiestas, sin importarle que la niña ya no sea una niña. El arte, al fin y al cabo, no entiende de edades.

Propongo un dueto entre la Vane y Tata Golosa, mira lo que te digo.

Anónimo dijo...

qué pesadilla de pueblo...o qué pueblo de pesadilla.

Luisru dijo...

Tata 1 LaVane 0.
Qué finalazo el del post. Se lo merecían. Por cierto, ¿qué hacíais en semejante lugar? ¿Otro premio? Palomares, no paras.

Anónimo dijo...

Que es menos rubia que Marisol está claro. Pero, ¿es una tía o un travelo?

Palomares, creo que te obcecaste con el tema de la explotación infantil.
¿Por qué no aprovechar lo que te dan los habitantes de Albendiego y escudriñar en el fascinante mundo del vello facial y su erradicación? Y como BSO una selección coplera, que todo el mundo sabe que en la copla están todas las verdades del mundo... un poco de mentirijilla no les va a hacer sombra. Porque quiero pensar que no mataste a aquella gente cuando estaban resacosos. Los asesinatos, después del desayuno, hombre.

Anónimo dijo...

¡Mansa carcajada me acabo de soltar en mitad de la agencia, al leer el pie de foto de la Vane!
Bueno, una anécdota:
un cartel anunciando "La casa de Bernarda Alba". En primer plano, el rostro de una hija de Bernarda... y el de Pepe "El romano", el personaje masculino del que sólo aparece la sombra a través de una ventana.
Vale, y atando cabos, adivinad a qué obra hacía referencia una jefa al decirme:
-es una obra española, algo de una tipa debajo de un palo...
-"Eloísa está debajo de un almendro".
-¡Esa! Es buena, ¿no?
La realidad es lo que tiene, que supera siempre a la ficción, J.A.
¿J.A?
¿Ja?
¿Ah?

Anónimo dijo...

!jajajajaja!
turrones "El Palo": !Siempre te lo dan por navidad!

marmotilla dijo...

Pero qué bueno!
La Vane falsa, la del cartel, da un miedito...

Palomares dijo...

Tartamundos: no creas que no pensé en la Tata Golosa, ¿cómo se defenderá en los pueblos, si es que va a pueblos?

Angua, qué culpa tendrá el pueblo, que es bien bonito.

Luisru, ningún premio, si ya no tengo tiempo de escribir. Es muy prosaico: unos amigos han comprado casa en Albendiego y les visitábamos, ya ves tú qué tontá.

Carmona: yo lo dudé durante las dos primeras canciones, hasta que me acerqué lo suficiente al escenario: mujer. La foto no le hace demasiada justicia, de todas maneras. Las coplas son tremendas, es verdad, qué de mal lo pasa la gente en las coplas y que de mujeres fatales rotas por el amor.

César: sublime lo de la tipa debajo del palo, desde luego se quedó con lo esencial.

ricardito: jajajaja tú.

Marmota: sí que da miedo, sí. El pueblo de los malditos habría acojonado más si todos los niños hubieran ido vestidos de faralaes...

Luisru dijo...

De verdad, si fuera rico, me convertía en tu mecenas y te retiraba a escribir a Albendiego, pero, de momento, creo que tendrás que sacar tiempo entre entrada y entrada.

Anónimo dijo...

Eso, eso, el Txiqui retirado en Albendiego, con la Vane.

Rebeca, tú quédate por favor, que allí no debe haber tiendas, ni librerías, ni teatros, ni cines, ni restaurantes con brunch, ni...

Igual acabamos antes con lo que sí hay, dejame ver, habrá ovejas? y garrapatas: donde hay ovejas, hay garrapatas...luego tenemos la plaga de topillos. Suena mal, pero en realidad los topillos son unos ratoncillos de campo bastante simpáticos... arañas como melones, víboras, rapaces debora topillos muertos por las heladas tempranas...Ah!, y los encantadores lugareños, con sus rencillas de siglos, esperando que te confíes para incluirte en ellas (suelen tener "licencias de caza" y escopetas en el armario rústico de roble de la entrada)
Y seguro, seguro, hay un bar, también llamado centro cultural o recreativo, regentado por el alcalde o similar, donde los 15 lugareños ven los partidos de fútbol, mientras sus mujeres barren el patio de la iglesia románica.

Si alguna vez me pierdo, buscadme en cualquiera de los hermosos pueblos castellanos, haciendo colección de garrapatas endémicas.

Anónimo dijo...

jijijijijijiji

http://www.elpais.com/vineta/?d_date=20070925&autor=Forges&anchor=elpporopivin&xref=20070925elpepivin_1&type=Tes&k=Forges

Anónimo dijo...

Pasaré por alto que has denigrado la profesión que con tanto ahínco desempeñé durante mis primeros años de universidad. Aunque yo no tenía bata de cola, ¡¿por qué no tenía bata de cola?! Maldita sea...

Anónimo dijo...

Yo, soy LaVane, señores, y no de jerez de la Frontera,de Villaverde y...hasta aquí puedo leer..
(que conste que esto ha sido un descubrimiento...Agradecida y emocionada, solamente puedo decir..gracias por venir...Y escribir, Ea!!!!lalalallalalalalalala)

yeyemachine@gmail.com dijo...

Soy LaVane y vuelvo a estar en Albendiego😂😂😂

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