miércoles, enero 20, 2010

Gran avance en la literatura grafítica

Aquí en esta casa tenemos mucho cariño por los grafitis, como sabrá cualquiera que se haya pasado una sola vez por aquí. Los hemos visto de todas clases: crípticos, poéticos, declaraciones de amor. Pero nunca habíamos visto esto, que me envía gentilmente mi hermano casiano:


El Wittgenstein de los grafitis, mezclado con el Karl Marx de los grafitis. El Grafiti Ensayo. Se puede hacer ensayo con los grafitis. Y puede (no lo sé seguro, tengo que mirar las bases) que ganar el Herralde de Ensayo. Y aparecer en Redes con Punset.

lunes, enero 18, 2010

Ganas de gastar papel o espacio en las webs

Les hago a ustedes informados de la noticia más divertida del fin de semana. El FBI ha distribuido retratos robot con el aspecto que tendría Bin Laden más envejecido. Y entonces han descubierto que para confeccionarlos han usado rasgos de Llamazares, el de IU.



Gravísimo incidente diplomático. España va a protestar. Han retirado el retrato robot. Llamazares dice que la seguridad de Bin Laden no peligra pero la suya sí.

A mí esta historia me sugiere dos cosas. La primera: qué coño más da de dónde saliera el pelo de Bin Laden. Gravísimo incidente diplomático habría sido si el retrato robot hubiera sido este:


Pero no ha sido el caso. Han cogido el pelo de Llamazares, cual click de Playmobil, y se lo han cascado al retrato robot. ¿Ustedes creen que es para montar un pollo? ¿Es porque el pelo es de un político y no de alguien anónimo? ¿Se siente celoso Anasagasti? (me juego una mano a que hay fotomontaje de esto hoy en El Intermedio). ¿De verdad peligra la seguridad de Llamazares porque su pelo forme parte del retrato robot de Bin Laden?

Lo cual me lleva a la segunda cuestión: ¿quién puede ser tan enfermo como para fijarse en el pelo del retrato robot y decir: coño, si es igual que el pelo de Llamazares, y ponerse a comprobarlo? ¿Qué fijación tiene ese individuo con el pelo de Llamazares para que sea capaz de reconocerlo en otro sitio que no sea la cabeza del propio Llamazares?

En fin, que me permito darles un consejo a todos: hay que follar más. Así no estaréis perdiendo el tiempo en polémicas como estas.

viernes, enero 15, 2010

Muñecas y más cosas que no son ganchillo

Tenía pendiente de publicar esta foto que me pasó Juan González, alias Juan el Gallego, hace un buen montón de tiempo. Me he acordado de ella por el post de las muñecas vestidas de ganchillo de hace poco. Juzguen ustedes mismos:

Qué de juguetes rotos.
Qué de preguntas surgen al ver la foto.

miércoles, enero 13, 2010

Dos retornos esperados

Esta noche vuelve Muchachada Nui. Han puesto esto en su web de adelanto:


¿Cuánta gente habrá que ya no sepa quién es Luis Cobos? Es curioso el éxito de Muchachada Nui entre la muchachada cuando se alimenta del imaginario de los 80, fundamentalmente, época y mitos que no vivieron. Nuevos candidatos a engrosar el imaginario popular y el fondo de armario de latiguillos:
-Me aburres, Beethoven (yo creo que puede ser utilísimo en las reuniones)
-Mira, coges el cutter (yo creo que puede ser utilísimo en las reuniones)

Por otra parte yo vuelvo mañana a trabajar después de las vacaciones. A mí igual me pega más esto:



Por lo general la gente es chusma... Es muy ingrato estar rodeado de zotes. (no es una indirecta) ¡Aquí estoy, en el vagón de la pedantería! ¡Libertad creativa!

lunes, enero 11, 2010

Panadería Ipanema: explorando los límites del marketing

En el barrio hay, básicamente, dos panaderías con mejor pan que el resto, y ambas pertenecen a cadenas de panaderías. Para mi gusto la mejor es Valpan (no perdáis el tiempo pinchando el enlace, no viene nada), con un buen surtido de distintos panes que por desgracia se va reduciendo poco a poco en el tiempo (poca gente compraba el pan de cebolla o el de ajo; sólo nosotros).

Sin embargo la que tiene más éxito es Ipanema, que tiene seis o siete locales por el barrio y cuyo mayor mérito no es el pan que fabrica (que no es malo, de todas maneras), sino el derroche de acciones de marketing con las que tienen a la clientela en permanente estado de excitación. Cosas pequeñas, pero muy bien pensadas (alguna rozando el ridículo, también es verdad). Por ejemplo, estableciendo una hora feliz para la compra de bollería (un bollo a un euro a partir de las 20 h; bollos que no podrían venderse al día siguiente). Ofreciendo una camiseta de apoyo a la candidatura Madrid 2016 por un euro, si compras una barra de pan. Ofreciendo el Pan de la Semana, panes que normalmente no venden, a un precio reducido: pan rumano (es medio dulce), el pan gallego o el pan de 1960 (al estilo y con el sabor de 1960). O, ya que nos ponemos, con el mismo nombre de la cadena, un Ipanema que usa el juego de palabras para relacionar la actividad panadera con el destino exótico obvio, lugar en el que, como todo el mundo sabe, se hace un pan excelente:

Brasileñas más buenas que el pan, incluso.

Pero Ipanema viene aquí hoy no como excusa para sacar a Adriana Lima y dos compatriotas estupendas más, sino porque han decidido hacer publicidad comparativa agresiva, un poco como en la Guerra de Chinos, pero más profesionalmente. Eso sí, para evitar demandas, en el clásico sistema Tirar la piedra y esconder la mano (c):

Aparte de la profusión de puntos suspensivos (se conoce que les sobraban de otras promociones) y de las inquietantes comillas de AIRE (qué tendrán las comillas para que todo lo entrecomillado resulte "siniestro"), no me digan que no resulta sugestiva la manera de ensuciar la imagen de los demás sin decir nada concreto, aprovechando la sensación de que el pan cada vez sabe menos a pan (de ahí el furor último que aparece por aprender a hacer nuestro propio pan en todo tipo de cursos y talleres).

A ver si Valpan contraataca con algo.

viernes, enero 08, 2010

A Anne Igartiburu le tienen mucha manía

Anne Igartiburu es la nuera que toda suegra quisiera tener (sobre todo las suegras de pueblo, dice con toda su mala baba Rebeca). Pero hay gente que la detesta. En Pronto, por ejemplo.

Es la única explicación al espeluznante reportaje que le dedican esta semana a la presentadora vasca en esa revista. Empiezan dándole la portada (click en cada foto para verlo en toda su magnitud):


Habría poco más que decir. Anne termina las campanadas, se hace un cardado, se viste de golfa como lo hubiera hecho la bruja Avería y le hacen una foto. Y acaba en la portada de Pronto, que dice que es su lado más sexy. Cabrones. Pero es que el reportaje sigue en páginas interiores. Y no tiene desperdicio. En fotos y en texto:


Las fotos, nos cuenta el texto, no son de después de las campanadas, sino de una vieja sesión que el fotógrafo tenía ahí guardadas de hace ocho años, desde que las hizo para la desaparecida Maxim (ahora entendemos por qué desapareció, claro). Ya hay que tener mala follá para sacarlas ahora, ¿eh?

El reportaje está escrito para demostrar que Igartiburu no es tan ñoña como piensa usted y pienso yo. Al contrario. No hay más que ver este texto destacado, por ejemplo:


¿A que es adorable? Sólo así se puede definir a alguien "rebelde" y "cañera" que lleva siete tatuajes, todos pequeños e íntimos, claro, entre los que destaca, hagamos apuestas:

a) El rostro de Belcebú,
b) una calavera, o
c) un delfín

¡Exacto! ¡Un delfín! Habéis acertado, corazones. También están, dice el artículo, unas hojas de parra "que le gustaban al tatuador". Menos mal que el tatuador no se encaprichó con dibujar una polla, porque perderíamos la imagen de una Anne angelical aunque "rebelde". En las declaraciones, que están sacadas de un encuentro con internautas de El País, leemos que los otros tatuajes de Anne son una estrella (lógico), una luna (lógico), signos tribales (lógico), un signo chino (lógico) y un oso.


¿El oso que lleva tatuado Anne? No lo sabemos.

Anne, una mujer tan extrema y rebelde que no le quita la piel a las lonchas de lomo ibérico, es una apasionada de las motos. Dice el texto que hace unos años "soñaba con una Triumph clásica de siete y medio, que quizá ya se ha comprado". Es encantador (como la propia Anne) que la redactora haga cábalas sobre la moto de Igartiburu, en vez de llamarla para preguntárselo u obviar el tema. En este extraño refrito de información y fotos provenientes de otros lugares, no es de extrañar que lo siguiente que podamos ver sea esto:



Lo de refrito no lo digo por el pelo. Bueno, sí lo digo, era otro chiste malo. El caso es que sé que no resulta fácil fijarse en otra cosa que no sea el culo (y el tatuaje que está al lado, hagan click, coño), así que me permito hacer zoom sobre la otra foto, en la que se muerde sensualmente la mano (Anne se pasa la sesión haciéndose cosas con la boca, como vemos):

Yo creo que está chica tan mona ganaría más si asumiera que es una chica pija y que no hace falta ser Angelina Jolie o Megan Fox para molar; también Jennifer Love Hewitt está buena y eso que no lleva tatuajes de delfines (sí, está buena, qué pasa). Y eso que ellas no tienen un hermano que tocaba en Eskorbuto, como Anne (esto sí que nos deja de pasta de boniato).

En fin, que las únicas fotos en las que Anne está sexy es en las que deja de disfrazarse de punki y se muestra como es, una niña bien que se tatua delfines:


Claro que eso es si no te fijas en la foto más inquietante, la que cierra el reportaje: la que pertenece a la promoción de su aparición en Qué más quisiera yo, de La Sexta, que no sé si han fijado en el detalle:


Hace falta ser de otra galaxia para posar tan sonriente con una iguana posada en la cabeza. Qué miedo.
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