La primera vez que cayó en mis manos un libro de Marian Keyes no sabía a lo que me estaba enfrentando. De hecho, no tenía ni la más mínima idea de que mi vida iba a cambiar de un momento a otro gracias a esta autora irlandesa, entonces, una gran desconocida. Aquel libro, con el aburrido título en castellano de Claire se queda sola (y el mucho más acertado título de Watermelon en su edición original), me descubrió que el sueño de mi vida era escribir libros que, como mínimo, como mínimo, fueran la mitad de divertidos que aquel libro de Marian Keyes. Y eso, que en la primera página de Claire se queda sola la protagonista se entera de que su marido lleva meses engañándola con una vecina entradita en años y que la va a abandonar ¡en la misma sala de partos, dando a luz a su primer hijo! Gorda como una sandía y sintiéndose de cualquier forma menos atractiva.
¿Cómo puede una novela que empieza así ser tremendamente divertida? Pues lo es. Y mucho.
Pero no más que la novela que leí a continuación: Lucy Sullivan se casa (sí, vale… el título es horrible también), un viaje histriónico por las peripecias de una jovencita irlandesa viviendo en Londres con terribles problemas amorosos, pero aún más terribles dramas aguardándola por las esquinas, dramas como una grave depresión y un padre alcohólico. Y me reí. Y de vez en cuando lo vuelvo a retomar y sigo riéndome con los mismos chistes, con las mismas expresiones ingeniosas, con los mismos personajes sacados de madre...
Rachel se va de viaje (Rachel´s holidays en inglés original) fue la tercera novela. A estas alturas ya tenía mitificada a Marian Keyes, pero con este libro volvió a rizar el rizo, porque Rachel se va de viaje cuenta la historia de una drogadicta que niega su propio problema hasta que una terrible sobredosis obliga a su familia a ingresarla en una clínica de desintoxicación. Todo, absolutamente todo el libro transcurre en esa clínica donde los personajes más variopintos (en su mayoría, alcohólicos o drogadictos) luchan por superar el síndrome de abstinencia. Y te partes de risa. En serio.
Por los pelos (Last Chance Saloon), Sushi para principiantes (Sushi for beginners), Maggie ve la luz (Angels) y Quién te lo ha contado (The other side of the story) no tenían aquella vertiente tan cómica, pero aún así conseguían tratar temas bastante dramáticos de una forma divertida: del cáncer y la muerte, de la soledad, del divorcio, de la infidelidad o de levantarse de nuevo tras la más dura caída. Y, en serio, en todos los libros hay momentos realmente memorables, hay momentos en los que te dices “qué mamona la Marian Keyes esta, qué divertida es”.
Hasta entonces, lo que vulgarmente se llamaba “literatura para chicas” era para mí un género desconocido y denostado. Me equivoqué. Autoras como Marian Keyes, y Jennifer Weiner o Lauren Weisberger después, han demostrado que se puede hacer buena literatura dentro de este subgénero. Y negocio. Mucho negocio. En el Reino Unido, Estados Unidos, Francia o Alemania, por poner un ejemplo, los libros de cualquiera de estas autoras son números uno en superventas, miles de fans las siguen con entusiasmo y fervor y algunas ediciones de 25.000 ejemplares se agotan en la primera semana.
¿Cuál es su secreto?
Historias frescas y bien construidas, personajes reales con los que la lectora se siente identificada, algo de romanticismo y sobre todo, mucho sentido del humor e ironía a la hora de describir la sociedad en la que vivimos.
Si después de toda esta perorata aún no estáis convencidos, os recomiendo empezar despacito con uno de los últimos libros publicados de la Keyes en España, Bajo el Edredón (Under the duvet): una pequeña selección de artículos, relatos cortos y experimentos de esta maravillosa y tremendamente divertida mujer. Estoy segura de que no os defraudará. Y, por favor, que nos echen para atrás ni los horribles diseños de las portadas ni los terribles títulos que algunos editores suelen elegir pensando que esos son los horribles diseños de portada y los terribles títulos que tienen que tener las "novelas para chicas".
P.D.: Y aunque no seais chicas leer a Marian Keyes porque cuando una novela es divertida y está bien escrita la distinción de sexos es pura tontería.
5 comentarios:
Mi experiencia con este subgénero se reduce a Bridget Jones. Lo abandoné porque la segunda parte era bastante peor que la primera, pero Anita me ha dicho que 'Sushi para principiantes es bastante mediocre, aunque le gustó 'Por lo pelos'. Si me animo, lo intentaré con éste.
Estoy de acuerdo contigo, Luisru: la segunda parte de Bridget Jones es peor que la primera. Con mucho. Respecto a los libros que mencionas de la Keyes reconozco que no son tan geniales como los tres primeros que he descrito en mi post. Son más parecidos a los del resto del subgénero este (que no entiendo por qué se empeñan en venderlo como un subgénero de la ficción contemporánea cuando es ficción contemporánea), con la diferencia de que están muy bien construídos, no son pastelones y, de vez en cuando, te encuentras con un pequeño párrafo o frase hilarante, verdaderamente genial. Algo que te hace ver que tras las páginas hay una persona con una mente irónica y brillante. Una persona que sabe reírse de la vida y de su vida, lo que tal y como están las cosas, es difícil de encontrar por los mundos de Dios. En serio, si tienes tiempo y te apetece una lectura distendida, échale un vistazo a Raquel se va de vacaciones, por ejemplo. La familia Walsh debe ser una de las familias más divertidas de la historia de la literatura irlandesa.
PARA MI MARIAN KEYES ES UNA GRAN ESCRITORA Y POR AHORA NINGUNO DE SUS LIBROS ME HA DECEPCIONADO. ME PARECE QUE SU MANERA DE ESCRIBIR ES MUY AMENA Y DIVERTIDA.
Una actriz española dijo de Marian Keyes : 'leer sus novelas es como estar de vacaciones ' y le doy toda la razon me han gustado todos sus libros y ninguno de ellos ha durado mas de una semana en mis manos.Estoy deseando que saque otro libro este año...Saludos!!
Me ha аgгadado mucho еsta рagina sοbre ϳuegos de magia .
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