martes, mayo 01, 2007

Recién robados

Mi madre decía que robar está muy feo, pero no he podido evitarlo, una vez más. Esta vez tengo excusa, sin embargo, y es que el robar a un ladrón tiene cien años de perdón. Bueno, en realidad no estoy robando a unos ladrones, pero está relacionado. La imagen que vais a ver ha sido publicada hoy mismo en el blog Interuniversal (del que, por cierto, recomiendo que leáis esta desopilante colección de portadas del diario deportivo Marca). Parece que la foto está tomada en un mercadillo de un pueblo de Salamanca:

Con dos cojones. No sé si es que hay en marcha una nueva vanguardia literaria compuesta por delincuentes o qué es lo que ocurre (en el Babelia no se dice nada de la irrupción del Delincuentismo, pero, claro, ellos están muy ocupados con sus autores importantes, Philip Roth para arriba y para abajo), pero parece que últimamente hay un grupo de ladronzuelos con sentido del humor o sin sentido común. A ver si puedo formar parte de ese nuevo movimiento litarario ahora que me dedico a plagiar entradas ajenas.

Me pregunto si este reclamo tendrá éxito, por otra parte. ¿Es necesario que los perfumes sean frescos? ¿La gente que habitualmente compra perfumes robados no se sentirá incómoda con la evidencia de que son robados, sin poder fingir ya que no sabe que está comprando mercancía robada? Coño, que son cinco euros, qué se van a sentir incómodos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

...mientras que no se los hayan robado a los que imitan malamente a los originales... ¿en Salamanca dices?

Pedro dijo...

La gracia estaría en que robaran originales... pero entonces no creo que los vendieran a 5 euros...

A mi me da que es una burda maniobra publicitaria ;-))))

Anónimo dijo...

Carmona ha dado en el clavo.

Aquí la estafa no está en vender mercancía robada, sino en vender mercancía...falsificada.

Así que el anuncio no es más que una engañifa, si verdaderamente fuera robada la venderían al 50% de su valor, y no a 5 euros. Esas del cartel las traen de China como al perrito piloto.

Qué tiempos confusos estos, en los que lo robado tiene valor sobre lo falsificado, lo copiado sobre lo original si es inmediato, y todo ello no vale nada la semana siguiente...

Luisru dijo...

Es como los libros que venden frente al bar El Brillante de Atocha, que los acaban de mangar en El Corte Inglés, aunque estos no se pueden falsificar. ¿O sí? ¿Imaginais que comprais la última novela de... No sé... Philip Roth, y resulta que es la nueva de Lucía Etxebarría?

PD: No debo leer Millás recién levantado.

Cayetana Altovoltaje dijo...

Es que no entendéis la lógica charra. El miércoles, al llegar a Salamanca, le digo al taxista: "al hotel de la calle Placentinos". Y me deja al principio de la calle, y le digo "¿dónde está el hotel?". T: "no, en esta calle no hay ningún hotel". Miro bien hacia los dos lados y veo el cartel, Microtel Placentinos. "Sí, mírelo, ahí está, el Microtel Placentinos". T: "Ya bueno, pero es que usted me preguntaba por un hotel".
La primera, en la frente.

Anónimo dijo...

Asfalto, chicos, que nos falta asfalto.
Que la forma es el vacío, y el vacío es la nada.

:-)

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...