martes, julio 17, 2007

Manifiesto sentimental o ¡cómo me gusta Munich!

Leo en un escueto artículo del periódico gratuito “20 minutos” (y ¿de qué otra forma pueden ser los artículos de un periódico gratuito sino escuetos?) que según una encuesta realizada por el Monocle Magazine y publicada por el International Herald Tribune, Madrid es la décima ciudad del mundo donde mejor se vive.

Sobre eso hoy no voy a decir nada. Sobre todo, porque nunca he vivido en ninguna otra ciudad que no sea Madrid y no puedo comparar. Si exceptuamos, claro, una breve temporada que pasé en Liverpool, pero tenía dieciocho años y estaba ocupada en hacer “otras cosas” que no fueran “vivir”.

Además, tampoco voy a escribir de Madrid, porque ya lo he hecho en otra ocasión y no tengo nada nuevo que decir. En cambio sí me gustaría hablar de la ciudad que se ha hecho con el primer puesto del palmarés de Chupi Ciudades del Mundo Mundial: Munich.

Lo confieso, estoy muy o bastante enamorada de Munich. Tanto, tanto, que si no estuviera en Alemania lo mismo me planteaba proponerle al Txiqui una mudanza Express. Pero a mi Otra Mitad no le gusta nada-pero-que-nada el frío y la ciudad de Munich tiene la mala costumbre de coger temperaturas bajo cero durante algunos meses al año. Aunque el resto del año hace un tiempo “francamente” y las ventajas de esta preciosa ciudad son suficientes como plantearse un estilo de vida.

En su brevísimo texto, cuenta el artículo del “20 minutos” que, para hacer esta clasificación, se han tenido en cuenta las siguientes variables: existencia de conexiones internacionales con un aeropuerto moderno, nivel de criminalidad, el de formación y educación, los servicios sanitarios, las horas de sol y la temperatura media, la accesibilidad de las comunicaciones, la conectividad, la tolerancia social, la facilidad para encontrar ocio después de la una de la madrugada, la relación calidad-precio del transporte público, la posibilidad de acceso a los medios de comunicación internacionales y la naturaleza. Pero, pero… vamos a ver, ¿es que no han tenido en cuenta los biergarten? ¿O lo simpáticos que son los muniquenses? ¡Vaya!, Munich debe ser mucho mejor de lo que pensaba si no ha sido necesario tener en cuenta estas otras variables para ganar.

Según he leído los de Monocle Magazine tampoco han tenido en cuenta que las aceras de la mayoría de las calles de Munich son hasta dos veces más anchas que las de Madrid. Y en ocasiones ¡hasta cuatro veces más anchas! Absolutamente paseables. Por si esto fuera poco, en casi todas las vías principales, junto a esas anchísimas aceras, se han construido carriles-bici separados de la calzada principal que la gente ¡usa de verdad!
En serio.
No es broma.
A pesar de que Munich es uno de los centros neurálgicos de la industria automovilística de Europa, sus habitantes prefieren usar la bicicleta para sus desplazamientos. Y allá que te van, con sus bebés a cuestas en divertidos remolques, con sus compritas y demás. Cuesta imaginar que en Madrid alguien dejase a un pedazo de BMW abandonado a su suerte, aunque sólo fuera para ir a comprar el pan. Y todavía no hemos llegado al apartado “flores”. En las calles, avenidas, glorietas y demás de Munich hay flores a tutiplén. Como en la Plaza de la Cibeles de Madrid. Pero en todas las plazas. Y en las que no son plazas también.


En Munich no hay alfombras hechas con cáscaras de gambas en los bares,
por eso he tenido que poner esta foto.

De Munich me encantan también sus parques y como los ciudadanos hacen vida en ellos y les sacan todo el partido. Claro que, no es lo mismo meter los pies en un cantarín riachuelo de aguas cristalinas del Englischer Garten que meterlo en el estanque de los patos de El Retiro de Madrid. Ya sabéis a que me refiero.

Y no olvidemos los biergarten.

En el Parque de El Retiro debería haber más biergarten. Ah, que no hay ninguno. Pues debería haber al menos un biergarten, con bien de cerveza de todas clases, comida a tutiplén, bancos de madera y una banda de música tocando non-stop.

Mientras escribo esto me estoy emocionando tanto que me meto en una página inmobiliaria de Munich y comienzo a buscar casa como loca.

Hasta que recuerdo que en Munich, cuando hace frío, hace mucho frío.

Y que los coches se pueden pasar semanas ocultos bajo una capa de nieve.

Y que la gente no puede salir de casa entonces (lo que, seamos sinceros, con una niña de dos años y medio se puede convertir en un anticipo del Apocalipsis).

Y que en toda la ciudad de Munich ¡sólo hay una pescadería! ¡Y no vende percebes!

Y, entonces me digo que vivir en la ciudad que ocupa el puesto número 1 del ranking está bien, pero vivir en la ciudad que ocupa el puesto número 10 del ranking tampoco está nada mal. Y que, aunque los percebes gallegos están a 40 euros el kilo (como poco), siempre existe la posibilidad de ir a comprar percebes.

Y siempre que tenga morriña de Munich me puedo auto-invitar a casa de mis familiares exiliados allí.


10 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de 30 años viviendo en Madrid me dice poco lo que la gente opine sobre ella, y desgraciadamente cada vez que la visito siento que las cosas van a peor, y lo lamento. Es la ciudad de mis recuerdos, la ciudad de mi familia y de mis amigos... ojala fuera la ciudad que nos merecemos, como dice Sabina, allá donde se cruzan los caminos... yo también me pongo sentimental.

Cuando queráis un deshago ya sabéis que sois ¡¡bienvenidos!! Tenéis que hacer cierto que no hay 2 sin 3!

Besos,
Daniel

Anónimo dijo...

Jajajaja,


el post es una excusa para ver a nuestro macizo favorito en faldas???

me parto, de verdad :)))


qué viva Escocia, digo, Münich!!!

Cayetana Altovoltaje dijo...

Eso, que viva Escocia. Me pregunto por qué nunca me ha dado por autoinvitarme a ver a mis amiguetes de Munich... de este año no pasa. Qué risas con esta entrada, qué ganas de leer tu libro YA.

Rebeca Rus dijo...

Anímate, Cayetana. O te presento a mi primo, aquí arriba presente, que es un Rus que vive en Munich y los Rus somos muy majos vivamos donde vivamos. Y sí, Carmen. Cualquier excusa es buena para hablar del bueno de Ewan que hace poco no estuvo en Munich pero sí en Madrid. Y yo perdiendo el tiempo en la oficina...

marmotilla dijo...

Precioso Munich... Pasé dos meses ahí y me gustó mucho (y lo pasé muy bien), aunque mi ciudad alemana favorita es Hamburgo.

marmotilla dijo...

Madrid también me gusta bastante, aunque a veces pienso que podría llegar a agobiarme si viviera ahí.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Rebeca con que debemos conformarnos y ver las cosas buenas de donde vivimos, sobre todo porque muchas veces no las apreciamos hasta que las perdemos. Y que todo es relativo: No es lo mismo vivir en "La Rosilla" en Madrid que en el Barrio de Salamanca.

Yo cada vez estoy mas contento con Sanse: ibas andando a todos sitios, el hospital mas cercano quedaba tan lejos como cuando vivia en Hortaleza, menos ruido (cuando quitaron el pasillo aereo, claro), menos contaminacion, interaccinabas con un monton de gente y semi-Australopitecus interesantes... Aunque ahora, con lo que estan sobreexplotando la construccion, me da miedo que esos paseos a la Dehesa se vayan a convertir en "esos paseos al vertedero".

Anónimo dijo...

Entonces, ¿Para cuándo una quedada en Múnich? :-)

Quizás os apetezca ver algunas fotos de la ciudad y de los alrededores. Tengo unas cuantas en la web [1].

El Invierno muniques que tuvimos en 2005 esta en [2], y el del 2004 en [3] (merece la pena ver la pista para saltos de esqui que montaron en el Olympia Park). Gente disfrutando de uno de los grandes lagos que hay alrededor de Munich se puede ver en el álbum sobre la excursión a Stanberg [4]. También hay un álbum sobre la Oktoberfest de 2003 [5].

Hay otros álbumes sobre pueblos, montañas y lagos que están a poca distancia, como Chiemsee, Hirschberg, Klammspitze, Mittenwald... etc etc. Se me nota bastante que me pirra Baviera, verdad? -Va a ser algo de familia.

Saludines

Rebeca Rus dijo...

Aisssssss, Daniel no nos pongas los dientes largos. Menos mal que en breve me largo a Menorca, que no es Munich ni Madrid tampoco.

Anónimo dijo...

Juas juas.

¿Porqué los que van a por el pan en coche tienen que conducir un BMW? Que sepan ustedes que veo a muuuucha gente desplazarse 200 metros en coche para hacer la compra del pan y la leche, y conducen Seats Toledo, Peugeots 306 y Ford Fiestas... Los malos vicios no son exclusivamente de los potentados.

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