A lo tonto a lo tonto, Rebeca Rus vuelve a sacar novela, la tercera ya. Qué jodía, ¿eh? Tras las muy descacharrantes Sabrina 1 -El mundo 0 y Sabrina contra el imperio del zapping (si no las has leído yo no digo nada, el mundo es libre, pero es como no probar el chocolate y el jamón serrano; que vamos, que tú verás, que no vas a morirte por no hacerlo, pero el mundo es mucho mejor con chocolate. Dónde va a parar, el chocolate que vale para todo, para animarte, para calmar la ansiedad y para sustituir el sexo suave, el salvaje no, a menos que el chocolate sea uno de esos de Lindt de chocolate negro con chili o con sal, buf), tras las descacharrantes, decía antes del paréntesis ese que no sé cómo me he liado pero me he puesto a escribir y a justificar y a explicar y al final era eterno, tras las descacharrantes, decía, llega una nueva novela, que es la que pone en el título del artículo, en letra grande: Diez maneras diferentes de ser Laura.
A destacar que la portada es bastante poco rosa (acuérdense de la primera), por lo que los lectores masculinos de este blog ya tienen pocas excusas, aparte de que no les guste el chocolate.
Diez maneras diferentes de ser Laura es una comedia romántica en la que una chica tímida cuyo nombre seguramente sospechan se refugia en fantasías en las que todo le sale bien para escapar de su horrorosa realidad, una en la que no llega a fin de mes, ningún chico la mira dos veces y su madre le dice constantemente qué puede hacer y qué no. Hasta que consigue el trabajo de sus sueños y todo parece ir mejor; sólo que en realidad no todo va mejor, claro, sino lo contrario. Como de costumbre con la señorita Rus, hay momentos surrealistas e idas de pinza marca de la casa. Hay fábricas casposas, jefes ídem, heavies descerebrados, genios locos, espadas láser, rebajas del 50% en Zara, chicos tan guapos que deben ser mentira, madres autoritarias, crímenes por resolver, vecinas chismosas y una chica con muchos pájaros en la cabeza.
Ya sabéis qué hay que hacer. Comprar, comprar, comprar, regalar a amigos y paisanos, hablar de la novela por ahí, en fin, hacer de grupis.
P.D. Rus está en Facebook y en Twitter; ¡escritora multimedia!
Diez maneras diferentes de ser Laura es una comedia romántica en la que una chica tímida cuyo nombre seguramente sospechan se refugia en fantasías en las que todo le sale bien para escapar de su horrorosa realidad, una en la que no llega a fin de mes, ningún chico la mira dos veces y su madre le dice constantemente qué puede hacer y qué no. Hasta que consigue el trabajo de sus sueños y todo parece ir mejor; sólo que en realidad no todo va mejor, claro, sino lo contrario. Como de costumbre con la señorita Rus, hay momentos surrealistas e idas de pinza marca de la casa. Hay fábricas casposas, jefes ídem, heavies descerebrados, genios locos, espadas láser, rebajas del 50% en Zara, chicos tan guapos que deben ser mentira, madres autoritarias, crímenes por resolver, vecinas chismosas y una chica con muchos pájaros en la cabeza.
Ya sabéis qué hay que hacer. Comprar, comprar, comprar, regalar a amigos y paisanos, hablar de la novela por ahí, en fin, hacer de grupis.
P.D. Rus está en Facebook y en Twitter; ¡escritora multimedia!
6 comentarios:
Suerte, mucha suerte.
Juan J. Ginés
A propósito de las portadas de Sabrina: ¿el dibujante había tomado como modelo a Beatriz Montañez?
Bueno, mucha suerte a Rebeca con la reconsagración. Seguro que ser Laura es más divertido que ser John Malkovich.
Enhorabuena y mucha suerte. Espero disfrutarlo tanto o más que los dos anteriores.
Gracias, Juan, por los ánimos.
Al: eran ilustraciones de Banco de Imagen, de una inglesa con nombre japonés. La belleza de Beatriz Montañez es golbal! ¿He contado cómo se me declaró, completamente borracha, una vez? ¿No? Pues ya lo contaré.
El blog de todo un poco: gracias y esperamos que te guste al menos tanto, desde luego.
Hola, muy interesante el articulo, saludos desde Chile!
Felicitaciones, muy interesante el post, espero que sigas actualizandolo!
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