Dado el éxito de crítica y público del post dedicado al croquetismo, mi querida media naranja ha desempolvado sus apuntes (¡Sí, señores! Así de en serio nos tomamos en este blog las cosas. O, al menos, algunas cosas) para alegría y alboroto de todos los fans de tan digno delicatessen. Así que, abróchense los cinturones, porque aquí llega la Ruta de la Croqueta 2º Parte, Más Allá de la Bechamel Enriquecida con Nuez Moscada.
Era la primavera-verano del año 2002. Eran otros tiempos: para empezar yo entraba en una 38 y aún creía que los Reyes Magos eran los padres. Y eso,… éramos más jóvenes, más fuertes y más decididos (que ninguno tuviéramos niños tiene mucho que ver con este estado de libertinaje total en el que nos encontrábamos imbuidos), así que decidimos lanzarnos a la jungla del asfalto madrileña, buscar más locales que hiciesen del croquetismo un fino arte y lanzarlos al estrellato. He aquí una selección de los sitios que visitamos en aquella segunda ruta por la zona de La Latina y los alrededores de la Plaza Mayor:
-POSADA DE LA VILLA (Cava Baja, 9): ¿Su especialidad? Pues eso mismo, croquetas. Imprescindible pedir pan de pueblo, aunque es muy triste que te lo cobren aparte.
-LA SANTA (C/ Segovia, 16): Aparte de unas croquetas de campeonato también se cuenta que la fondue de queso está estupendo y los pinchos de carne y cangrejo.
-TABERNA DE DON PEDRO (Don Pedro, 20): Ni la decoración, ni el ambiente, ni las tapas que aquí se sirven entroncan con el estilo de los bares convencionales. Para beber lo mejor es el espléndido vermut de grifo Yzaguirre y para comer, la especialidad de la casa: croquetitas, ñam, ñam.
-TABERNA MATRITUM (Cava Alta, 16): Sus croquetas son excelentes, por ejemplo, las de jamón y espinacas. Me parece recordar que el sitio era un tanto pequeño (o que nosotros éramos muchos), pero lo mismo me equivoco, porque desde que soy madre he perdido varias neuronas y la conciencia de mi vida anterior.
-CASA ANTONIO (Latoneros, 10): El local donde cerramos aquella última ruta. Antigua Casa Matías, un local centenario con azulejo arabesco. Mantiene intactos elementos estéticos de antaño, como su preciosa barra de estaño. Tapas sencillas bien elaboradas y ¡croquetas! A aquellas alturas sólo los estómagos más poderosos pudieron atreverse a pedir una croqueta más. El resto, claudicamos.
Desde entonces, nuestra vida ha cambiado un pelín y no hemos vuelto a hacer Periodismo de Investigación, pero estos últimos post han despertado mi espíritu inquisitivo. No veo nada claro que, en breve, nos atrevamos con una Ruta de la Croqueta III, pero, y por si las moscas, he ido buscando y estos son los locales de los que más se habla en la red de redes:
-LA TASQUITA (Juan de Urbieta, 24): Un local de los de siempre, unas croquetas de las de siempre.
-EL JURUCHA (Ayala, 19): Todas las tapas de este local están tremendas, las croquetas son de lo mejorcito. Cuando trabajaba en Equipo Tres lo visitaba siempre que mi exigua paga de copy-mal-pagado me lo permitía.
-MELO´S (Calle del Ave María, 44): Lo malo de este local es que siempre está hasta arriba, lo bueno es que las croquetas son inmejorables y que además hacen una cosa llamada “zapatillas” (pan de hogaza con relleno) que debería tener su propio club de fans.
-EL ALMIREZ (Maldonado, 5): Croquetas de morcilla ahumada con pasas, no digo más.
-LA VINATERIA (Ponzano, 21): Croquetas de roquefort con piñones o de salmón. Me quito el sombrero.
-EL TOMILLAR (Profesor Waksman, 14): De buen tamaño y con dos ingredientes: queso y jamón.
Así que ya sabéis, amigos: si con la cercanía del verano os sentís agobiados con tanto anuncio de anticelulíticos y parches adelgazantes, ahora tenéis una forma de rebelaros ante tanta presión:
COMIENDO CROQUETAS.
10 comentarios:
Nunca me gustaron las croquetas del Jurucha. De hecho no me gustaba casi nada del Jurucha, no sé por qué tú y Pitzolu le teníais tanta afición.
Nosotros le teníamos tanta afición como los cienes y cienes de oficinistas que lo petaban a mediodía. No sé cómo explicarlo, pero tenía cierto gustillo a las tapitas que ponen en San Sebastian (sólo cierto gustillo, eh?)
Creo que éste (este post en concreto y su primera parte por extensión) es uno de los fragmentos de red más importantes que han existido jamás. Si la masa lo descubriera, sería el maldito fin. Gracias al azar por empujarme hasta aquí, GRACIAS.
Gracias a ti, Jorge. Opiniones como la tuya nos mueven a investigar más en este terreno (opiniones como la tuya y nuestra propia gula, claro)
Totalmente de acuerdo con Jorge, tantos bloggers y que nadie haya escrito sobre las croquetas, ¿en qué estaremos pensando?
Por cierto, para la tercera entrega, recomiendo las croquetonas del Casa Manolo, en Jovellanos. Además, es fácil cruzarse con algún político a mitad de la degustación (que según la tendencia de cada cual, puede amargarle la experiencia, pero bueno, la vida es riesgo :-)
Apuntada queda.
Estaba preseleccionada para la primera y la segunda ruta, pero por desgracia estaba cerrrado en ambas ocasiones.
debe ser que se adaptan al horario de nuestros políticos, you know :-)
Nadie conoce el casa Julio, cremita! en calle madera, malasaña.
Advertencia a navegantes
Las croquetas de La Vinatería de Ponzano se descongelan a la intemperie en un patio de luces, en el que se almacenan además otro tipo de alimentos.
El restaurante tiene un expediente sanitario abierto por el ayuntamiento de Madrid.
estoy con buenri! tela con el casa Julio, qué croquetas!!
Y en la calle hermosilla, junto a la chocita del loro, hay un sitio con un cartel que es algo así como vino y tapas... que hacen unas croquetas de cabrales que se me va hasta la cabeza!!
por cierto, ya que estamos y por lo que sea váis por Granada en Plaza Nueva, cerquita cerquita de Gran Vía de Colón... Los Manueles! están tremendas también!
Como una buena croquetera como veréis os hago la ola por vuestro blog! Salud y croquetas!
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