Lo reconozco. Yo soy una persona que necesita comer bien, preferentemente, un par de veces al día y por este orden: primero, segundo y postre. A veces (si tengo suerte y se dan las circunstancias adecuadas),añado café y un cigarrito a esta lista. Sin embargo, hay un par de veces en la vida (y algunos más en la no-vida que son las horas extras) en los que estoy dispuesta a hacer una excepción y me salgo de esa rutina. O bien, apenas pruebo bocado o bien, me lanzo de cabeza a la piscina y me voy a El Bohío a meterme entre pecho y espalda un menú de degustación con tantos platos que luego nunca puedes recordar qué tomaste exactamente.
Para los no iniciados, El Bohío es, en mi opinión (y según esos señores de Michelín que van por ahí repartiendo unas estrellitas) uno de los mejores restaurantes que hay cerca de Madrid. Hace algunos años nos lo descubrieron unos estupendos amigos (que no son más estupendos por descubrirnos sitios maravillosos, pero que sí ganaron algún punto más) y desde entonces nos hemos hecho adictos. Que no visitantes asiduos, porque los precios (75 euros el menú degustación) son como para pensárselo dos y tres o cuatro veces. Pero montar en globo es mucho más caro… y mucho menos agradecido (lo hemos comprobado).
Desde aquella primera vez, cada año hacemos un esfuerzo por visitar el restaurante de Illescas y cada año cometemos los mismos errores de principiantes:
1.- nos atiborramos de delicioso pan (no sé cuántas variedades pueden llegar a servir, pero el de aceite es para ponerle un piso) y luego no dejamos casi sitio para los postres;
2.- no llevamos ropa con cinturillas ajustadas (sí, ya sé que es un sitio de postín, pero no desmerece un buen chándal en esta ocasión)
3.- nos llevamos a algún menor de edad que petardea un rato y,
4.- nos olvidamos de todos y cada uno de los platos que nos sirven (lo que luego nos echan en cara los amigos glotones que quieren saber por favor, por favor, por favor, qué comimos).
Afortunadamente para mí, este año el crítico gastronómico de ABC ha publicado en su blog “Salsa de chiles” el último menú degustación de El Bohío. El de esta temporada. Así que este año, si me atrevo a ir, no tendré que preocuparme de tomar nota. Ahí va el listado:
-atún en escabeche de tomate y pomelo
-pisto con chopitos
-bogavante con aguacate y tomate
-cigala con emulsión de coco, almendra y miel en una especie de ajoblanco dulce
-queso de cabra de Toledo frito con aceituna negra y naranja
-el huevo de primavera con guisantes y trigueros
-rabo de cerdo con col trufada y lentejas
-velo de garbanzos, la pringá y su caldo
-salmonete con guiso de alcachofas
-presa con berenjenas y aroma de eucalipto
-torrija helada
-plátano con azafrán y yogur
Impresionante, ¿no? Y la cosa no acaba aquí porque, cuando piensas que ya no puedes más, y pides un café para rematar, en El Bohío te comienzan a llenar la mesa de pequeños platitos repletos de todo tipo de menudencias dulces como fruslerías con forma de gominolas minúsculas, bizcochitos del tamaño de un bocadito y pipas recubiertas de chocolate. Y cuando preguntas confuso al camarero qué es todo aquello te responden que ¡es el servicio del café! ¡El maldito servicio del café! Pero si con todo eso podría comer cualquier lunes en la oficina.
En fin, que si os gusta comer (mucho pero que mucho) merece la pena invertir en una visita a El Bohío (mucho mas que montar en globo). Aunque si el dinero os parece exagerado encontraréis una alternativa un poco más barata justo al lado, en el nuevo local que han abierto los dueños de El Bohío. Allí podréis saborear raciones originales y algunos de los platillos que hicieron tan famoso a este restaurante por mucho menos dinero.
5 comentarios:
De hecho lo único malo de El Bohío -aparte del precio, claro- son los señores con habanos que comen allí.
Tomo nota. A mí también me da por comer malamente, pero cuando quiero darme el gustazo...
El señor Maribona hizo no hace mucho una lista con los que consideraba los 10 mejores restaurantes de Madrid. Voy a tener que sacar un dinero extra en Montera para sufragar los menús degustación... esto no puede ser.
Carmona dixit.
¿Montera? El que algo quiere algo le cuesta. No sé cómo estará el "velo de garbanzos, pringá y su caldo", pero la sopa castellana del año pasado y las Gachas 2004 del anterior merecían estar en una esquina el tiempo que haga falta (otra alternativa es no tomar gintonics dos noches).
Lo siento chicos, pero tenía que usar vuestra plataforma para enviaros este site:
http://www.queridoantonio.com/fary/
No tengo palabras. Por eso espero las vuestras.
Abrazotes.
C.
Desde luego, el Mal no tiene límtes.
Publicar un comentario