martes, julio 11, 2006

Cortar el aire con un cuchillo

Odio el Metro de Madrid. Y lo amo. Sí, es cierto. Es una de las mejores maneras para moverte por esta terrible ciudad. A veces, vuelas. A veces, te teletransportas. A veces.
Pero en verano...
En verano el Metro de Madrid es lo más parecido que puede haber al Infierno de Dante. El servicio se reduce, comienzan las obras, la gente se agolpa en los andenes, el aire acondicionado brilla por su asuencia...
Leo hoy en el periódico gratuito "20 minutos" que el 27% de los vagones del Metro de Madrid no tienen aire acondicionado. ¡El 27%! Lo que quiere decir que
-o bien tengo un karma nefasto y, a pesar de que cojo cuatro vagones distintos a diario, mi mala suerte me impide disfrutar del 76% de vagones con aire acondicionado,
-o bien me están mintiendo y son sólo el 27% de vagones los que tienen aire acondicionado.
Pero lo peor, lo peor, es la sensación de que el aire del interior de estos vagones se podría cortar con un cuchillo. No sólo por las altas temperaturas sino por el estado de crispación de todos los que estamos allí encerrados en la misma situación. Esos vagones cerrados a cal y canto te hacen sentirte de todo menos persona.

27 comentarios:

Palomares dijo...

Es que el calor pone a la gente de mal humor, tontalaba.

Anónimo dijo...

Menuda nochecita he pasado yo, menos mal que no he tenido que dejar a los niños en el cole, y me he ahorrado el metro esta mañana, pero los autobuses y el cercanías van a tope por los cortes en la líneas 3 y 10 y no sé qué más.

Yo no amo y odio al metro de Madrid, simple y llanamente lo aborrezco.

Luisru dijo...

Cuando la semana pasada iba en la Linea 6 con dirección a Legazpi, rodeado de sobacos malolientes, pensaba "que asco, parecemos ganado", pero esta semana preferiría parecer ganado en el metro en vez de en un autobus, en el que, además de ir apiñados, vamos a paso de tortuga (y lo que hay que esperar en la parada aparte). Estoy harto de que corten todas las lineas en verano, Gallardón es un megalómano, no sé que tesoro estará buscando pero que pare ya¡¡¡

Rebeca Rus dijo...

Desde luego este verano el Metro de Madrid se lleva la palma:
-la línea 7 cortada en parte
-la línea 8 cortada en parte también
-la línea 3 entera
-y ahora, también cortes en la línea 6.
En esta línea en cuestión, hemos deducido que, por las mañanas, los metros van más despacito para poder espaciar la gente que luego usa los autobuses que unen las estaciones de mendez alvaro y legazpi. Es decir, que para solventar el problema de falta de autobuses, atasco, etc. tenemos que fastidiarnos todos los pasajeros vayamos hasta Mendez Alvaro o no. Un trayecto de media hora se ha convertido en uno de cuarenta, como poco. Y sin aire acondicionado. Un compañero mío ha presenciado ya dos lipotimias y los fabricantes de abanicos se están forrando. ¿Será una conspiración de estos últimos? Menos mal que tengo mi libro de Connie Willis para aprovechar estos momentos.

Ricardito ëmore dijo...

A mi el metro siempre me gusto. Supongo que ahora con tantas obras, estara fastidiado, pero antes era una gozada, que , en general, sabias que ibas a tardar , minuto mas o minuto menos, x tiempo en llegar a tu destino, no como con los autobuses, que te quedas atarapado y nunca sabes cuando llegaras, asi que estoy con Luisru. Me acuerdo que la linea 5 iba mal antes, con los vagones mas viejos de toda Europa y parte de Afganistan, pero pense que ya se habia modernizado. Si que me acuerdo que en la linea 6 a veces nos tocaban vagones sin aire, y tenias que aguantar alguna sudada que otra, pero (?Te acuerdas Chiqui?) en comparacion con los autobuses de pueblo que teniamos antes (de madera y sin aire acondicionado) y los de ahora (de plastico y con demasiado aire acondicionado, nivel pulmonia triple), pues me quedo con el metro.

Anónimo dijo...

La hermana de mi padre murió en el 38 en el metro de Atocha.
Hubo un bombardeo, mi abuela entró con un bebé de meses, una niña de cuatro y otra de 2, y después de que la quinta columna utilizara la confusión para reventar un polvorín que había en la estación de Antón Martín, mi abuela salió con la pequeña muerta en brazos.

A mí me puesieron una navaja en el cuello en el año 85, y me arrancaron la única joya que he llevado en mi vida, una cadena de oro, que me había regalado mi padrino a los 8 años. También pasó en la estación de Atocha.

A una amiga mía la violaron en el año 92 en la estación de Diego de León, en un tunel interminable.

El año pasado, un tipejo que estaba fumando en el andén de Atocha Renfe, empujó a mi hija al famoso espacio entre coche y andén, del que conseguí sacarla dislocándome una muñeca y desollándome las rodillas.

No sé porque, pero esos agujeros parecen sacar lo peor de cada uno, o puede que sea algún tipo de maldición personal que me persigue...

En cualquier caso, así se pudra el metro de Madrid.

Ricardito ëmore dijo...

Yo soy de los que pienso que , en este caso, como casi siempre, el denominador comun son las personas. Es cierto que en el metro se esconde gentuza, pero tambien que nos ofrece buenos servicios; incluso podemos disfrutar (o sufrir) con algun que otro musico callejero que no le dejan tocar en la calle. O esos dias de lluvia que colapsan la ciudad y el metro sigue su horario tan tranquilo (salvo cuando llueve mucho y se joden las estaciones de potencia)

Hay mucha gente que ha perdido seres queridos en accidentes de trafico, muchos debido a imprudencias del conductor, o porque hay algun borracho implicado...y no por eso maldicen a los coches, sino a los conductores.

Rebeca Rus dijo...

Ay, Carmen, no me cuentes más, que estoy muy sensible.

Anónimo dijo...

Pues intentad ir al aeropuerto en metro: Te subes en Nuevos Ministerios, nadie te dice nada de que la línea esté cortada una estación más allá. Te bajas en esa y buscas el autobús que te lleva a la siguiente, pero no hay letreros dentro de la estación. Sales a la calle, sigue sin haber letreros. Dos horas más tarde lo encuentras. Está lleno de guiris con unos bultos que parezca que se lleven el piano de vacaciones. No puedes subir, pasa uno, pasa otro. Te subes. Tarda 20 minutos en hacer el trayecto. Te vuelves a subir al metro, dos estaciones. Te bajas en la T2, buscas el bus que lleva a la T4, allí están también esperando los guiris con sus pianos... AHHHHHHHHHHHHHH
De todas formas reconozco que el metro tiene sus ventajas. O has olvidado, Angua, lo que era coger el 62 en Moncloa antes de que abrieran la estación de Ciudad Universitaria??

Luisru dijo...

Joer, Angua, que fuerte lo tuyo.
PD: no es por ofender, pero que viejos sois todos en este blog, en el 62 mi madre estaba en el colegio...

Anónimo dijo...

Pues sí, hermano, reconozco que el metro tiene sus ventajas, por eso lo utilizo a pesar de mi odio concentrado hacia él, pero cada vez que me subo, cada vez, tú lo sabes, pienso que algún chalado me va a empujar a las vías, o que me van a robar la cartera, si no va a descarrilar directamente, como en Valencia.

Luisru, el 62 es un autobús, aunque bien mirado, jovencitos, jovencitos, algunos ya no somos, a Palomares le gusta relacionarse con gente mayor :) típico de los supedotados, juas

Rebeca, no estés sensible... no estarás...???

Rebeca Rus dijo...

Nooooo. Ni de coña. No, es que anoche me termíné un libro de Connie Willis ("El libro del día del Juicio Final", premio Nébula, premio Hugo, que recomiendo fervientemente) y acabé con los ojos inundados de lágrimas. Y hoy me he levantado tontina. Y si a eso le sumamos todo lo que pasa en este loco mundo... pues... eso...

Anónimo dijo...

Palomares superdotado????
yujuuuuuuuu!!
de todas formas eso hay que verlo para creerlo... habrá que esperar a las playas lusas

Anónimo dijo...

Que sí, que el metro puede llegar a ser odioso. Y las esperas en urgencias de la seguridad social. Y las leyes que nos impiden correr más con los coches, y los cortes de electricidad por exceso de consumo.
Qué bien que no sepamos disfrutar del primer mundo. Joder, somos la leche. Y decimos que nuestros mayores se quejan de todo.
¿hace falta que firme?
C.

Luisru dijo...

Como dijo Mafalda, quejarnos es el deporte nacional, aunque estemos en el primer mundo, tampoco hay que ponerse demagogos. En cuanto a confundir el año 62 con el autobus 62, es un error lamentable que podeís achacar a mi juventud. Y, Rebeca (¿puedo tutearte?), esa escritora ¿es la 'Remake'? Me suena, pero no sé de que.

Anónimo dijo...

No me he puesto demagogo. He respondido a la demagogia. Y con bastante autocontrol.
Quienes me conocen te pueden certificar esto último.
Salud y buen verano.

Anónimo dijo...

Cómo me gusta eso de la demagogia y el autocontrol.

Dime tú si no es demagogia decir que como no hemos tenido la desgracia de nacer en el tercer mundo, no podemos protestar porque la sanidad no funcione, el trasporte público sea indigno de los impuestos que pagamos, o nos quedemos sin luz en agosto.

De todas formas, no caeré en el error de ponerle a nadie etiquetas, allá cada uno con sus ideas, vicios y virtudes, "C".

Anónimo dijo...

Claro que hay que quejarse! Y con el mismo razonamiento hay que mirar a medio plazo, y ver que estas obras son algo histórico. Y que cada nuevo metro revaloriza nuestras casas, y facilitará nuestras vidas.
Y sí, en el 1er mundo no vivimos ni 1/3, ni 1/5 parte de la población mundial.
Quejémonos. Y valoremos lo que tenemos.
"C" de César Sepúlveda.

Anónimo dijo...

Ya sabía que eras tú, César, a los tigres no se les borran las manchas:)

A mí también me gusta firmar C.

Carmen Rodríguez Mazo

Anónimo dijo...

Idem Carmen, se nos huele tras las letras. A partir de ahora, en este blog, prometo ser "César" al completo.
Un abrazo.
César.

Anónimo dijo...

otro para ti :*


buen rollo a 40 grados a la sombra, porque, citando a Palomares, ese autor laureado por ABC, "el calor pone a la gente de malhumor, tontalaba".

Ricardito ëmore dijo...

[...] "Y el aire se corto con un cuchillo."

Rebeca Rus dijo...

De todas formas (y habla la autora del blog, tarde, eso sí, porque una vez más, en mi empresa nos hemos quedado sin interné), el motivo de mi post no era quejarme de la falta de aire acondicionado en el Metro de Madrid, ni quejarme de la lentitud, ni de las obras... no, qué va. Me estaba quejando de lo indignante que es que nos estén intentando engañar una y otra vez. Da igual quién sea. Nos están llamando bobos todo el tiempo. ¿A quién pretende engañar Metro de Madrid? ¿A Santo de qué cuentan que sólo el 27% de los vagones van sin aire acondicionado? Todos sabemos que no es verdad. ¿No es mucho mejor no decir nada que tratar a los usuarios de Metro como tontolabas? ¿No es mejor decir "Sí, señores, no hay aire, por eso estamos haciendo obras, para mejorar y tal y cual"? En fin. Que es un privilegio poder quejarse de algo tan banal, pero también es un privilegio que cada año cobres más (un precio con una subida superior al IPC) por un servicio y trates mal a tus clientes.
Y sí, Luisru, Connie Willis es la autora de Remake, entre otros maravillosos libros.

Ricardito ëmore dijo...

En eso tienes razon, aunque es una pena que se pueda hacer extensible a todo: la EMT, la comida, la...no, mejor no mencionemos lo de las casitas que ya es para...

Anónimo dijo...

Oda al Metro.

Miles de
Estaciones.
Tengo
Rabia.
Oigo
Murmuros y
Ecos.
Tengo la
Rabia.
Oteo la
Muerte
En
Tu
Rostro
Ojeroso.

Rebeca Rus dijo...

¡Dios Santo! En tu rostro ojeroso... esa debo ser yo. Seguro, seguro.

Catilina dijo...

Angua... me extraña que una mujer-lobo se asuste con tanta facilidad.
Pero desde luego entiendo que el metro no es un sitio como para correr detrás de una Zanahoria.

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