jueves, noviembre 23, 2006

Aprenda más de Publicidad con El sabor del cerdo agridulce

Unos minutos de Publicidad, no abandonen nuestra sintonía, por favor.

Una de las cosas que se aprende enseguida en la profesión (tan básica que incluso se aprende en la Universidad) es la importancia del público objetivo (PO) o target. Curioso que al final se use más la expresión española que la inglesa en una profesión que ha convertido en señas de identidad palabras como briefing, timing, copy, producer o layout. Pero a lo que iba, que me desvío: el público objetivo es aquel público al que se dirige el anuncio, el que debe ser alcanzado. Por ejemplo: amas de casa de clase media entre 35 y 50 años. Cuanto más preciso el público objetivo, más homogéneo resulta, y por tanto el mensaje -el anuncio- podrá ser diseñado de manera que comunique datos más relevantes para aquellos a los que se dirige, o que lo haga de una manera más atractiva para ellos -específicamente para ellos-. No es lo mismo hablar a un grupo de cien personas que a tu tía Enriqueta, a la que conoces como la palma de tu mano y de la que sabes que si mencionas a su difunto esposo se deshace en atenciones sobre ti. Por eso lo primero para crear una campaña (o lo segundo) es conocer cuál es su público objetivo, a quién vamos a dirigirnos.

Ah, la teoría, qué bonita es.

En fin. El caso es que el Ayuntamiento de Madrid lleva un tiempo con una campaña que es un ejemplo extraordinario de concreción de público objetivo:

Excepcional y valentísima campaña que coge por los cuernos un grave problema social. No se han ahorrado esfuerzo ni dinero para dirigirse a unos pocos madrileños, un pequeño colectivo que es el público objetivo del anuncio de esta marquesina: los psicópatas.

Saca el ciudadano que llevas dentro, dice el texto, mientras una flecha señala una diminuta bolsa de basura. No a la chica que la lleva, no: a la bolsa. O sea que el ciudadano está dentro de la bolsa. Una parte al menos. Descuartizado. Mientras ella sonríe como la asesina sin piedad que es. Con sus cejas de mala malísima. Basta de ocultar la verdad, viene a decir el anuncio, sabemos que llevas el cadáver de una persona ahí dentro, de un ciudadano. Qué habrá hecho con los restantes trozos, por cierto. Los habrá echado al contenedor de orgánicos, si es una asesina ecologista. O al de envases si es una sociópata que quiere joder a la sociedad. O al contenedor de vidrio, si quería molestar con los ruidos a los vecinos.

Vale, igual sólo hay diez psicópatas en Madrid que se puedan sentir identificados con este anuncio, pero me es igual: yo lo aplaudo. Y pregunto (no conozco a los asesinos en serie tanto como me gustaría): ¿los psicópatas suelen llevar perros de cartón piedra con ellos?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo, más bien, creo que el público objetivo han sido los "Poseidos"; si hombre: "Ciudadaano, ¡sal de ese cuerpoo!", jejeje

Pedro dijo...

jajajaja... qué bueno!!!

Por cierto, yo creo que el perro también es psicópata... desconfío de él.

Anónimo dijo...

En cualquier caso, el copy está mal, no? Sería "saca AL ciudadano que llevas dentro de esa bolsa, maldita asesina"

Incluso si su intención era animar a los dueños de perros a recoger las cacas de sus animales (y en ese caso soy público obejetivo) decir "saca EL ciudadano" mientras señalas la bolsa de mierda (en mi experiencia perrura, mierda gigante para el tamaño del perro) ya es empezar con mal pie :)

Tú me llamas mierda, yo me acuerdo de tus muertos, y ya la tenemos liada!
Menos mal que mis hijos van a tener una asignatura de "eduación para la ciudadanía, donde todas estos pequeños matices quedarán sin duda explicados :))

Palomares dijo...

Esto de Poseídos me recuerda ese gran, grandísimo chiste malo, que procedo a difundir:

-Doctor, doctor, estoy poseso.

-Será poseído.

-Pos eso.

Anónimo dijo...

El target del anuncio es mayor del que imagináis: el 1% de la población es psicópata -incapaz de tener asertividad con los demás-. Y si no todos son asesinos es porque les basta con la manipulación que ejercen.
Los medios de comunicación y afines están llenos de psicópatas en puestos con poder porque les permite satisfacer su ego...
Y destrozan a quienes tienen a su alrededor, porque su lógica no es la nuestra: tiran trozos de personas en las papeleras de Madrid!
:-))

Ricardito ëmore dijo...

Jijiji. PAra mi que estais todos equivocados. A mi me parece claramente que es una campaña para que los ciudadanos vayan mas a votar: fijaos en la pose de la chica esa; en mi experiencia, nadie, de los pocos que usan los contenedores para "restos humanos" mirana otra parte sonriendo, quedandose de pie sin moverse, mientras depositan "el regalito". Sin embargo, si que lo he visto en la gente que va a votar. Sobre todo en politicos, pero tambien en gente de la calle, que se espera mirando al presidente de la mesa a que le de la aprovacion para meter el sobrecito mientras sonrie pensando "?bueno merluzo, ?me das permiso" o "Este, ...?es aqui donde tengo que votar"?.

Ademas, muy bueno lo del publicitero con, en vez de poner el tipico sobre de voto, poner una bolsa de mierda, ya que, al fin y al cabo, se trata de los mismo, ?no?

Anónimo dijo...

Para mi gusto también es una muestra de lo perversa que puede llegar a ser una campaña. Es una frase absolutamente orwelliana, direccionada, concretizada hacia lo que el discurso oficial dice que tiene que ser un ciudadano (que no es ni mucho menos lo que pienso yo que tiene que ser).
Lo que viene siendo el que el estado cada día, con cada segundo, se vaya metiendo más y más en nuestra intimidad y nuestras costumbres. Y por más que alguien me intentara convencer de lo contrario, no creo que esto que digo sea de "cienciaficción catastrofista", sino algo que va anidando en nosotros. Como lo son las cada vez más numerosas cámaras de grabación en lugares públicos, la puta ley antitabaco (y no soy fumador), etc, etc etc y miles de etces más.

Anónimo dijo...

Yo tengo otra teoría.
Vamos a ver, veo un conflicto entre una parte de la gráfica (la flecha) y el significado del texto. Porque la flecha no se dirige a la chica, el bocadillo no sale de su boca. Sino que sale de la bolsa, o más bien de su misterioso contenido. ¿Entonces es el truño canino el que habla? ¿Qué ciudadano puede tener ese desperdicio intestinal? ¿Una mosca acaso?

Conclusión: igual es una mosca. Y obliga al contenido de la bolsa a liberarla.

Estoy muy confunidida. Gallardón, acláranos, somos ignorantes.

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