viernes, noviembre 03, 2006

El primer paso hacia el Premio Planeta

El sábado estaremos en Cáceres, que es una de las ciudades más bonitas de España, porque a Rebeca le dan por la tarde el segundo premio Hermanos Caba de relato en un pueblecito llamado Arroyo de la Luz. Resulta que Rebeca escribió un cuento muy divertido llamado La heladería del señor Matorelli –es el único cuento que ha escrito- y le han dado un premio. Uno de uno. No está mal.

Yo le digo que escriba más cuentos, pero ella prefiere centrarse en las novelas porque con los cuentos no se gana el Premio Planeta –es una chica astuta-. Además de hacer unas croquetas de rechupete, Rebeca ha escrito dos novelas divertidísimas. Tan divertidas que están entre las diez novelas más divertidas que yo haya leído jamás. Que diréis que lo digo porque estoy comprado por sus croquetas, pero no. Que son muy divertidas, de verdad. Las novelas están sin publicar (si eres un editor y acabas de leer esta línea tienes una oportunidad única de forrarte), pero tenemos fundadas esperanzas de que nos ofrezcan el Planeta dentro de poco, porque ya hemos comprado los jamones pata negra (nota: eliminar esta frase antes de publicar para no molestar a los capos de Planeta o firmar el post como José Saramago).

En fin, a lo que iba, que me desvío. Lo curioso del premio del sábado es que es un lugar que ya conocemos porque el año pasado me dieron el premio a mí (no, no conocemos a ninguno de los jurados). Supongo que este año cuando nos vean aparecer por allí pensarán que están teniendo un déjà vu. O a lo mejor no, quizá no se acuerdan en absoluto de nosotros. El caso es que supongo que veremos situaciones curiosas, que es una de las mejores cosas de ir a recibir premios: que pasan siempre cosas rarísimas. No sé si es que la acumulación de cualquier tipo de gente produce marcianismos o qué, pero el hecho es que yo acabo siempre con cara de boniato, como si estuviéramos dentro de una comedia de los Hermanos Marx. Por ejemplo, en el premio del año pasado.

La entrega se hacía en un complejo-restaurante porque después había cena. Había muchos premiados porque hay bastantes categorías: poesía, relato, fotografía, ensayo y no sé qué más. De cada uno dos premios, primero y segundo. El caso es que el primer premio de Poesía era un señor de casi ochenta años llamado Pérez Casaux, y el segundo de relato un señor de unos setenta llamado Mariano Sanz. Era la primera vez que se veían e hicieron buenas migas ipso facto, se juntaron en una mesa y empezaron a intercambiar poemas y libros y anécdotas. Bueno, empezamos a cenar y al lado nos ponenen un cuarteto de cuerda para tocar música en directo. Ya sabéis, el mundo Bach y tal, muy fino todo mientras nosotros nos poníamos ciegos de jamón. Y entonces Pérez Casaux llama al encargado de toda la organización y le dice:

-Oiga, ¿pueden bajar la música, que no nos oímos?

Estupefacto, el encargado le dice:

-Es que no se puede bajar, están tocando en directo.

Y le señala a los esforzados intérpretes, a diez metros (¡a diez metros!), tocando animosamente.

-Ah. ¿Y no pueden dejar de tocar? Es que acabo de conocer a este hombre (por Mariano Sanz) y tengo muchas cosas que decirle, porque nos queda poco de vida y seguramente no vamos a volver a vernos nunca.

Como en el Titanic pero al revés.

A ver qué cosas pasan este sábado. Os lo contamos la semana que viene, si pueden contarse.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi más sincera enhorabuena, Rebeca.

Carmona Dixit.

Rebeca Rus dijo...

Muchas gracias, estoy aturullada y feliz de contento por esta promoción gratuita. Mis novelas son muy divertidas, pero no las veo para el Planeta, Txiqui, sólo para forrarme vendiendo a tutiplén por otras vías. Pero gracias, gracias... votadme.

Anónimo dijo...

¿Y cuándo nos vamos a poder leer el cuento¿

Anónimo dijo...

Enhorabuena Rebeca. Sí, eh, ¿y cuándo vamos a comernos esas croquetas?

Ah, y el cuento, sí, claro, leerlo tambiéb estáría guay... pero, croquetas?

Pedro dijo...

Enhorabuena, Rebeca... Y suerte con las dos novelas. Aunque no se lleven el Planeta, por lo menos que se publiquen.

Queremos crónica de la entrega de premios, que seguro que hay alguna que otra anécdota jugosa.

Rebeca Rus dijo...

Por croquetas que no quede. Las mejores son las de cocido. Cuando quieras, Javier.
Respecto al cuento, sólo tenéis que pedirlo en mi dirección de email y a cambio de un módico precio se os enviará a casa. Ja, ja, ja

Ricardito ëmore dijo...

Enhorabuena!

Tacita a tacita...
Entonces...?te gustan mas las novelas que los cuentos?

Rebeca Rus dijo...

No, Ricardito... es que, sencillamente, tengo verborrea y soy incapaz de no escribir nada que no dure más de trescientas páginas.

Anónimo dijo...

ENHORABUENA!!!!!!!!!!!!!!

:-)

Anónimo dijo...

¡¡Enhorabuena!!
(Yo también quiero probar esas croquetas)

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