Después del alegato contra el Deseísmo que brillantemente escribió Rebeca el otro día, he identificado una de esas pequeñas cosas que nos hacen felices:
Sí, es un pincho de tortilla. En concreto, de la mejor tortilla de patatas de Madriz, la que sirven en El Borbollón, sito en la calle Recoletos. Jugosa, se deshace en la boca. Con la textura perfecta. En la foto sale un poco más sólida de como suelen hacerla, porque normalmente la preparan menos cuajada. Y aunque no lo creas, está más rica que la de tu madre.
En fin, si pasais cerca de la calle Recoletos -por ejemplo para visitar la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, o para encadenaros en un árbol del Museo del Prado-, no dudéis y pedid en el Borbollón un pincho de tortilla. Porque el dinero no hace la felicidad, la compra hecha. Frecuentemente, con forma de tortilla de patatas.
4 comentarios:
aghhhhhhhhh... Tortillllllaaaaaaaa....
*babeando*
Cuenta, cuenta, has eliminado una entrada? Con respecto a la tortilla?
O a los culos?
:)
Enhorabuena, ya eres un auténtico blogger.
No, la ha eliminado el propio autor del comentario, porque se había equibocado y escrito equibocar con be.
O algo así.
La tortilla es de primera. Hasta ahora la mejor tortilla la hacía mi suegro, pero ahora...
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