martes, mayo 30, 2006

Stephanie Plum o la anti-heroína que no me importaría ser.



Lo confieso: soy adicta a las novelas de Janet Evanovich, una de las escritoras más divertidas que conozco. Y una de las que más vende ahora mismito en los EEUU. Desgraciadamente, en España sólo se han publicado algunas de sus novelas, así que me veo avocada a leerlas en inglés, lo que puede ser bueno para practicar el idioma, pero es muy malo cuando tu escaso dominio te impide pillar cualquier palabra que entre en la categoría de “slang”. Y es que el lenguaje de Evanovich es irreverente, en ocasiones barriobajero y siempre ingenioso a más no poder. Como de Vallecas, pero con americanos.

El periódico The New York Times define a Stephanie Plum, la heroína de las novelas de Evanovich, como “la típica chica de Jersey con el descaro de Bette Midler y el sentido de la moda de Cher”. Pero lo realmente importante de Stephanie es su forma de afrontar las circunstancias. En otras palabras, cómo puede una chica normal y corriente de un barrio de clase media convertirse en una cazarrecompensas y lidiar día sí y día también con delincuentes de la peor calaña, que, para más INRI, suelen ser sus vecinos, haciendo de ello una rutina y sin dejar de cenar pastel de queso en casa de papá y mamá. Y es que en el Burg, el barrio de Miss Plum, la gente vive en honrados adosados, los coches son americanos, las ventanas están impecables y (Dios te libre si llegas tarde) la cena se sirve a las seis en punto. Lidiar con esto al mismo tiempo que con terribles delincuentes es lo que convierte las novelas de Evanovich en algo tan surrealista y divertido. Eso y la troupé que rodea a la protagonista: desde los propios Plum (un clan familiar con una abuela categoría Peligro Público a la cabeza), pasando por Lula (una muy grande, muy rubia y muy negra ex–prostituta reconvertida en oficinista con más que obsesión por las prendas de lycra) o su primo Vinnie (el propietario de la empresa de fianzas para la que trabaja Shephanie) pero también por viudas italianas, transvertidos, ladronzuelos de poca monta, un colega llamado El Porreta y dos hombres muy peligrosos, muy atractivos y muy diferentes: el policía Joe Morelli y el fuera-de-la-ley Ranger.

Con todo este escenario no es de extrañar que Stephanie Plum sea lo menos parecido a una heroína que puedas imaginar. Y es que no es fácil resolver un caso cuando te han invitado a una boda de la Mafia y no tienes nada que ponerte, has adoptado a un perro con bulimia o no consigues abrochar ni a tiros el último botón de tus Levi´s. Por no mencionar las mil cosas más que le pueden pasar a una chica normal y corriente como ella. Cosas como que su abuela la persiga con una Harley Davidson o su mejor amiga intente suicidarse con una chaqueta puesta ¡que vale cuatrocientos dólares!

En definitiva, si queréis pasar un buen rato, reíros un montón y leer algo totalmente disparatado os recomiendo visitar la librería más cercana y pedir un libro de Evanovich. ¿Quién sabe? Quizás si empezamos a pedirlos conseguiremos que publiquen en España todas sus novelas.

5 comentarios:

Palomares dijo...

El sabor del cerdo agridulce alimenta el espíritu al mismo tiempo que el cuerpo.
¡Croquetas y Literatura unidas para siempre!

Anónimo dijo...

A mí me va a molar más leerlos en inglés, así aprendo argot :)
Dónde las localizo? En la casa del libro?

Rebeca Rus dijo...

Sí, en la casa del libro tienen casi todos, y también tienen libros de la autora de otras series. No los he leído, pero me parece poco probable que estén mal.

bibi dijo...

Hace poco conoci las fascinantes y divertidas experiencias de Stephanie Plum y es lo mejor que he leido, solo espero poder leer todos sus libros en español (llevo 3 en 2 meses)

bibi

Anónimo dijo...

Ola me a encantado la serie. Alguien sabe si en libro 9 es el ultimo en español?? Me encantaria leerme el resto

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