Hay un viejo chiste sobre la profesión que leí en algún libro e ilustra perfectamente cómo es el trabajo de creativo. Como en tantos otros casos, seguramente es igual de válido para otras profesiones. Dice así:
Un redactor publicitario muere y sube al Cielo (también los publicitarios tenemos derecho a tener alma). Allí le recibe San Pedro, que le dice que puede elegir entre el Cielo y el Infierno de los publicitarios. El redactor le pide ver ambos antes de tomar una decisión y San Pedro se lo concede. Así que bajan al Infierno para ver cómo se trata a los redactores.
Allí el redactor ve asombrado, a un montón de redactores encadenados a sus mesas, agotados por la tensión, escribiendo frenéticamente, mientras a su lado ejecutivos pasean a su lado gritando: "¡Tenemos que tener una campaña dentro de cinco minutos!". De vez en cuando restalla un látigo y un redactor se queja de dolor.
Asustado, nuestro redactor dice a San Pedro: "No, no, veamos cómo es el Cielo".
Vuelven al cielo y San Pedro le muestra el Cielo de los publicitarios. En el Cielo, el redactor ve a un montón de redactores encadenados a sus mesas, agotados por la tensión, escribiendo frenéticamente, mientras a su lado ejecutivos pasean a su lado gritando: "¡Tenemos que tener una campaña dentro de cinco minutos!". De vez en cuando restalla un látigo y un redactor se queja de dolor.
El redactor dice: "¡Pero si esto es lo mismo que en el Infierno!"
Y San Pedro le responde: "No, no, qué va. Aquí a veces el trabajo se publica"
3 comentarios:
Ays,voy a llorar. ¡Qué depresión me acaba de entrar!
voy a por mi látigo, a ver uno de siete colas
jejejeje
Jijijiji.Pues si que es aplicable a otras profesiones. Se lo acabo de contar a mi copañera india, y nos hemos partido de risa porque es la misma situacion que en Ciencia.
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